Insomnio

La cotización del dólar, las expensas, el alquiler, mi jefe, mi suegra….SOCORRO, NO PUEDO DORMIR!!!!!! . Tranquilos, a no desesperar. El insomnio es la imposibilidad de conciliar el sueño o dormir una cantidad de horas insuficientes. Pero tiene solución. Debemos tratar de modificar estos trastornos, en principio sin medicamentos y si no podemos, visitar a nuestro médico de cabecera para que nos ayude a poder dormir un poco más y mejor. El descanso nocturno es muy importante y primordial para sentirse bien. ¡Pobres los serenos!.

 

DESCRIPCIÓN:
Es la imposibilidad crónica de conciliar el sueño, de dormir una adecuada cantidad de horas durante la noche o de sentirse descansado al despertarse.

CAUSAS:
Los elementos implicados en la alteración del sueño se relacionan con: afecciones médicas (hipertiroidismo), eventos estresantes (especialmente los crónicos y relacionados con el trabajo, ansiedad y consumo de alcohol). Los duelos y pérdidas significativas disminuyen la eficiencia del sueño, así como también el consumo de alimentos o bebidas estimulantes. La cantidad de horas de sueño y su calidad van disminuyendo con los años.

SÍNTOMAS:
La dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no lograr un sueño reparador. Algunas personas no se les dificulta dormirse, pero se despiertan a la madrugada y no pueden volver a conciliar el sueño. También puede haber modificaciones en las características del sueño, que puede ser ligero o inquieto. Todo este tipo de alteraciones provoca malestar o deterioro social, laboral o de otra área importante en la actividad del individuo. El insomnio puede causar disminución de la energía, irritabilidad, desorientación, ojeras, cambios posturales y fatiga.

DIAGNÓSTICO:
La mejor manera de diagnosticar si un individuo está durmiendo lo suficiente es evaluar cómo se siente. El médico analiza la historia clínica de la persona, si consume medicamentos o drogas, el tipo de actividad que realiza durante el día, etc.

TRATAMIENTO:
En lo posible, se debe intentar solucionar el insomnio sin recurrir a medicamentos. Se debe establecer un horario de sueño regular y recurrir a técnicas de relajación para evitar pensamientos que causen nerviosismo. No es conveniente pasar largos períodos en la cama durante el día porque el cuerpo se acostumbra a estar en ella despierto. La leche, la carne roja y otros alimentos son inductores naturales del sueño, por eso a algunas personas les resulta beneficioso tomar un refrigerio de este tipo a última hora. El uso de sedantes y antihistamínicos para tratar el insomnio puede aumentar la somnolencia durante el día. Los sedantes más fuertes de venta bajo prescripción médica pueden inducir tolerancia (es decir, demandar cada vez dosis mayores para producir el mismo efecto) y no logran un sueño natural y reparador. Como resultado, el individuo se puede sentir dependiente del fármaco. Cuando se interrumpe su administración, puede presentarse un efecto rebote con mayores problemas de insomnio