Café frappé, un invento griego

La primavera ya está por aquí -más o menos instalada según dónde- así que la temporada de cafés fríos puede quedar oficialmente inaugurada tras las vacaciones de Semana Santa.

En realidad nosotros nos hemos adelantado unas semanas porque, durante una reciente escapada a Atenas, el café frappé se convirtió en nuestra bebida oficial. Y no somos los únicos porque resulta que junto al típico café griego -hermano del café turco- este café frío batido es casi la bebida nacional griega.
¿El café frappé un invento griego? Pues sí. Aunque ahora es ya algo muy internacional entre el Nescafé Frappé de los 90 –“el frío negro contra la sed”– y los frapuccinos de Stacbucks y compañía, cuenta la leyenda que la idea surgió en 1957 cuando un representante de Nestlé, en una feria, no encontraba agua caliente para prepararse un café instantáneo y optó por probar con agua fría y una coctelera. Y el experimento, claro, salió bien.

Un frappé en una terraza de Atenas
Más allá de la versión oficial -que aparece en la Wikipedia y todos repetimos- lo cierto es que en esta historia radica uno de los secretos del frappé y que, a diferencia del shakerato italiano, no se prepara con café expreso sino con café instantáneo. Precisamente es el uso de este tipo de café lo que permite crear una espuma tan densa, abundante y duradera.
Prepararlo es muy sencillo y de cara a los meses de cafés fríos y terrazas que están a la vuelta de la esquina puede ser una buena alternativa al más tradicional café con hielo. Sólo necesitaremos café instantáneo, agua fría, azúcar, leche -opcionalmente, claro- y una coctelera o batidora.
Podemos usar cualquier café instantáneo aunque, por lo visto, la receta original usaba Nescafé Classic. Lo que sí es cierto es que hemos probado en casa varias veces y no hemos conseguido un sabor tan intenso como allí, incluso aumentando la cantidad de café, con lo que eso de que el Nescafé comercializado en Grecia es más fuerte puede que sea cierto.

La clave está en la espuma, que se consigue con café instantáneo
En cualquier caso ponemos una cucharada de café instantáneo, una de azúcar -o más o menos según nuestras preferencias- y agua fría, pero sólo un poco, hasta cubrir la mezcla. Ahora tenemos que agitar bien esta combinación con una de esas típicas batidoras pequeñas, o mejor en una coctelera. En pocos segundos tendremos una espuma muy densa, casi sólida.
Vertemos la espuma en un vaso alto, añadimos 2 o 3 hielos y más agua fría hasta completar el vaso. También se puede añadir un poco de leche a la mezcla, como en el caso de los que aparecen en las fotografías. Se remueve y se sirve con una pajita.

¿Y si preparamos el café normal y lo batimos con hielos en la coctelera? También funciona y tendremos mucha espuma, aunque quedará más aguado -los hielos se desharán-, la espuma no será tan compacta y durará menos. Así que mejor probar la receta original griega.
Por cierto, si vais allí, recordad: se puede pedir sin azúcar (skétos), medio (métrios) o muy dulce (glykós). Y aunque en cualquier bar o cafetería se puede encontrar, una última recomendación: Metamatic:taf, en pleno centro histórico pero sin demasiados turistas, y con un estupendo frappé para pasar la tarde en su peculiar terraza
Fuente: https://blogs.20minutos.es/la-gulateca/2015/04/06/receta-expres-cafe-frappe-un-invento-griego/