Pero…¡si yo no puedo!

Dr. Amor:

Me atrevo a escribirle, porque sé que ustedes garantizan la privacidad de estas cartas. Desde ya quiero agradecerles la seriedad, profesionalismo y compromiso que demuestran en cada respuesta. Mi nombre es Luciano, soy de Lima, Perú.

Estoy casado con Esther desde hace 7 años. Por cuestiones laborales, apenas nos casamos tuvimos que viajar a Austria, donde vivimos hasta el momento. Al casarnos quisimos tener chicos, pero al ver que se retrasaba nuestro embarazo hicimos todas las pruebas necesarias para conocer si existía algún problema. Esther dio plena aptitud, pero lamentablemente a mí me salió un problema congénito por el cual mi aparato reproductivo, por una mal formación, no puede producir espermatozoides aptos para fecundar ningún óvulo. Pero como somos jóvenes nos quisimos dar el tiempo necesario para pensar que hacer. Por ejemplo, si ella se fecundaba con esperma de un banco de semen o si adoptábamos una criatura. Al llegar a fin de año, por cuestiones de trabajo no pude ir de vacaciones al Perú, pero Esther viajó un mes a visitar a sus familiares. A su vuelta, empezamos a buscar las diferentes variables que se nos presentaban para intentar solucionar nuestro tema. Pero oh sorpresa. Esther comenzó con faltas y confirmamos que estaba embarazada. «Pero…¡Si yo no puedo! fue lo primero que le dije al doctor. No existieron respuestas por parte del catedrático pero Esther tenía tal alegría, que me la contagió y en lo único que pensábamos en ese momento era en la llegada de ese vástago a nuestra familia. Dios había hecho algo que bendecía nuestras vidas. Así fue como nació Pedrito, nuestro hijo. A partir de ese momento pasaron dos años, de mucho sacrificio y trabajo. Al menos para mí. Porque en Austria desarrollé mucha actividad laboral. Mientras Esther se quedaba en casa, con el niño. El anteaño pasado tuve la recompensa de ser ascendido a gerente de área en la compañía donde trabajo. En las vacaciones de invierno, Esther tuvo la necesidad de viajar a Perú a visitar a los parientes, ya que hacía más de dos años que no iba. Otra vez no pude acompañarla, por el excesivo trabajo y más en ese momento del ascenso, era inconveniente que me fuera de vacaciones. Así que mi mujer se fue con Pedrito a Lima. Al volver, los recibí con mucha alegría y entusiasmo porque verdaderamente los extrañe en demasía. Pero a los tres meses de su vuelta, otra vez nos encontramos con una sorpresa. Esther embarazada. No lo podíamos creer. Especialmente Esther, a cada rato decía…»Gracias Dios bendito». «La mano de Dios tiene poderes increíbles…» y todo tipo de frases de fe y religiosidad. Lógicamente estamos muy contentos con nuestro nuevo hijo, que se llama Andrés.Pero Doctor, aquí en Austria no es sencillo mantener una familia, que por el momento es de cuatro componentes. Mi temor es que pasa si nuevamente dejo embarazada a Esther. Ya sería otro niño más en la familia, y por ende otra boca que alimentar. Por favor, algún comentario.

Luciano de Austria


Respuesta del DR AMOR:

Estimadísimo Luciano:

¡Que alegría recibir una carta desde tan lejos!. Las posibilidades que nos da la página Detodounpocotv y el uso de la Web son verdaderamente fabulosas. Tu caso nos a conmocionado a todos, dentro de nuestro equipo de profesionales. Realmente estamos sorprendidos porque entendíamos que Dios estaba en todos lados pero por lo que nos contás, está muy presente en Lima , Perú -al menos durante las vacaciones de Esther-. Para contestar con más fundamentos, tendríamos que saber más sobre tu condición física, porque si verdaderamente no podés fecundar, que milagrosa a sido tú vida en los últimos años. Amén….Amén. También nos gustaría tener un acercamiento de tu perfil psicológico, porque intuimos que cuando eras chico, los demás compañeritos del colegio te contaban cosas inverosímiles y vos te las creías como ciertas. ¿Nos equivocamos…? Pero si vos te sentís bien, con tu familia, con Esther y con tus niños, dale para adelante con todo. En relación a tu preocupación de que puedas llegar a tener otro hijo, te decimos casi con seguridad, que si evitás que Esther viaje a Perú, difícilmente vuelva a quedar embarazada. Salvo que Dios quiera realizar un viajecito a Austria. Para finalizar necesitamos realizarte una pregunta: cuando hablaste con Esther de que fuera fecundada, ¿le aclaraste que se hace vía una intervención médica y no en vivo y en directo?.

Dr. Amor

Nota: luego de la llegada de tú carta, tres de nuestras profesionales -veteranas ellas- acaban de sacar pasaje para visitar Machu Pichu. Por ahí andará Dios también….¿no?.