Anáfora

A nivel etimológico, del latín anaphora y éste del griego anaphorá, que se traduce como repetición, la anáfora es precisamente una herramienta gramatical que permite colocar énfasis en el mensaje que se pretende transmitir, con la insistencia el una palabra concreta.

Colocar el acento desde la repetición
Ejemplos de anáforas en la poesía y el lenguaje corriente
En unos célebres versos de Federico García Lorca encontramos un buen ejemplo de esta figura retórica basada en la repetición («verde que te quiero verde/ verde viento, verdes ramas «).
Con frecuencia se utiliza este recurso literario al emplear las mismas palabras en cada verso de un poema («¿Qué es la vida? Un frenesí / ¿Qué es la vida? Una ilusión», Calderón de la Barca). Con esta figura retórica se logra un efecto rítmico en el verso.
En el poema «A galopar» de Rafael Alberti («Las tierras, las tierras, las tierras de España» o «A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar»). Hay que indicar que en su versión musicalizada interpretada por Paco Ibañez se aprecia claramente la fuerza expresiva a partir de la repetición.
En el poema «Ocaso» de Rubén Darío («Hora de ocaso y de discreto beso/hora crepuscular y de retiro/hora de madrigal y de embeleso»).
Con mucha frecuencia usamos anáforas en la comunicación cotidiana y corriente con el fin de enfatizar un mensaje. Si digo «corre, corre que vas a ganar» o «Mira, mira el barco» estoy transmitiendo una mayor intensidad a mis palabras.
Cuando la repetición en las palabras se produce al final de un verso o de un párrafo la figura retórica se denomina epifora. Este recurso también está orientado a enfatizar ideas o bien a crear un efecto rítmico.
Anáfora en la publicidad
El lenguaje publicitario es una herramienta clave en la estrategia de comunicación de las empresas. La repetición de palabras, imágenes o sonidos tiene un propósito evidente: que el consumidor perciba un mensaje de manera rotunda e inequívoca.
Algunos ejemplos son los siguientes: «Huele como un hombre, hombre» en un spot de colonia masculina, los mismos carteles en distintos lugares para comunicar que se va en la dirección de un establecimiento o el slogan «Algo pequeño, algo sencillo, algo genial» de Fiat.
Otras figuras retóricas utilizadas en la publicidad son la metáfora, la metonimia, la sinécdoque o el símil. A través de este tipo de recursos el mensaje publicitario es expresado de una forma más sugerente y atractiva.
Anáfora en la oratoria y en la liturgia
Algunos oradores recuren a la anáfora con un doble propósito: para que las ideas que se transmiten lleguen con más facilidad a la audiencia y para hilvanar el mensaje. En el célebre discurso «I have a dream» de Martin Luther King las palabras «tengo un sueño» sirven para iniciar un nuevo párrafo con una idea concreta.
En el lenguaje político se usa habitualmente la repetición de una mensaje breve y directo (por ejemplo, el «Yes we can» utilizado por Barack Obama en la campaña electoral de 2008).
En el contexto de la liturgia cristiana el término anáfora tiene un significado distinto. Así, se refiere a una acción de gracias u ofrenda dirigida a un santo. También se conoce como plegaria eucarística.
Fuente¨ https://significado.com/anafora/