Regionales: Llama

Mamífero rumiante propio de la América Meridional. Es una variedad doméstica del guanaco, del cual sólo se distingue en ser un poco más pequeño, pues tiene un metro de altura hasta la cruz y casi la misma longitud. Se aprovechan su leche, carne, cuero y pelo, que esquilan cada año, al igual que la lana de las ovejas.

La llama abunda en Bolivia, parte del Perú y noroeste de la Argentina. No se la conoce en estado salvaje, sino en el de domesticidad, en el que ya la tenían los peruanos de la época incaica. Cuando llegaron los españoles, encontraron en el Perú inmensos rebaños de llamas.
Los indígenas las utilizaban principalmente como bestias de carga. También las ofrecían en sacrificio en algunas ceremonias religiosas. Cada animal puede transportar de 30 a 40 kg. de peso. Son muy seguras, por lo que se emplean para conducir objetos frágiles por los senderos andinos.

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Se inicia a los 12 meses aproximadamente, pero debido a la falta de desarrollo corporal, se aconseja cubrirlas cuando llegan a los dos años de edad.

Celos
A consecuencia de las condiciones climáticas en su hábitat, los celos presentan una marcada tendencia a la estacionalidad, desde diciembre a mayo, pero pueden extenderse hasta el mes de julio, o durante todo el año bajo ciertas condiciones de manejo.
Duración del celo: Las hembras permanecen receptivas mientras no gestan.
Ovulación post – coito: Ocurre a las 24-26 horas posteriores y si no quedan preñadas, el cuerpo lúteo involuciona a los doce días y con marcada sincronización comienza el crecimiento de nuevos folículos de Graaf para desencadenar un nuevo celo.
Duración de la gestación: Entre 335 a 342 días.
Epoca de parición: En el período diciembre – marzo, es decir coincidente con la época en que se realiza el empadre. Nunca paren mellizos.
Intervalo entre partos: Promedio general entre partos un año y siete meses.
Mortalidad de crías: Mortalidad neo – natal 25 %