Alternativa: Codorniz

El mercado interno de la producción de huevos de codorniz se incrementó en los últimos 5 años de manera exponencial, al calor de una demanda sostenida fruto de la difusión de sus numerosas bondades.

Un huevo de codorniz equivale en proteínas y calorías a un vaso de 100 gramos de leche y contiene mayor cantidad de hierro. Además, por su elevada riqueza en minerales, proteínas y vitaminas -concentra altísimas proporciones de A,D,C,E,B1,B2, esenciales para el desarrollo infantil y recomendadas para el período posmenopáusico- alta digestibilidad (97%) y mínimo contenido de colesterol (0,7% contra el 7% del huevo de gallina) el consumo de huevos de codorniz resulta indicado tanto para niños como para adultos, ancianos o personas convalecientes. Y como también posee propiedades antialérgicas, es recomendado en las dietas de personas que sufren de arterioesclerosis o hipertensión arterial.
Las aplicaciones gastronómicas de los huevos de codorniz son múltiples. Una vez hervidos y descascarados, se pueden servir para acompañar aperitivos, cócteles, pizzas y arrollados.
Su comercialización está dirigida a un mercado en crecimiento con gran potencial ya que se puede llegar a vender mucho.
Para que un criadero sea rentable necesita por lo menos una batería de 30 jaulas con 600 codornices ($2.700), que ocupa una longitud de dos metros y medio por uno con ochenta de alto y sesenta centímetros de ancho. Con este plantel se pueden obtener 480 huevos diarios -una codorniz pone 24 cada 30 días- que permitirán la amortización del capital en el transcurso de seis meses.
El recinto seleccionado debe tener alguna ventana o abertura cubierta con una cortina de nylon para proveer de luz solar a las aves, aunque no es aconsejable que esté orientada directamente sobre ellas. En condiciones ideales, las codornices necesitan 16 horas de luz por día por un tema clave.
Como el animal es rústico, su postura es estacional y varia en función del índice de luminosidad reinante. Cuando los días se van acortando entre el 21 de diciembre y el 21 de junio, el animal percibe el fotoperíodo negativo y deja de poner. Entonces para lograr una producción estable se debe compensar la carencia de luz natural con luz artificial. A su vez, durante la noche es recomendable dejar un velador encendido para que ante la eventualidad de que alguna se despierte pueda observar con facilidad qué sucede a su alrededor y se mantenga serena. Porque cualquier circunstancia que la altere -presencia de roedores, ruidos extraños, una tormenta fuerte,etc- también conduce a que disminuya su postura; por este motivo es tan importante que el recinto esté debidamente aislado y en perfectas condiciones de higiene.

Baterías
Cada jaula consiste en un módulo autoportante de 61 centímetros de fondo, 49 de ancho y 25 de alto ($40 más IVA) y aloja a 20 ponedoras o 18 hembras reproductoras y 6 machos. Tiene dos compartimientos con sendas puertas de apertura provistas de un autocierre a vaivén con un piso levemente inclinado que permite el deslizamiento de los huevos hacia el exterior, confeccionado en reja metálica.

Alimentación y postura
La codorniz consume 30 gramos de alimento balanceado por día y 1 kilo por mes.
Los huevos son aptos para consumo durante 30 días.
El procedimiento para reconocer si un huevo de codorniz es fresco es muy sencillo, dado que si posee dicha cualidad, al ser colocado en agua se mantiene en la superficie.
Las codornices no necesitan vacunas ni medicaciones: a lo sumo pueden padecer coriza (gripe) originada en un golpe de frío que pudo haberse filtrado a través de alguna ventana abierta y las mantiene postradas durante una semana. Pero como se recuperan solas, el único cuidado que se les debe prodigar en estos casos es mantener a las afectadas en una misma jaula para que las sanas y activas no las molesten.

Infraestructura
El terreno donde se instale el criadero no puede ser inundable y tiene que disponer de buen drenaje.
El esquema entonces se traza de esta manera: la mayor demanda de huevos de codorniz se verifica a partir de Semana Santa, desciende sensiblemente durante las vacaciones de invierno y luego vuelve a repuntar y se mantiene constante hasta fin de año.