Manila. Filipinas

Manila. Filipinas

Manila (en pampango: Menila; en zambal: Ibali), oficialmente Ciudad de Manila (Filipino: Lungsod ng Maynila), es la capital de Filipinas y la segunda ciudad del país por número de habitantes, después de Ciudad Quezon.

La ciudad está situada en la costa oriental de la bahía de Manila, en la isla de Luzón, junto a la desembocadura del río Pásig; la ciudad limita al norte con las ciudades de Navotas y Caloocan; al nordeste con Ciudad Quezon; al este con San Juan y Mandaluyong; al sudeste con Makati y al sur con Pasay.
Manila tiene una población total de 1 652 171 de acuerdo con el censo de 2013, siendo la segunda ciudad más poblada del país después de la cercana Ciudad Quezon. La población habita un área de apenas 38,55 kilómetros cuadrados (14,88 mi²), lo que hace a Manila una de las ciudades más densamente pobladas del mundo. El Gran Manila es el área metropolitana más poblada de toda Filipinas y la décima del mundo, con una población estimada en 20,5 millones.
La ciudad se divide en seis distritos legislativos y consiste en dieciséis distritos geográficos: Binondo, Ermita, Intramuros, Malate, Paco, Pandacán, Port Area, Quiapo, Sampaloc, San Andrés, San Miguel, San Nicolás, Santa Ana, Santa Cruz, Santa Mesa y Tondo. El comercio más activo y algunos de los lugares más históricos y emblemáticos de gran importancia cultural en el país, como la sede del Ejecutivo filipino y la Suprema Corte de las Filipinas, se encuentran en esta ciudad. Manila es sede de varias instituciones científicas y educativas, numerosas instalaciones deportivas, así como de un amplio elenco de entidades culturales del país y otros lugares cultural e históricamente significativos.
El primer relato escrito acerca de la ciudad es la Inscripción de la Laguna Copperplate, que data del siglo X. La ciudad fue invadida por Bolkiah, sultán de Brunéi, y fue cristianizada ya en el siglo XVI, cuando los conquistadores españoles llegaron por primera vez. Fue incorporada el 24 de junio de 1571 por el conquistador español Miguel López de Legazpi. Manila se convirtió finalmente en el centro de las actividades españolas en Extremo Oriente y destino de la ruta comercial del Galeón de Acapulco a Manila, el cual conectaba a la América Española con Asia.
La ciudad recibió el apodo de la «perla de Oriente», como resultado de su ubicación central en las vitales rutas del comercio marítimo por el Pacífico. Varias insurrecciones chinas, revueltas locales, una ocupación británica y un motín cipayo se produjeron tiempo después de eso. Manila también vio el surgimiento de la Revolución filipina, que fue seguida por la ocupación estadounidense, contribuyendo a la planificación urbana de la ciudad y al desarrollo solo para que la mayoría de dichas mejoras se perdiera por la devastación de la Segunda Guerra Mundial. Después de esto, la ciudad ha sido reconstruida.
Etimología
La capital de Filipinas, Manila, tiene una etimología que proviene del término tagalo “Maynilad” o “Maynilà”. Se cree que “may” significa “tener” o “hay” y “nilad” es una planta acuática (Scyphiphora hydrophyllacea) que solía crecer en las áreas cercanas a la bahía de Manila. Por lo tanto, “Maynilad” puede traducirse como “lugar donde hay nilad” o “lugar donde crece la planta nilad”. Con el tiempo, la palabra se simplificó a Manila, y se convirtió en el nombre de la ciudad capital.
Historia
Período prehispánico

La evidencia más antigua de la vida humana alrededor de la actual Manila es la cercana Angono Petroglifos, que data de alrededor de 3000 a. C. Los negritos, los habitantes aborígenes de Filipinas, vivían en la isla de Luzón, donde se encuentra Manila, antes de que los malayo-polinesios migraran y los asimilaran.
El Reino de Tondó floreció durante la segunda mitad de la dinastía Ming como resultado de las relaciones comerciales directas con China. El distrito de Tondó era la capital tradicional del imperio, y sus gobernantes eran reyes soberanos, no meros caudillos. Fueron tratados de diversas maneras como panginuan en Maranao o panginoón en tagalo («señores»); anák banwa («hijo del cielo»); o lakandula («señor del palacio»). El emperador de China consideraba a los lakanos -los gobernantes de la antigua Manila- como 王, o «reyes».
