«Puerto Místico» de Anacleto, el Pato

En el puerto de sus vidas
está aguardando un velero.
Es para un corto viaje
… Una muerte pasajera!

Por Alejandro Ramírez 

Es hacia una nueva etapa,
quizás todas así lo sean;
Momentos de incertidumbre
por no saber qué se espera.

Ya dejaron de ser niños
y recién ahora lo notan,
cuando al terminar el colegio,
algunas lágrimas brotan.
Es natural que así sea,
Sabemos que no hay retorno
a los tiempos de alegría,
que les ofreció este entorno

Los colores de tu Escudo
son esa punta de lanza,
que enseñan que actuando juntos,
siempre habrá alguna esperanza.
Son símbolos de la unión
para enfrentar desafíos.
Son muestra de nuestro amor:
al colegio, la familia y los amigos

Mucho más que un uniforme
y un color de pertenencia,
hoy dejan pedazos de piel
y partes de su existencia.
Sentimientos compartidos
y años de aprendizaje
con tiempos controvertidos…
Toda una gran experiencia!

Cómo gritar los secretos,
contados en un recreo?
Cómo devolver los besos,
robados casi al voleo?
Cómo decirle al amor
al que herimos sin piedad,
que rogamos que la vida
nos dé otra oportunidad?

Estos años de colegio
son como una corta vida,
con todos los condimentos
de una etapa compartida.
Con logros, envidia, celos…
y miles de buenos momentos,
que sin duda permitieron
empezar a conocernos.

Otros puertos en tu vida
seguro has de visitar,
que tu alforja de vivencias
y tu alma han de llenar.
Todos serán importantes
y tu senda han de marcar,
pero el tiempo del colegio
… Difícil será igualar!

Quizás sea este el momento
de valorar lo vivido.
Quizás la oportunidad,
de contar nuestra verdad…
Y de aprehender las enseñanzas
que en la vida cotidiana
hemos mirado pasar
como desde una ventana.

Es en este mismo instante,
en que el viento infla las velas,
cuando el alma se pregunta
qué será lo que le espera.
Dependerá de la suerte
o de lo que se haya sembrado?
Habrá tiempo de arreglarlo?
Será… que aún queda tela?

He podido aprovechar
las señales del camino?
He sabido acompañar
a los que viajan conmigo?
Les he mostrado mi amor
dándoles mi tiempo y mi oído?
Y… he logrado perdonar
a aquellos que me han herido?

De nada sirve llorar
si las lágrimas… no enjuagan
y nos limpian bien los ojos
para lo que viene observar:
Un puerto desconocido,
que con nuevos desafíos
y sustento en lo vivido
deberemos de enfrentar.

Construyan su propio futuro
sólo en base a vuestros sueños.
Somos padres no sus dueños
… Sólo un punto de partida;
Que a pesar de nuestro empeño,
de sanearles el camino,
siempre aparecerán heridas,
Son las reglas del destino.

No importa hasta donde lleguen
Sí… la senda recorrida,
Que aunque a veces solitaria
y otras tantas compartida,
podrá servirles de guía
a aquellos más temerosos,
o quizás más cuidadosos,
al enfrentarse a la vida.

Tampoco importa el momento
o en que puerto esto suceda.
Si atendemos nuestros sueños
y el alma … así lo desea,
y actuamos con entusiasmo…
ya no habrá otra alternativa,
no será cuestión de suerte

… Habrá servido esta vida!

Anacleto, el Pato