Veni, que vamos a festejar mi cumpleaños

Dr. Amor:

Me llamo Ezequiel, tengo 18 años y hasta hace muy poco tiempo, estuve de novio con Raquel, una hermosa rubia de mi misma edad, que vive a cuatro cuadras de mi casa. Digo «estuve» porque luego de un acontecimiento bochornoso que me tocó vivir, ya no puedo ser más novio de ella. Hace dos meses aproximadamente, Raquel cumplió años.

 Ese día fui a su casa a visitarla y me encontré con un panorama nada bueno dentro de su hogar. Raquel con cara de enojo, me recibió en la puerta de su casa. Le pregunté que le pasaba y me comentó que sus padres, se iban esa noche a comer con un extranjero que había llegado a la Argentina de visita. Este hombre era un importante cliente del papá de Raquel. Quiere decir, que esa noche, ella iba a pasar sola su cumpleaños. ¡Qué tristeza y qué injusticia! Como para que estuviera un poco mejor, le dije que me iba a quedar con ella en la casa. Cuando fueron las 21:00 hs, los padres anunciaron que se iban, saludándola con un -«Adiós cariño, volveremos alrededor de la medianoche…». El auto salió raudamente rumbo a Puerto Madero. Imagínese doctor el dolor y la bronca que tenía mi novia en ese momento. Era tanta la impotencia y el enojo, que me dijo: «Ezequiel, vení….que vamos a festejar mi cumpleaños». Me llevó al primer piso, a la habitación de los viejos y luego de poner un CD de Luis Miguel, comenzamos a hacer el amor. De la forma más natural y salvaje. Fue verdaderamente maravilloso.
Luego, tuvimos ganas de comer y beber algo, más siendo el cumple de ella, debíamos compartir alimentos como se debe. Así que fuimos a la cocina. En tren de jugar y que Raquel estuviera feliz, le dije que la llevaba a cococho (sentada en mi espalda, sobre mis caderas) como si fuera a caballito. Totalmente desnudos bajamos las escaleras entre risas y carcajadas. Al llegar a la puerta de la cocina, como mis manos estaban ocupadas sosteniendo las piernas de ella, la abrí pegándole un tremendo patadón. Y oh, sorpresa…Adentro de la cocina estaba toda la familia de Raquel preparando una fiesta sorpresa. Pero cuando digo todos, son todos. Los tíos, los primos, los abuelos, los vecinos, el gato, el perro y lógicamente los padres. Creo que superé la marca de Carl Lewis en carrera libre de 100 metros, ya que las 4 cuadras hasta mi casa las hice en 20 segundos. Debemos considerar que yo no tenía peso, porque estaba totalmente desnudo y atrás mío, a unos escasos metros, venía mi suegro (actual ex) corriéndome con una pequeña cuchilla de cocina de tan solo 25 centímetros de hoja. Y lo peor de todo es el después. Ya que como somos vecinos, si voy caminando por la calle y los veo -a los padres- debo cruzar de vereda, o esconderme o huir.Porque las pocas veces que nos encontramos, me insultaron, amagaron pegarme y hasta dijeron que si me agarraban me castrarían.
Doctor estoy desesperado y asustado, ya que a Raquel la quiero, pero el recuerdo de esa cuchilla de cocina de 25 centímetros de hoja, no me deja descansar tranquilo. Por favor, algún consejo.

Ezequiel de La Paternal. Buenos Aires


Respuesta del DR AMOR:

Estimado Ezequiel:

Hemos quedado anonadados por la situación que te toco vivir. Realmente es una macana grande lo que ocurrió. Quizás la reacción del padre de Raquel haya sido desmedida o poco feliz. Porque solamente bastaba agarrar un revolver, ya que a la distancia uno o dos tiros te hubiera pegado. Cuando relatas tu bajada por la escalera, desnudos y ella a caballito, no podemos dejar de imaginar las caritas de feliz cumpleaños que ambos tendrían. ¿Fotos no tenés? Te comento que nos es muy difícil dar un consejo en semejante situación, pero algunos se nos ocurren:

1) Mudáte del barrio. Posibilidades: radicate en Ushuaia, alguna ciudad de Bolivia o a Singapur.
2) Quedate en tu casa, y no salgas por los próximos 20 años, ni para recoger el diario.
3) Seguí en el barrio, pero antes hacete una cirugía estética. Atención, no solamente de la cara, recordá que medio vecindario te vio pasar corriendo en bolas.
4) Aprendé defensa personal con Jackie Chan.
5) Contrata a los muchachos de Al Qaeda y que terminen rápidamente con este tema.
Querido Ezequiel, fuerza, saque pecho y evita que te encuentren…. Recordá que el tiempo borra cualquier herida. Menos las que ocasionan las cuchillas de 25 centímetros de hoja.

Dr. Amor