En el siglo XIII, Manila consistía en un asentamiento fortificado y un barrio comercial en la orilla del río Pásig. Luego fue colonizado por el imperio indianizado de Mayapajit, como se registra en el poema elogioso épico «Nagarakretagama», que describía la conquista de la zona por el majarash Hayam Wuruk. Selurong (षेलुरोङ्), un nombre histórico para Manila, aparece en Canto 14 junto a Sulot, lo que ahora es Sulu, y Kalka.
La inscripción Laguna Copperplate es el registro histórico más antiguo de Filipinas. Tiene la primera referencia histórica de Tondó y data del año Saka 822 (900).
Durante el reinado del sultán Bolkiah (1485-1521), el Sultanato de Brunéi invadió, con ganas de aprovechar el comercio de Tondó con China atacando sus alrededores y el establecimiento de los musulmanes del Reino de Manila (كوتا سلودوڠ; Kota Seludong). El rayajnato fue gobernado y rindió tributo anual al Sultanato de Brunéi como estado satélite. Se estableció una nueva dinastía bajo el jerarca local, quien aceptó el islam y se convirtió en Rajah Salalila. Él estableció un desafío comercial para la ya rica Lakan Dula en Tondó. El islam se fortaleció aún más con la llegada de comerciantes musulmanes de Oriente Próximo y del sudeste asiático.
Era española
En la ribera meridional del río Pásig se encuentra la ciudad virreinal, Intramuros, fundada en 1571 y que contiene aún notables ejemplos de la arquitectura española del siglo XVII, junto a una muralla que la rodea y que se comenzó a construir en 1590, gobernando Filipinas Gómez Pérez das Mariñas.
En 1570, tras haber sido obligado a retirarse de Cebú por piratas portugueses, Miguel López de Legazpi, decidió invadir la ciudad y posteriormente hacerla capital de la Capitanía General de Filipinas, que a su vez pertenecía al virreinato de la Nueva España. Así que envió a su lugarteniente, Martín de Goiti, para que localizara el sultanato y averiguara su potencial económico. Goiti ancló su flota en Cavite e intentó implantar la autoridad de la Corona española por la vía diplomática, enviando un mensaje al Rajá Soleymán. Este le contestó, intentando ganar tiempo para concentrar sus fuerzas y aniquilar a los españoles, que quería establecer lazos amigables con los españoles, pero que no se sometía como súbdito del rey. Los conquistadores entendieron esta respuesta como un acto de guerra y tras demandar refuerzos, atacaron a los musulmanes en junio de 1570. Después de conquistar la ciudad, Goiti volvió a Panay, donde se encontraba el gobernador. Finalmente, Legazpi volvió con sus tropas en 1571. Los islámicos prendieron fuego a la ciudad y la abandonaron, instalándose en Tondó y otros pueblos vecinos. El 9 de junio de 1571 comenzó la construcción del fuerte.
Solimán, el rajá destronado, tras intentar sin éxito el apoyo del rajá de Tondó, llamado Lacandula, y de los pampangueños y pangasineños, reunió un fuerte contingente de oriundos tagalos. Atacó entonces a los españoles, quienes nuevamente lo derrotaron, muriendo en el intento en la batalla de Bangcusay. Después de la revuelta comenzó la evangelización. Manila se constituiría en capital de la evangelización católica del Sudeste asiático. Primero llegaron los agustinos, seguidos de franciscanos, dominicos, jesuitas y agustinos recoletos. Los españoles decretaron el monopolio comercial. Los chinos se vieron perjudicados por estas medidas y se produjeron disturbios, rápidamente controlados. Como castigo, los chinos fueron sometidos a nuevos y fuertes tributos.
Ya en 1574, el pirata chino Li Ma Hong, al frente de una flota con 62 naves que transportaba 3000 hombres, intentó sin éxito conquistar la ciudad. El gobernador Guido de Lavezares y el maestre de campo Juan de Salcedo, expulsaron a la flota mercenaria sino-japonesa. Tras el desastre que supuso para los chinos, los españoles decidieron concentrarlos en el Parian de la Alcaicería. En 1595 Manila fue designada capital del archipiélago, así como capital de su provincia, que abarcaba casi toda la isla de Luzón. En 1601 los jesuitas fundaron en Manila un seminario para nobles, que fue la primera institución educativa del país.
