Las 10 Enfermedades más frecuentes de las Tortugas

Entre los pacientes que conocemos como exóticos y que solemos ver en las clínicas veterinarias, quizá uno de los grupos más numerosos sea el de las tortugas.

Y es que, a pesar de que el censo de «tortugas domésticas» puede no ser muy elevado, la frecuencia con que estas enferman sí lo es.
Y lamentablemente, ello es debido un gran número de veces a un manejo o a una alimentación deficientes, consecuencia de una falta de información. Es por eso que, con el fin de aportar nuestro grano de arena, exponemos a continuación las enfermedades más frecuentes de las tortugas acuáticas y terrestres, el origen de ellas y la manera de evitarlas:

Hipovitaminosis A
La falta de esta vitamina provoca daños en la capa externa de la piel y en las mucosas, decaimiento, anorexia, inflamación de ojos y oídos y, en ocasiones, infecciones respiratorias.
Su origen está directamente en una carencia de esta vitamina en la dieta.

Procesos respiratorios
Se trata de infecciones de origen vírico, bacteriano o fúngico que producen secreción nasal, letargia, pérdida de apetito, exceso de moco en la cavidad oral e incluso jadeo.
Pueden aparecer a consecuencia de una falta de vit. A, como hemos dicho en el punto anterior, o a consecuencia de una higiene inadecuada.

Abscesos
Normalmente aparecen como inflamaciones en alguna parte del cuerpo. Los más frecuentes se producen en el oído medio.
También pueden a aparecer como consecuencia de una hipovitaminosis. Otras causas posibles son una higiene deficiente (agua contaminada) o una temperatura inferior a la recomendada.

Lesiones del caparazón
Pueden ser de tipo infeccioso (hongos, bacterias o virus) o de tipo traumático (caídas y mordiscos).
Si la fractura es muy extensa o si afecta a órganos internos, el pronóstico puede ser muy grave.

Parásitos internos
Es común la presencia de lombrices en las heces, que se aprecian a simple vista. Y también lo es la de parásitos microscópicos solo observables mediante análisis de heces al microscopio.
Aunque pueden no provocar síntomas, las parasitaciones más severas provocan diarreas y pérdida de peso.

Parásitos externos
Principalmente larvas de mosca y garrapatas en tortugas terrestres.
Una inspección minuciosa cada pocos días nos permitirá localizarlas de manera temprana.

Enfermedad ósea metabólica

Piramidismo
Se presenta como un conjunto de malformaciones y alteración de la consistencia del caparazón.
Se deriva de una alimentación inadecuada: falta de calcio, de vit. D3 o exceso de fósforo.

Retención de huevos
Puede ser de una puesta completa o parcial. Cuando aparecen los síntomas, la situación ya suele ser grave, por lo que es necesario acudir al veterinario con urgencia.
Dichos síntomas son: anorexia, letargia, descarga cloacal maloliente, postura anormal, retención de heces y prolapso(salida) de órganos internos a través de la cloaca.

Anorexia invernal
Cuando no les permitimos hibernar, las tortugas pueden sufrir un aletargamiento debido a los cambios ambientales (descenso de temperaturas y luz). Debido a ello, pueden dejar de comer, llegando en ocasiones incluso a morir de hambre.
Si decidimos dejarlas hacerlo, es importante permitirles que antes se preparen para ello y cuidar de que las condiciones «invernales» se mantengan constantes durante toda la estación para evitar interrupciones del proceso. De no estar seguros de poder hacerlo, es mejor evitarlo creando un verano artificial manteniendo la temperatura y la luz .

Gota
Los signos son inflamación y dolor de las articulaciones.
Se debe a una acumulación de ácido úrico, que a su vez, suele ser consecuencia de una dieta demasiado rica en proteínas, a la administración de ciertos medicamentos o a un fallo renal.

CÓMO EVITARLAS
Si decides contar con una tortuga como mascota, no olvides:
1. Asegurarte de que la adquieres en un establecimiento de confianza en el que te informen sobre la especie a la que pertenece y sus necesidades ambientales y nutricionales reales.

Así, mientras que una tortuga acuática es eminentemente carnívora, las terrestres son, principalmente herbívoras. Existen, por ejemplo, alimentos como el clásico gammarus que se les ofrecen con mucha frecuencia y que no aportan ningún beneficio.
Y lo mismo en lo que se refiere a las instalaciones en las que permanezcan. Es vital mantener una humedad, una temperatura y una luz adecuadas.
Si es necesario, acude a un veterinario especialista que te asesore sobre la dieta y las condiciones apropiadas para ella.
2. Mantener unas condiciones higiénicas buenas. No debemos dejar que se acumulen restos de alimento o deposiciones en el terrario/ acuario y hay que hacer una limpieza general al menos una vez por semana.
3. Revisarla con frecuencia (caparazón, ojos, oídos, extremidades..) y observar su comportamiento en busca de posibles alteraciones que puedan indicar algún trastorno.
4. Una visita anual al veterinario, con análisis de heces incluido, nos permitirá confirmar que todo está en orden.
Fuente: http://www.vetclan.com/las-10-enfermedades-mas-frecuentes-de-las-tortugas/