Chistes y anécdotas de Campesinos

Un campesino pasa frente a una lápida que dice: «Aquí yace un abogado, un hombre honrado, un hombre íntegro.»

El campesino se persigna y dice asustado:
– ¡Virgen Santísima, enterraron a tres hombres en la misma fosa!


 

Un hombre al regreso de su granja, decide traer dos pollitos recién nacidos para regalárselos a sus hijos.
Después de subir al avión, recuerda que no puede llevar ninguna clase de animales en el viaje. El hombre va al baño y esconde los pollitos dentro de su pantalón, dejando abierta un tanto su bragueta para que los animales tengan un poco de aire.
Va de nuevo a su silla que está justo al lado de unas monjitas y se acomoda tranquilamente. El hombre se queda dormido y las monjitas empiezan a notar ciertos movimientos excitantes en las las partes nobles del señor, y naturalmente la curiosidad las lleva a no perder detalle de lo que ocurre en ese pantalón, pues esto era completamente novedoso para ellas.
Un poco más adelante, los pollitos logran sacar sus cabezas ante los ojos de las aterradas monjas quienes deciden sacudir al hombre:
-¡Caballero, caballero, despierte…!
-¡Que ocurre! ¿Que es tanto escándalo? Pregunta el dueño de los pollitos, a lo que una de las monjitas responde:
-Mire señor, nosotras no sabemos mucho de hombres, pero… ¡creemos que se le han reventado los huevos!.


 

Un hombre que tenía tierras y propiedades se hizo del partido comunista. Al preguntarle por qué hacía eso, siendo propietario, contestó:

-Porque con lo que tengo y con lo que me toque el día del reparto, seré mucho más rico.


 

En una casa muy acomodada, vivía un estupendo matrimonio y su humilde (pero bellísima) sirvienta campesina.
Un fin de semana, la señora de la casa tuvo que salir (en viajes de negocios) quedando solos, el dueño de casa y la escultural sirvienta.
Como era de esperarse (¡por supuesto!), el patrón se dedicó a seducir a su sirvienta, quién sin mayores problemas, le propinó una de esas noches de sexo… absolutamente desenfrenadas.
Al amanecer, el patrón, tan impactado como felíz (por la noche que pasó con su sirvienta), le dijo:
-María, me has dado una noche espectácular… de las que hace mucho tiempo no tenía!, así es que por favor, pídeme lo que quieras, de verdad, lo que tú quieras te lo doy … dinero, joyas, no lo sé…. ¡lo que sea!
La mujer, sin siquiera pensarlo mucho le responde:
-Patrón… usted sabe que yo soy campesina. ¿Para qué querría yo dinero o joyas? La verdad patrón yo solo quiero una flor!
-¿Sólo una flor? pero, por favor! de verdad es que tú eres… la mujer más bella del mundo, me regalas una noche apasionada de amor, LA MEJOR que he vivido en muchos años y a cambio ¿Sólo me pides una flor? Eres demasiado increible! Dime…, ¿Qué tipo de flor te gusta?
A lo que la sirvienta responde:
-Una flor explorer… ¡Como la que tiene la patrona!


 

Llega un patrón a la casa de otro y pregunta al portero:
– ¿Está el patrón?
– No, se fue a un entierro.
– ¿Tardará mucho en volver?
– No sé, iba en el ataúd.


 

En el campo un amigo ve al otro con una carretilla llena de estiércol y le pregunta:

– Oye, amigo, ¿Donde vas con todo ese estiércol?

– Pues a echarlo en las fresas.

– ¿Y no las has probado con nata?


 

Dos granjeros hablando sobre la monta de sus vacas:
– … y entonces cuando parecía que mi toro no iba a poder con las reses del Dionisio, aparecio el veterinario con un tónico que lo arregló todo. Le dio una dosis y tenías que haberlo visto, en una hora montó tres veces a todas las vacas.
– Oye, ¿y qué tónico es ese?
– No sé, pero sabe a menta.


 

Un campesino en el consultorio de un médico se siente sorprendido al oír que debe entrar en la sala contigua y desnudarse.
– Pero a mí solo me duele la garganta,protesta el campesino.
Y la enfermera le dice:
– Es una norma del doctor.
Cortadísimo, el hombre entra en la habitación, donde ya hay otro completamente desnudo.
– ¿No es ridículo,lepregunta,pensar que he venido aquí solo para que me miren la garganta?
– ¿Y de qué diablos se lamenta? ¡Yo únicamente he venido a leer el contador del gas!


 

Un paisano va arreando dos vacas y otro se le arrima a conversar.
– ¿Estas vacas son holandesas?, pregunta el primero.
– Esta sí, responde Don Zoilo.
– ¿Y la otra?, pregunta el primero.
– La otra también, responde Don Zoilo.
– Y dígame, ¿Estas vacas van para la feria?
– Esta sí, responde Don Zoilo.
– ¿Y la otra?
– La otra también, responde Don Zoilo.
– Y dígame, ¿Estas vacas están preñadas?
– Esta sí, responde Don Zoilo.
– ¿Y la otra?
– La otra también, responde Don Zoilo.
– Pero, dígame una cosa, por qué cada vez que le pregunto por las vacas me responde que esta sí y después, me dice que la otra también.
– A lo que Don Zoilo le responde:
– Lo que pasa que esta vaca es mía.
– ¡Ahhhh!, contesta el primero, ahora entiendo, y dígame,
– ¿Y la otra?
– La otra también.


 

Estiercol

Estaba un hombre dando de pastar a su rebaño de ovejas, cuando de repente aparece por el inhóspito camino una 4×4 full 0KM. Para frente al viejito y se baja un chavo de no más de 30, traje negro, camisa blanca «Hugo Boss» y zapatos «DKNY», se acerca al viejo y le dice:
Señor, si yo le adivino cuántas ovejas tiene usted en su rebaño, ¿me regala una?
El viejo responde con algo de asombro:
Sí, como no.
Entonces el joven vuelve a su 4×4 y saca una Toshiba Tecra 8000 con 128 MB de RAM, se conecta a la Red de Redes, baja una base de datos de 300 MB, entra a una página de la NASA, mediante un satélite identifica la zona exacta de dónde está el rebaño, calcula el promedio histórico del tamaño de una oveja tipo «Merino», mediante una tabla dinámica de Excel y con la ejecución de algunas Macros personalizadas en Visual Basic, logra completar el diagrama de flujo del Microsoft Project, y luego de tres horas le responde al viejo:
Usted tiene 1.347 ovejas y 4 pueden estar preñadas.
El viejo asintió y le dijo que efectivamente así era, y que se llevara una oveja.
El joven tomó una y la cargó en la camioneta, cuando se estaba por ir el viejo lo detuvo y le preguntó:
Disculpe, pero si yo llegase a adivinar en donde estudió, ¿usted me devuelve mi oveja?
El joven le dijo sonriente:
Seguro, hombre. Mientras abría la puerta de su 4×4 para marcharse.
El viejo entonces contestó:
Usted estudió en el Tecnologico
El joven sorprendido completamente comentó:
¡Exacto!
Y mientras le devolvía la oveja que había tomado preguntó:
¿Cómo se dio cuenta?
Y el viejo le respondió:
Por 4 razones: Primero por estupido, segundo vino sin que yo le hablara, tercero me cobró por decirme algo que yo ya sé, cuarta, se nota que no conoce NADA de negocios, porque se estaba llevando un pinche perro.
Fuente: http://www.chistes21.com/chistes/campesinos/