En el siglo XVIII hay una breve ocupación británica, durante la guerra de los Siete Años. Tras un asedio prolongado, una flota británica logró conquistar la ciudad el 5 de octubre de 1762. De 1762 a 1763, los británicos ocuparon Manila. El dominio británico terminó al firmarse el Tratado de Paz de París. Los chinos y rebeldes filipinos fueron castigados por apoyar la invasión británica, y la ciudad fortaleza de Intramuros, inicialmente poblada por 1200 familias españolas y guarnecida por 400 tropas españolas, mantuvo sus cañones apuntando a Binondo, uno de los barrios chinos más antiguos del mundo.
Tras la independencia de Nueva España (actual México), a cuya jurisdicción administrativa pertenecían las islas, fue la propia metrópoli la que se encargó directamente de la administración de Manila, reforzándose esta vez el poder administrativo de las órdenes religiosas. Las guerras de independencia hispanoamericanas inspiraron la breve revuelta de Andrés Novales, que a su vez fue apoyada por inmigrantes latinoamericanos en Filipinas. La amplia provincia manileña, llamada posteriormente de Corregimiento de Tondó, fue seccionándose y formando otras provincias. Bajo el dominio directo español, la banca, la industria y la educación florecieron más de lo que lo habían hecho durante los dos siglos anteriores.
La capital de la capitanía española se vio enriquecida con gran cantidad de monumentos: palacios privados y públicos, amplios conventos, bellos templos. Aquí se erigió la primera universidad de Asia, llamada la Real y Pontificia de Santo Tomás. En sus aulas se formaron las primeras generaciones de ilustrados (una clase educada de criollos, mestizos y oriundos).
Las ideas liberales, traídas por los mismos elementos españoles o peninsulares, fueron rápidamente asimiladas por las clases ilustradas de mestizos y castizos. De los mismos ilustrados, de suyo anticlerical por propiciar el ateísmo, racionalismo y liberalismo en los pueblos, originó los focos de descontento contra las autoridades virreinales y especialmente contra el omnímodo poder del clero regular. Una organización secreta llamada Katipunán, provocó algunos alborotos que fueron rápidamente instrumentalizados por la oposición liberal contra el gobernador. El movimiento se extendió por otras zonas de la isla, y en 1896 provocó la Revolución filipina.
Ocupación estadounidense
En agosto de 1898, durante la guerra hispano-estadounidense y tras la batalla de Cavite, el ejército de Estados Unidos tomó control de la ciudad. La escuálida y anticuada flota española había sido ampliamente derrotada en la bahía. Después de la batalla de Manila, España cedió Manila a los Estados Unidos. La Primera República de Filipinas, con sede en las cercanías de Bulacan, luchó contra los estadounidenses por el control de la ciudad. Los estadounidenses derrotaron a la Primera República Filipina y capturaron al presidente Emilio Aguinaldo, quien declaró lealtad a los Estados Unidos el 1 de abril de 1901. Tras una sangruienta guerra donde murió entre el 10%-25% de la población filipina, mayormente las clases mejor educadas, medias y altas en su mayoría favorables a la independencia.
Hasta el 31 de julio de 1901, los estadounidenses gobernaron militarmente tanto el país como la ciudad, ya capital del Protectorado, fecha en que el Ayuntamiento fue transferido a un grupo de colaboracionistas pertenecientes a la clase dirigente manileña. Bajo control estadounidense, un nuevo Gobierno insular de orientación civil, encabezado por el gobernador General William Howard Taft, invitó al urbanista Daniel Burnham a adaptar Manila a las necesidades modernas. El Plan Burnham incluyó el desarrollo de un sistema de carreteras, el uso de vías fluviales para el transporte y el embellecimiento de Manila con mejoras en los muelles y la construcción de parques, veredas y edificios.
Los edificios planificados incluyeron un centro gubernamental que ocupa todo el campo de Wallace, que se extiende desde el parque Rizal hasta la actual avenida Taft. El Capitolio filipino debía elevarse en el extremo de la avenida Taft, mirando hacia el mar. Junto con los edificios de varias oficinas y departamentos gubernamentales, formaría un cuadrángulo con una laguna en el centro y un monumento a José Rizal en el otro extremo del campo. Del propuesto centro gubernamental de Burnham, solo tres unidades -el Edificio Legislativo y los edificios de los Departamentos de Finanzas y Agricultura- se completaron cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.
