No dejó títere con cabeza

Todos sabemos que los títeres son figuras hechas en pasta, madera u otro material que, revestidas y adornadas caprichosamente, se accionan con hilos mediante algún artificio manual.

En la actualidad, los títeres son un espectáculo para niños, pero en otras épocas, las representaciones se hacían también para recreo de los adultos, lo que explica que el célebre Don Quijote haya podido arremeter como lo hizo, contra el retablo del maese Pedro, en el que -en efecto- no dejó títere con cabeza. La expresión quedó en el lenguaje popular para calificar el destrozo que, por motivos airados, se hace de algo o alguien involuntaria e indiscriminadamente, aunque por analogía, la frase puede aplicarse también en el caso en que no haya ningún daño material, sino una severa reprimenda manifestada en forma oral contra una o más personas.

Fuente: http://www.ciudad-real.es/varios/dichos/n.php