Player – Baby Come Back

«Baby Come Back» es una canción de la banda estadounidense de rock Player, originalmente publicada en 1977 por las discográficas RSO y Philips para la promoción de su álbum debut homónimo, y como primer sencillo del grupo.

El tema, además contener los conocidos riffs de guitarra distorsionada, está construido por una instrumentación que incluye sintetizadores, Clavinet, Organo Hammond, Piano electrico, bajo y batería. Los encargados de la producción fueron Dennis Lambert y Brian Potter.

Escrita y compuesta por los integrantes Peter Beckett y JC Crowley e inspirada en la separación amorosa de Beckett, en tan poco tiempo se convirtió en el primer número uno de la banda. En los Estados Unidos, llegó a la cima de la lista Billboard Hot 100 y logró entrar en el puesto número 10 en la Hot Soul Singles en la segunda quincena de enero de 1978, allí se mantuvo en un total de treinta y dos semanas. El éxito continuó en Canadá, donde la canción se ubicó en el puesto 1 durante una semana. En Francia, Reino Unido, Países Bajos, Australia y Nueva Zelanda ocupó los puestos 2, 21, 32, 15 y 4, respectivamente. La canción vendió un total de 3 millones de unidades, sólo en los Estados Unidos y Canadá.

Beckett afirmó que la inspiración para componer esta canción vino luego de la ruptura amorosa de él con su entonces novia. Luego de cinco años de relación, el término de ésta dejó bastante deprimido al músico, quien se dio la tarea de dejar plasmada toda su tristeza en las estrofas de «Baby Come Back».
Fue compuesta entre marzo y abril de 1977, cuando Beckett le redactó su historia a Crowley quien con su creatividad e imaginación pudo en parte co-escribir la canción. Según Beckett, se escribió con rapidez, les llevó cerca de tres horas en una noche y una hora de la noche siguiente pasaron a pulirla y decía que la canción tenía «tanto sentimiento personal, que sabían que tenían algo en especial». Luego de haberla compuesto, decidieron estrenarla tocándola en distintos bares y clubs de California, momento en el cual comienzan a preocuparse más por conseguir algún contrato y de convertirse en una banda profesional.

Tras una visita al Hotel Beverly Hills, el grupo se encontró casualmente con el productor discográfico Clive Davis a quien le tocaron por primera vez y éste los alagó diciendo que su música sonaba bien. La intención de la banda era firmar un contrato discográfico, pero no lo consiguieron.

En mayo de 2006, la canción fue ubicada en el puesto número 8 en la lista «Las diez canciones de rock de todos los tiempos» elaborada por Yacht Rock. En septiembre de 2013, la emisora WMMO de Orlando, Florida, elaboró una lista titulada «Las 500 mejores canciones de todos los tiempos» en donde la canción ocupa el puesto número 151.