Ocupación japonesa y la Segunda Guerra Mundial
Manila tras la derrota estadounidense el 9 de mayo de 1943. Fotografía de Intramuros, destruido por los estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras el ataque a Pearl Harbor por la Marina Imperial Japonesa, que tuvo lugar el 7 de diciembre de 1941, tropas japonesas desembarcaron en Filipinas y tomaron la ciudad de Manila que, bajo la ocupación militar japonesa, se convirtió en la sede de un Gobierno colaboracionista pro-japonés.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Manila fue la ciudad en que se dio la batalla más sangrienta del Frente asiático, en el que sufrió una hecatombe por parte de los soldados estadounidenses, quienes queriendo acabar con las tropas japonesas ocupantes no dudaron en bombardear la ciudadela virreinal de Intramuros. Por su parte, las fuerzas japonesas se dedicaron a efectuar masacres entre la indefensa población civil de la ciudad, siendo asesinadas 100.000 personas.
Período contemporáneo
En 1948, el presidente Elpidio Quirino trasladó la sede del gobierno de Filipinas a Ciudad Quezon, una nueva capital en los suburbios y campos al noreste de Manila, creada en 1939 durante la administración del presidente Manuel L. Quezon. La medida puso fin a cualquier implementación de la intención del Plan Burnham de que el centro gubernamental esté en Luneta.
Con Arsenio Lacson nacido en Visayan como su primer alcalde elegido en 1952 (todos los alcaldes fueron nombrados antes de esto), Manila vivió una Edad de Oro, una vez más ganando su estatus como la «perla del Oriente», un apodo que obtuvo antes de la Segunda Guerra Mundial. Después del mandato de Lacson en la década de 1950, Manila fue dirigida por Antonio Villegas durante la mayor parte de la década de 1960. Ramon Bagatsing (un indio-filipino) fue alcalde durante casi todo el decenio de 1970 hasta la revolución del poder popular en 1986. Los alcaldes Lacson, Villegas y Bagatsing son conocidos colectivamente como los «Tres Grandes de Manila» por su contribución al desarrollo de la ciudad y su legado perdurable en la mejora de la calidad de vida y el bienestar de la población de Manila.
Durante la administración de Ferdinand Marcos, la región de Metro Manila se creó como una unidad integrada con la promulgación del Decreto Presidencial n.º 824 el 7 de noviembre de 1975. El área abarcaba cuatro ciudades y trece ciudades colindantes, como una unidad regional de gobierno separada. En el 405° aniversario de la fundación de la ciudad el 24 de junio de 1976, Manila fue reinstalada por Marcos como la capital de las Filipinas por su importancia histórica como la sede del gobierno desde el dominación española. El decreto presidencial n.º 940 establece que Manila siempre ha sido para el pueblo filipino y, a los ojos del mundo, la principal ciudad de Filipinas siendo centro del comercio, el comercio, la educación y la cultura. Simultáneamente con la reincorporación de Manila como capital, Ferdinand Marcos designó a su esposa, Imelda Marcos, como la primera gobernadora de Metro Manila. Ella comenzó el rejuvenecimiento de la ciudad ya que cambió la marca de Manila como la «Ciudad del Hombre».
Durante la era de la ley marcial, Manila se convirtió en un foco de actividad de resistencia cuando los manifestantes juveniles y estudiantiles se enfrentaron repetidamente con la policía y los militares, que estaban subordinados al régimen de Marcos. Después de décadas de resistencia, la revolución del poder popular no violenta (predecesora de las revoluciones pacíficas que derrocó la cortina de hierro en Europa) derrocó al autoritario Marcos del poder.
La 119ª conmemoración del Día de Rizal en el Parque Rizal con la controversial Torre de Manila al fondo.
En 1992, Alfredo Lim fue elegido alcalde, el primer chino filipino en ocupar el cargo. Era conocido por sus cruzadas contra el crimen. Lim fue sucedido por Lito Atienza, quien se desempeñó como vicealcalde. Atienza era conocido por su campaña (y el lema de la ciudad) Buhayin ang Maynila («Manila revive»), que vio el establecimiento de varios parques y la reparación y rehabilitación de las deterioradas instalaciones de la ciudad. Fue alcalde de la ciudad por 9 años antes de ser sacado fuera del cargo.
