Palos de ciego

Covarrubias, en su Tesoro de la Lengua Castellana, define como «palo de ciego» el que se da a tentón y es descargado con mucha furia. Y en otro lugar dice: «Palo de ciego que saca polvo debajo del agua; los ciegos, como no ven adónde van, arrojan el golpe desaforado».

Esto de los palos de ciego fue siempre cosa de gran hilaridad. La diversión a base de los palos de ciego fue común en la antigüedad, y su último avatar es la «piñata» y que dio nombre al Domingo de Piñata y al baile de Piñata, porque en él se vendaban los ojos a los circunstantes para que rompieran a garrotazos una olla colgada del techo, llena unas veces de agua y otras de pájaros o dulces.
Iribarren, José Mª; El porqué de los dichos. Gobierno de Navarra. Departamento de Educación, Cultura, Deporte y Juventud. Novena edición. Octubre 1996, pág. 82.

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