“Irse de picos pardos”

Expresión equivalente a ir de parranda en busca de personas del otro sexo.

 

Hay quien afirma que el origen de este dicho viene de la Edad Media (siglos V al X) cuando a las prostitutas se les obligaba a llevar en las vestiduras un trozo de tela en forma de pico de color marrón o pardo, de ahí lo de “irse de picos pardos”. Sin embargo, otros sostienen que fue en el período siguiente del Renacimiento (siglos XV y XVI) cuando las mujeres llevaban una falda en forma de lienzo cuadrado con una abertura en el centro que se ajustaba a la cintura, de tal modo que la falda resultante tenía cuatro picos. En El Quijote se habla de la condesa Trifaldi y se dice en concreto que lleva una falda con tres picos en vez de cuatro. Según el diccionario de la RAE, con “andarse, o irse, a picos pardos” se da a entender que hay quien, pudiendo dedicarse a cosas útiles y provechosas, prefiere entregarse a las más inútiles e insustanciales con tal de no trabajar. Luis Montoto, notario eclesiástico, concejal del Ayuntamiento de Sevilla y cronista oficial de la ciudad, en su obra “Un paquete de cartas” escribe: “Los picos o los mantos con picos pardos fueron distintivo de las mujeres de vida airada, mozas de partido, etc. En tiempos pasados, las tales tenían que vestir como se les ordenaba. Según las Ordenanzas de la Casa Pública de Sevilla, no habían de usar vestidos talares, ni sombrillas, ni guantes, sino una mantilla para los hombros, corta y encarnada”. Fue Carlos III quien impuso a las prostitutas la obligación de distinguirse mediante sayas de color pardo cortadas por los bajos en picos. Aunque también se dice que “ir de picos pardos” tiene que ver con las costumbres ligeras de los estudiantes del Siglo de Oro y sus acompañantes, donde las prostitutas para identificar su condición llevaban un cintillo pardo en el borde de la falda.

Fuente: https://eltrasterodepalacio.wordpress.com/2014/02/14/los-dichos-populares-su-origen-y-significado-i/