Lim una vez más se postuló para alcalde y derrotó al hijo de Atienza Ali en las elecciones municipales de 2007 e inmediatamente revirtió todos los proyectos de Atienza alegando que los proyectos de Atienza contribuyeron poco a las mejoras de la ciudad. La relación de ambas partes se volvió amarga, con los dos enfrentando nuevamente durante las elecciones municipales de 2010 en las que Lim ganó contra Atienza.
Lim fue demandado por el concejal Dennis Alcoreza en 2008 por los derechos humanos acusado de injerencia en la rehabilitación de escuelas públicas, y fue duramente criticado por su azarosa resolución del incidente de tomar rehenes en el Parque Rizal, una de las crisis de rehenes más letales en Filipinas. Más tarde, el vicealcalde Isko Moreno y 28 concejales de la ciudad presentaron otro caso contra Lim en 2012, declarando que la declaración de Lim en una reunión era «potencialmente mortal» para ellos.
En 2012, DMCI Homes comenzó a construir Torre de Manila, lo que se convirtió en una controversia por arruinar la línea de visión del Parque Rizal. La torre es conocida infamemente como «Terror de Manila» o el «photobomber nacional». La controversia de la Torre de Manila es considerada como una de las cuestiones patrimoniales más sensacionalistas del país. En 2017, la Comisión Histórica Nacional de Filipinas erigió una estatua de la «mujer de confort» a lo largo del bulevar Roxas, lo que hizo que Japón expresara disconformidad por el hecho de que dicha estatua se erigiera en la ciudad a pesar de la saludable relación entre Japón y Filipinas.
En las elecciones de 2013, el expresidente Joseph Estrada derrotó a Lim en la carrera por la alcaldía. Durante su mandato, Estrada pagó más de ₱5 mil millones en deudas de la ciudad e incrementó los ingresos de la ciudad de ₱6.2 mil millones en 2012 a ₱14.6 mil millones en 2016, lo que resultó en un aumento en el gasto de infraestructura y el bienestar de la población de Manila. En 2015, la ciudad se convirtió en la ciudad más competitiva de Filipinas, convirtiendo a la ciudad en el mejor lugar para hacer negocios y vivir en el país. Sin embargo, a pesar de estos logros, Estrada solo ganó por poco a Lim en su revancha electoral en 2016.
Geografía
La ciudad de Manila ocupa una posición única en Filipinas, tanto por ser la capital del país como por ser igualmente la capital de su área metropolitana, compuesta por varias ciudades y trece municipios.
Limita al norte con las ciudades de Navotas y Caloocan, al nordeste con Ciudad Quezon y San Juan del Monte y al sur la ciudad de Pásay. Al oeste de la ciudad se encuentra la maravillosa bahía de Manila.
Situada en la costa oriental de la vasta y profunda bahía homónima, bien protegida por la península de Bataán y cerrada su salida hacia el mar de la China por el islote de Corregidor, se extiende en la desembocadura del Pásig que la divide en dos partes. Al sur se encuentra el antiguo centro español de Intramuros, solar de la ciudad amurallada. En el norte se extienden los modernos barrios residenciales y comerciales. La zona industrial se concentra en la zona del puerto.
Destruida durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida bajo criterios urbanísticos estadounidenses. Dejó de ser una elegante ciudad de corte hispánico y europeo para convertirse en una metrópolis con largas calles rectilíneas e insulsos rascacielos, caracterizada por un tráfico caótico y ruidoso. Sus numerosos barrios superan ya los límites provinciales: El de Makati, en torno al parque Forbes, es un centro residencial muy importante. El incremento demográfico ha sido enorme: tenía 100.000 habitantes en 1890, 300.000 en 1920 y 600.000 en vísperas de Segunda Guerra Mundial.
Las iglesias barrocas de San Agustín y de Santo Domingo, con el conjunto conventual anexo, las antiguas fortificaciones españolas y los restos del Fuerte Santiago, además de algunos modernos e interesantes edificios como el Coliseo, son los principales lugares artísticos.
Manila es un importante centro cultural, sede de la Universidad de Santo Tomás y de la Academia Filipina de la Lengua Española. Posee varios museos, así como bibliotecas y un observatorio.
Un relativamente nuevo rumbo se ha tomado con la incorporación de todas las ciudades y municipios que componen el área metropolitana, en una urbe redimensionada denominada «Gran Manila».
