Andar como bola sin manija

Las bolas o boleadoras eran armas propias del indígena pampeano. Una de ellas, estaba conformada por tres bolas amarradas por tientos, donde la más pequeña se llamaba “manija”.

El hombre tomaba la manija en su puño para hacer girar las otras por sobre su cabeza, en círculo, y arrojarlas a las patas del ñandú o del potro que pasaba a la carrera. Pero había una boleadora, denominada “bola perdida” que no tenía “manija”, es decir no estaba destinada a trabar las patas del animal, sino a golpear su cabeza para derribarlo. Andar como “bola sin manija”, significa ser “un bola perdida”, sin mucha dirección u orientación.
Fuente: https://www.produccion-animal.com.ar/temas_varios/temas_varios/166-Los_dichos.pdf