Menos averigua Dios y perdona

Frase que expresa la idea de que, hasta el mismo Dios perdona a quienes somos pecadores, sin necesidad de conocer nada más que nuestro arrepentimiento, por lo cual nadie puede exigirnos saber más de nosotros.

La frase habría sido la respuesta de un diácono al cura -célebre éste, por su gran apego a las monedas- quien una vez le preguntó de dónde había sacado dinero para hacer las compras para la parroquia.
Fuente: http://www.ciudad-real.es/varios/dichos/m.php