Dice el atinado dicho popular. La esperanza tiene que ver con la confianza de lograr una cosa o de que se realice algo que se desea.
Pero, su etimología, claro está, remonta al verbo esperar. El pobre tiene esperanza, porque aún sigue esperando que algo bueno pase, que la prosperidad llegue. Precisamente, la esperanza es lo último que pierde el pobre, porque está acostumbrado a la espera.
La esperanza de los pobres es salir de su pobreza. Y cuando los pobres articulan religiosamente sus esperanzas, esa intención fundamental de su esperanza no desaparece.