La Pandemia emocional

En el momento actual por el que estamos atravesando con el efecto pandemia, todas las personas a nivel mundial enfrentamos una crisis con fuertes implicaciones en la salud, en la economía y en nuestros comportamientos de interacción social.

Olvidándonos tomar conciencia del gran factor que sufrió severas consecuencias de esta situación, hago referencia a la mente y nuestro estado emocional para hacer frente a lo que nos toca, si bien existe una situación mundial que afectó a todas las personas del planeta, existe la percepción individual que cada persona atraviesa internamente frente a esta crisis.

Los seres humanos nos vimos obligados a cambiar nuestros comportamientos, nuestra manera de comunicarnos, de relacionarnos, taparnos la boca, tener distanciamiento social con las demás personas, estar impedidos de socializar, de poder abrazar, de ver o compartir encuentros con nuestros seres queridos, disparó en la mayoría de los casos, alteraciones en la conducta, transformándose en disparadores de angustias, ansiedades, miedos, problemas para dormir, desgano, irritabilidad, trastornos alimenticios entre otros.
El ser humano es un ser social que cuenta con un cerebro evolucionado, adaptado para socializar, conectar con otros seres de nuestra especie para vivir en comunidad, debido a las grandes restricciones o modificaciones que tuvimos que hacer para evitar el contagio del virus, generó evitemos la mirada frente a un otro, a ver a “ese otro” como riesgo y peligro de contagio, fuimos evitando el contacto, el roce, el acercamiento con otras personas y eso emocionalmente es percibido como amenaza, impacta directamente con nuestro mecanismo de supervivencia e inconscientemente nos predispone a sentirnos en alerta, CUIDADO… EL OTRO ES UN RIESGO PARA MI SUPERVIVENCIA YA QUE ME PUEDE MATAR!!! Por tal efecto muchas personas hoy en día están padeciendo grandes cambios y alteraciones psico-emocionales siendo afectado su bienestar y calidad de vida.

Compartimos con ustedes observaciones y conclusiones actuales que por el efecto cuarentena se manifiestan en distintas etapas vitales en los seres humanos.

*Empecemos con los niños: Muestran ansiedad de separación, extrañan a sus amigos, entran en sedentarismo, y usan desmedidamente la tecnología.

*Los adolescentes: Sufren la distancia física de “su manada de pertenencia” (en el momento de mayor exploración humana luego de haber aprendido a caminar). Su emerger sexual, la construcción de su identidad, la validación de los pares, y la distancia necesaria de los padres… todo eso está pospuesto por el hecho de tener que estar aislados y resguardados en sus casas.

*Los adultos: Lidiamos con el desafío de reinventarnos, la ansiedad de no lograrlo, los temores de ser sostén emocional y económico de nuestros niños y adultos mayores en un momento de total INCERTIDUMBRE. Lidiamos con la postergación o disolución de proyectos. Nos asusta el peligro de perder nuestros trabajos y bajar nuestra calidad de vida, y afrontamos la desafiante tarea de adaptarnos al TELETRABAJO “full time”.

*El adulto Mayor: Son la población de mayor riesgo, (con el miedo que eso implica), muchos sufren la soledad, la desprotección y la dificultad para manejar la tecnología como forma única de mantener el contacto. Y la proyección vital, se vuelve estrecha, “CADA MINUTO VALE ORO” y no pueden vivirlo cerca de los suyos.

*También vemos a quienes en esta situación encuentran OPORTUNIDAD para el cambio favorable, los que despliegan su PLASTICIDAD, su CREATIVIDAD y desarrollan hábitos nuevos que desearían conservar para siempre.

De esta situación vamos a salir todos parados de un MODO DIFERENTE, pero seguro será mejor si salimos unidos!!!

Autor: Grupo Ciemec