Hace un día de perros

Siempre que nos levantamos con un día lluvioso y cubierto de nubes o con un exceso de calor sofocante, una de las expresiones o dichos de perros que se nos viene a la cabeza es: ¡hace un día de perros!

Este dicho de perro se emplea siempre que consideramos que hace mal tiempo, ya sea por frío o por calor. Pero, ¿utilizamos esta expresión de forma precisa?
Para contestarnos a esta pregunta debemos remontarnos a los orígenes de la oración en sí. Esta frase popular nació hace unos 5.300 años, cuando los calendarios eran astronómicos y los pueblos se guiaban a través de la posición de las estrellas y de las constelaciones. Cada estrella y cada constelación eran bautizadas con nombres que simbolizaban aquello a lo que se parecían (objetos, animales, paisajes, etc.).
La expresión “hace un día de perros” está directamente relacionada con la estrella Sirio, que es aquella que más brilla en la constelación de Canis Maior o Can Mayor (la constelación del perro). Los pueblos comenzaban a relacionar la aparición de esta estrella y de esta constelación con la llegada del estío (lo que hoy llamamos verano).
Por este motivo, el calor asfixiante y difícil de aguantar de esta época se empezó a conocer como canícula (denominación relacionada con el nombre de la constelación). En el habla popular, la expresión “días de canícula” se sustituyó por “días de perros”.
De esta forma, podemos decir que este dicho de perros, originariamente, solo se empleaba en los días más calurosos. Con el paso del tiempo, la frase se transformó y se empezó a utilizar para referirse a cualquier día en el que hacía mal tiempo –sobre todo con fuertes lluvias y tormentas-. De una forma o de otra, ¡preferimos que no haga un día de perros nunca!
Fuente: https://blog.terranea.es/expresiones-populares-perros/#Hace_un_dia_de_perros