La dirige un gobernador que gestiona sus servicios a través de diferentes escalones administrativos.
Gran Manila (llamada Metro Manila) está compuesta por las localidades de Caloocan, Manila, Navotas, Malabón, Valenzuela, Marikina, Pásay, Pásig, Mandaluyong, San Juan, Makati, Ciudad Quezon, Taguig, Parañaque, Las Piñas y Muntinlupa.
Clima
De acuerdo con el sistema de clasificación climática de Köppen, Manila presenta un clima tropical de sabana (Köppen: Aw) que limita con el tropical monzónico (Köppen: Am). Como el resto de las Filipinas, Manila se encuentra enteramente dentro de los trópicos. Su proximidad al ecuador significa que la oscilación térmica es mínima, rara vez se baja de los 20 °C, o sube de los 38 °C. Sin embargo, los niveles de humedad frecuentemente están muy elevados lo que hace sentir mayor calor (Varía de un promedio de 71 % en marzo a un promedio de 85 % en septiembre). Cuenta con una clara aunque relativamente corta estación seca que va desde enero hasta abril, y una estación húmeda relativamente prolongada, impulsada por el monzón, que va desde mayo hasta diciembre.
El clima de la ciudad se rige principalmente por los vientos monzónicos, que provocan variaciones estacionales en las precipitaciones. El monzón del suroeste, conocido localmente como «Habagat», prevalece de mayo a octubre, con fuertes lluvias y tormentas. El monzón del noreste, o «Amihan», prevalece de noviembre a abril, y trae condiciones más frescas y secas.
La estación húmeda de Manila, que coincide con el monzón del suroeste, se caracteriza por lluvias frecuentes e intensas. La ciudad experimenta sus mayores precipitaciones durante este periodo, lo que a menudo provoca inundaciones en las zonas bajas. Las fuertes precipitaciones van acompañadas de una elevada humedad, que puede hacer que el tiempo resulte aún más caluroso y agobiante.
La estación seca, que coincide con el monzón del noreste, se caracteriza por precipitaciones significativamente menores. La ciudad experimenta sus meses más secos durante este periodo, con ligeros chubascos ocasionales. La estación seca suele considerarse la época más agradable para visitar Manila, ya que el tiempo es soleado y menos húmedo.
Manila experimenta temperaturas cálidas constantes durante todo el año, con una media diaria que oscila entre los 25 °C y los 32 °C (77 °F y 90 °F). La proximidad de la ciudad al ecuador hace que las variaciones de temperatura entre estaciones sean mínimas. Sin embargo, la elevada humedad puede hacer que la temperatura percibida sea significativamente más alta.
Manila está situada en una región propensa a los ciclones tropicales, sobre todo durante la estación húmeda. Estos ciclones pueden traer fuertes vientos, lluvias torrenciales y mareas de tempestad, que pueden causar importantes daños en la ciudad. La Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (PAGASA) proporciona actualizaciones y avisos periódicos sobre posibles ciclones para ayudar a los residentes a prepararse para estos fenómenos.
El entorno urbano de la ciudad también influye en su clima. La concentración de edificios, superficies pavimentadas y actividad industrial crea un efecto de isla de calor urbano, donde las temperaturas en la ciudad son más altas que en las zonas rurales circundantes. Este efecto puede exacerbar los efectos de las olas de calor y contribuir a aumentar el consumo de energía para refrigeración.
Manila experimenta una elevada humedad durante todo el año, con una humedad relativa media que oscila entre el 70% y el 85%. La elevada humedad puede hacer que el tiempo resulte pegajoso e incómodo, sobre todo durante la estación húmeda. La humedad también contribuye a la formación de niebla y neblina, que pueden reducir la visibilidad.
El clima de la ciudad está influido por El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), un patrón climático que afecta a las pautas meteorológicas en el Océano Pacífico. Los fenómenos de El Niño, que se caracterizan por temperaturas de la superficie del mar más cálidas que la media en el Pacífico central y oriental, pueden provocar condiciones más secas en Manila. Por el contrario, los fenómenos de La Niña, caracterizados por temperaturas de la superficie del mar más frías que la media, pueden dar lugar a condiciones más húmedas.
Manila está experimentando los efectos del cambio climático, con la subida del nivel del mar, la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y cambios en el régimen de lluvias. Estos cambios plantean importantes retos a las infraestructuras, la economía y la población de la ciudad. El gobierno está trabajando para hacer frente a estos retos mediante estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.
