Tabaqueras

Es interesante contar como los hombres de campo se las ingeniaban para llevar en sus largos viajes por la pampa argentina, cosas que no podían conseguir en medio del campo sino hasta llegar a cualquier poblado o grupo de «casas». Como es sabido, el paisano era muy afecto al tabaco.

Para llevar su tabaco se fabricaba un receptáculo hecho con un buche de avestruz. Este se sobaba bien, dándole al flexibilidad necesaria, quedando similar a un fino género. A esto se le llamaba TABAQUERA y poseía las propiedades de conservar el tabaco con la humedad necesaria para hacer las delicias de un buen fumador. Según la zona del país llevaba varios denominativos como «chuspa» o «guayapa». Los gauchos eran adeptos a utilizar estas tabaqueras bordadas, por lo general realizado por alguna china que ponía todo su ingenio y todo su amor en la combinación de los colores de las lanas con que las adornaba. La tabaquera se cerraba con una jareta o simplemente la plegaban varias veces y la ataban con una cinta que era generalmente de colores vivos. Esto encerraba un doble propósito y una gran razón: los colores vivos le gustaban a las mozas, y en caso de que al andar a caballo por el campo se les caía, el color vivo lo hacía más fácil de encontrar entre los verdes y marrones del pasto y la tierra. Estas tabaqueras también se solían fabricar con vejigas de vacunos, siendo muy útiles y bonitas. En la actualidad se ven solamente en los museos dedicados a las prendas gauchas. A veces se pueden apreciar en los desfiles de paisanos donde participan centros tradicionalistas en los festejos de los días patrios.