La leyenda de Cupido

El dios Cupido es todo un símbolo del 14 de febrero, Día de los enamorados. Pero, ¿se enamoró también Cupido?

 

Cupido (hijo de Venus y Marte), el pequeño dios del amor según la mitología romana y Eros según la griega, es uno de los pocos dioses antiguos que sobreviven a nuestros días y del que, año tras año, cuando se acerca la fecha de San Valentín o Día de los Enamorados, rememoramos como estandarte del amor y el romanticismo.

Cupido llevaba a la espalda llevaba dos clases de flechas: unas doradas que provocaban el amor instantáneo, y otras de plomo que provocaban indiferencia.

Pero, ¿se enamoró también Cupido?

Así es. Su historia de amor con Psique (Alma), una princesa a la que Venus envidiaba por su gran belleza, fue relatada por Lucio Apuleyo en su novela Las Metamorfosis, también conocida como El asno de oro.

Según la leyenda, Venus encargó a su hijo Cupido (pícaro y carismático) que hiciera que esta se enamorara perdidamente de algún hombre de baja condición, feo, con tan curiosa suerte que quien se enamoró perdidamente nada más verla fue Cupido. Ni corto ni perezoso decidió obviar el encargo de su madre y estar con ella cada noche. Tras toda una serie de peripecias en las que Psique es víctima de las envidias de sus hermanas y Cupido se lamenta de haberse herido con sus propias flechas y sale huyendo, finalmente… o colorín colorado como dirían en los cuentos, el consejo de los dioses decide convertir a Psique en diosa para que ambos pudieran vivir su romance.

De este amor nació su hija Voluptas (Placer) y desde entonces, el amor ha sido simbolizado por dos corazones atravesados por una flecha.

Cupido también se enamoraba: la historia del ángel del amor
Cupido también vivió su propio idilio.

Aunque todos tenemos la imagen de ese niño regordete que iba por ahí con su arco y sus flechas creando y destruyendo amores, Cupido también vivió su propio idilio. La historia de amor entre Psique y Cupido fue relatada por Lucio Apuleyo en su novela Las Metamorfosis, también conocida como El asno de oro.

Cuenta la leyenda que la diosa Venus, madre de Cupido, estaba muy celosa de una mujer mortal llamada Psique y conocida por su extrema belleza. Es por ello que encargó al travieso Cupido la misión de hacerla enamorarse locamente de algún hombre de baja condición. El problema fue que cuando Cupido vio a Psique se enamoró perdidamente de ella, y en lugar de cumplir el encargo de su madre decidió tomarla por mujer. Instaló a Psique en su palacio y la visitaba todas las noches, a oscuras, para que ella no conociese su identidad divina. Las hermanas de la mujer, celosas de su suerte y de las riquezas de su marido, la convencieron de que éste era una terrible serpiente y de que debía matarlo.

Cuando Psique iluminó el cuerpo de su marido con la intención de cumplir su cometido, descubrió que este era el dios Cupido y no fue capaz de hacerle daño. Pero él la descubrió y, arrepentido de desoír los consejos de su madre y de haberse herido con sus propias flechas, decide castigarla huyendo. Comienza entonces el largo peregrinaje de Psique, quien recorre cielo y tierra en busca de su Cupido. En el cielo encuentra a Venus, quien le hace pasar por durísimas pruebas con la intención de verla desesperarse o morir en el esfuerzo. Pero ella no se rindió, y como recompensa pudo finalmente casarse con Cupido en el consejo de los dioses.

Fuente: http://www.muyhistoria.es/h-antigua/video/la-leyenda-de-cupido