Topografía
El terreno de la ciudad es relativamente llano, con variaciones mínimas de altitud. Esta llanura ha facilitado la expansión urbana y el desarrollo de infraestructuras, pero también hace que Manila sea vulnerable a las inundaciones, sobre todo durante las fuertes lluvias monzónicas y los tifones. La falta de elevación natural también contribuye al efecto de isla de calor urbano de la ciudad, donde las temperaturas tienden a ser más altas que en las zonas rurales circundantes.
Manila está dividida por el río Pasig, que fluye hacia el oeste y desemboca en la bahía de Manila. Este río, junto con sus afluentes, forma una red de vías fluviales que históricamente han desempeñado un papel vital en el transporte y el comercio. Sin embargo, el río también ha sido objeto de contaminación y sedimentación, lo que ha afectado a su equilibrio ecológico y a su navegabilidad.
Las zonas costeras de Manila se caracterizan por la recuperación de tierras o tierras ganadas al mar, lo que ha ampliado el litoral de la ciudad y ha proporcionado espacio adicional para el desarrollo. La propia bahía de Manila es un puerto natural, que ofrece ventajas estratégicas para el comercio marítimo. Sin embargo, la bahía también es susceptible a las mareas de tempestad y a la subida del nivel del mar, lo que supone un riesgo para las comunidades e infraestructuras costeras.
La topografía de la ciudad también incluye zonas elevadas, sobre todo en los distritos norte y este. Estas zonas ofrecen cierto alivio frente a las inundaciones y proporcionan miradores desde los que contemplar la ciudad. Sin embargo, la topografía general sigue siendo predominantemente baja, con gran parte de la ciudad situada al nivel del mar o cerca de él.
El desarrollo urbano de Manila ha alterado considerablemente su topografía natural. La construcción de edificios, carreteras y otras infraestructuras ha modificado el paisaje, creando un entorno urbano denso y complejo. La topografía de la ciudad también se ha visto afectada por actividades humanas como la recuperación de tierras, el dragado y la deforestación.
La topografía baja de Manila la hace especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático. La subida del nivel del mar, el aumento de la frecuencia e intensidad de los tifones y el incremento de las precipitaciones extremas amenazan seriamente las infraestructuras, la economía y la población de la ciudad.
La topografía de la ciudad también influye en sus patrones de drenaje y gestión del agua. Manila tiene un clima tropical monzónico con estaciones húmedas y secas bien diferenciadas. Durante la estación húmeda, las fuertes lluvias pueden desbordar los sistemas de drenaje de la ciudad y provocar inundaciones generalizadas. La ciudad ha puesto en marcha varias medidas de control de las inundaciones, pero sigue habiendo problemas para gestionar la escorrentía de las aguas pluviales y proteger las zonas vulnerables.
La topografía de Manila también influye en su microclima urbano. El denso entorno urbano de la ciudad, combinado con su terreno bajo, contribuye al efecto isla de calor urbano. Este efecto puede provocar temperaturas más elevadas, un aumento de la contaminación atmosférica y un mayor consumo de energía para refrigeración.
El continuo desarrollo de Manila sigue moldeando su topografía. Los nuevos proyectos de construcción, las mejoras de las infraestructuras y las iniciativas de planificación urbana contribuyen a la evolución del paisaje de la ciudad. La topografía de la ciudad sigue siendo parte integrante de su entorno urbano e influye en su desarrollo y carácter.
Espacios Verdes
Metro Manila está situada en una variedad de ecosistemas que incluyen bosques de tierras altas, manglares, marismas, playas arenosas, praderas de pastos marinos y arrecifes de coral. Metro Manila alberga parques urbanos, parques naturales, plazas, reservas naturales y un arboreto. Sin embargo, según el Índice de Ciudades Verdes de Asia, en 2007 Manila sólo contaba con una media de 4,5 metros cuadrados de zonas verdes por persona, muy por debajo de la media del índice de 39 metros cuadrados e inferior al mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 9 metros cuadrados por persona.
El Parque Forestal de Arroceros es un parque natural de 2,2 hectáreas situado en pleno centro de Manila, en la orilla sur del río Pasig. Considerado como el «último pulmón de Manila», el parque se planificó profesionalmente en 1993 con su bosque de crecimiento secundario de 61 variedades diferentes de árboles autóctonos y 8.000 plantas ornamentales que proporcionan un hábitat para unas 10 especies diferentes de aves.
