Brillar por su ausencia

Entre los romanos, existía la costumbre de exhibir en los actos fúnebres los retratos de todos los antepasados y deudos del difunto.

Por eso, el célebre historiador Tácito al relatar en el libro III de sus Anales las honras fúnebres de Junia –Viuda de Casio y hermana de Bruto (el asesino de Julio Cesar)- comenta que todo el mundo se daba cuenta de la ausencia de la efigie de los dos criminales (“brillaban” por su ausencia) . Posteriormente en el siglo XVIII, el gran poeta francés André de Chenier puso de moda la expresión brillar por su ausencia que todo el mundo utiliza hoy en día, a veces con mala intención, para resaltar la falta de algo o alguien en determinada circunstancia.

Fuente: www.nuevoabcrural.com.ar