Flora y Fauna
La vegetación de la ciudad se caracteriza principalmente por especies introducidas, mientras que la flora autóctona se limita en gran medida a los espacios verdes que quedan y a las zonas protegidas. Entre los árboles urbanos más comunes figuran la omnipresente acacia, conocida por su sombra, y la robusta narra, el árbol nacional de Filipinas. Estos árboles proporcionan un respiro muy necesario del calor de la ciudad y contribuyen a purificar el aire.
Los parques y jardines de Manila, como el Jardín Zoológico y Botánico de Manila, sirven de refugio a diversas especies vegetales. Estos espacios exhiben una mezcla de plantas ornamentales, arbustos en flor e incluso algunos árboles frutales. La presencia de estos espacios verdes es crucial para mantener la biodiversidad en la ciudad.
El río Pasig, que atraviesa Manila, ha sido históricamente una vía fluvial vital. Sin embargo, la contaminación ha afectado gravemente a su vida acuática. A pesar de estos problemas, algunas especies de peces, como la tilapia, se han adaptado a las condiciones del río. Se están realizando esfuerzos para rehabilitar el río Pasig con el fin de restablecer su equilibrio ecológico.
La bahía de Manila, límite costero de la ciudad, alberga una gran variedad de vida marina. Aunque la contaminación y la sobrepesca han hecho estragos, aún se pueden encontrar en la bahía algunas especies de peces, crustáceos y moluscos. La bahía también sirve de hábitat a las aves migratorias, sobre todo durante los meses de invierno.
La fauna urbana de Manila se compone principalmente de especies adaptables que pueden prosperar en entornos dominados por el hombre. Son comunes los gorriones, las palomas y las ratas. Estos animales han aprendido a coexistir con el hombre y encuentran comida y refugio en los recovecos de la ciudad.
Los numerosos parques y zonas verdes de la ciudad sirven de hábitat a diversas especies de aves. Además de las omnipresentes palomas y gorriones, también se pueden observar aves mayas, conocidas por su melodioso piar. Estos espacios verdes ofrecen refugio y fuentes de alimento a estos habitantes aviares.
Los insectos, como mariposas, abejas y libélulas, desempeñan un papel importante en el ecosistema urbano de Manila. Contribuyen a la polinización y ayudan a mantener el equilibrio de la flora de la ciudad. Sin embargo, el uso de pesticidas y la pérdida de hábitat han afectado negativamente a las poblaciones de insectos.
Los reptiles, como las salamanquesas y los eslizones, son comunes en el entorno urbano de Manila. Estas criaturas adaptables pueden encontrarse en jardines, parques e incluso dentro de los edificios. Desempeñan un papel importante en el control de las poblaciones de insectos.
A pesar de los retos que plantea la urbanización, la flora y la fauna de Manila han demostrado una notable capacidad de adaptación y persistencia. Los espacios verdes que quedan en la ciudad, combinados con los esfuerzos de conservación en curso, ofrecen esperanzas para la preservación de la biodiversidad en esta bulliciosa metrópolis.
Contaminación
La contaminación del aire en Manila se debe a los residuos industriales y a los automóviles. La empresa suiza IQAir informó en diciembre de 2020 de que Manila registraba una concentración media de PM2,5 de 6,1×10-6 g/m3 (1,03×10-8 lb/cu yd), lo que se clasifica como «Bueno» según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Según un informe de 2003, el río Pasig es uno de los más contaminados del mundo, en el que se vierten diariamente 150 toneladas métricas (150 toneladas largas; 170 toneladas cortas) de residuos domésticos y 75 toneladas métricas (74 toneladas largas; 83 toneladas cortas) de residuos industriales. La ciudad es la segunda metrópolis del país en producción de residuos, con 1.151,79 toneladas (7.500,07 metros cúbicos) al día, después de la Ciudad de Quezon, que produce 1.386,84 toneladas (12.730,59 metros cúbicos) al día. Ambas ciudades fueron citadas por su mala gestión en la recogida y eliminación de basuras.
Los esfuerzos de rehabilitación han dado como resultado la creación de parques a lo largo de la ribera y controles de contaminación más estrictos. En 2019, el Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales lanzó un programa de rehabilitación para la bahía de Manila que será administrado por diferentes agencias gubernamentales.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Manila