Ernesto Guevara

Ernesto Guevara (Rosario, 14 de mayo de 1928 – La Higuera, 9 de octubre de 1967), conocido como Che Guevara, fue un político, escritor, periodista y médico argentino-cubano, uno de los ideólogos y comandantes de la Revolución cubana (1953-1959). 

Guevara participó desde la Revolución y hasta 1965 en la organización del Estado cubano. Desempeñó varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, sobre todo en el área económica, fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el área diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales.
Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en todo el Tercer Mundo, el Che Guevara impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de América Latina. Entre 1965 y 1967, él mismo combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera clandestina y sumaria por el Ejército boliviano en colaboración con la CIA el 9 de octubre de 1967.
La figura despierta grandes pasiones en la opinión pública tanto a favor como en contra, convertido en un símbolo de relevancia mundial; para muchos de sus partidarios representa la lucha contra las injusticias sociales o de rebeldía y espíritu incorruptible, mientras que es visto por muchos de sus detractores como un criminal responsable de asesinatos en masa, acusándolo además de una mala gestión como Ministro de Industria.
Su retrato fotográfico, obra de Alberto Korda, es una de las imágenes más reproducidas del mundo tanto en su original como en variantes que reproducen el contorno de su rostro, para uso simbólico, artístico o publicitario, es uno de los íconos del movimiento contracultural.
Nacimiento, infancia y juventud
Orígenes familiares y ascendencia
Ernesto Guevara fue el mayor de los cinco hijos de Ernesto Guevara Lynch (1901-1987) y de Celia de la Serna (1906-1965). Ambos pertenecían a familias de la clase alta y de laaristocracia argentinas. Un tatarabuelo paterno, Patricio Julián Lynch y Roo, fue incluso considerado el hombre más rico de Sudamérica. Aunque muchas de las biografías del luego llamado «Che» Guevara y el relato de la propia familia, atribuyen a su madre ser descendiente de José de la Serna e Hinojosa, último virrey español de Lima, esta circunstancia se revela inverosímil ya que el virrey José de la Serna murió sin dejar descendientes. Celia de la Serna descendía del también español Juan Manuel de la Serna y de la Quintana (de origencántabro; nacido en Ontón) quien se trasladó al Virreinato del Río de la Plata a finales del siglo XVIII, radicándose en la ciudad de Montevideo, donde se casó en 1802 con la americana Paula Catalina Rafaela Loaces y Arandía. La familia nuclear que integraba con sus padres y hermanos estaba socialmente ubicada en la clase media alta.
Ernesto Rafael Guevara Lynch llevó una vida económicamente desahogada gracias a las rentas que obtenía de la herencia recibida de sus padres. Al nacer su hijo, acababa de comprar junto con parte de la herencia de su esposa, una importante plantación de yerba mate en Caraguataí, una zona rural de la provincia de Misiones, en el área de Montecarlo, a unos 200 km al norte de la capital Posadas, sobre el río Paraná. En aquellos tiempos los trabajadores de los yerbatales, conocidos como mensúes, estaban sometidos a un régimen de explotación laboral prácticamente de esclavitud, como ilustra la novela El río oscuro, de Alfredo Varela, sobre la que se realizó la película Las aguas bajan turbias, ambientada en el trabajo de los yerbatales de aquellos años. La propiedad fue bautizada con el nombre de La Misionera y su explotación llevó a instalar luego un molino yerbatero en Rosario. Los Guevara también obtenían ingresos del Astillero Río de la Plata que era propiedad de varios miembros de su familia y estaba ubicado en San Fernando hasta que resultó incendiado en 1930. Sin embargo, estos negocios no permitieron a la familia prosperar lo suficiente por lo que resolvieron la venta del yerbatal, en la década de 1940, para instalar una inmobiliaria y comprar una casa en Buenos Aires. En Córdoba, Ernesto padre instaló con un socio una empresa de construcción civil que quebró en 1947. En 1948, recibió otra importante herencia tras la muerte de su madre, Ana Isabel Lynch Ortiz. Algunas biografías le atribuyen incorrectamente el título de ingeniero e ideología socialista. Se volvió a casar y tuvo tres hijos. En 1987 escribió un libro con el título Mi hijo el Che.
Celia de la Serna pertenecía a una tradicional familia aristocrática de grandes estancieros bonaerenses. Su padre se suicidó cuando tenía dos años y su madre murió cuando tenía quince. Quedó entonces al cuidado de su hermana Carmen y una tía. Perteneció a una generación de mujeres argentinas de clase alta progresistas que promovieron el feminismo, la libertad sexual y la autonomía de las mujeres, cuya más fiel representante fue Victoria Ocampo.
Los padres de Ernesto se casaron el 10 de diciembre de 1927, cuando Celia se encontraba embarazada de tres meses. El hecho resultaba condenable para la moral de aquellos años, pero también indica una actitud poco conservadora por parte de sus padres y sobre todo por parte de su madre, a pesar de que pocos años antes había estado a punto de convertirse en monja. En 1948 se separaron, aunque siguieron viviendo bajo el mismo techo otra conducta inhabitual en la clase alta argentina, que conllevaba cierto ostracismo. Junto con Ernesto, ambos tuvieron cuatro hijos más: Celia (n. 1929), Roberto (n. 1932), Ana María (1934–1990) y Juan Martín (n. 1943).
Una característica de los padres de Ernesto que influyó considerablemente en su niñez y juventud, fueron su constantes mudanzas y traslados. Hasta dejar la Argentina definitivamente en 1953, la familia de Ernesto tuvo al menos 12 domicilios, en Buenos Aires, Caraguataí, San Isidro, Alta Gracia y Córdoba.
 
Nacimiento 
Muchas de las biografías de Ernesto Guevara sostienen que nació por azar en la ciudad argentina de Rosario, en la provincia de Santa Fe, el 14 de junio de 1928, pero según otras fuentes, habría nacido el 14 de mayo de 1928, exactamente un mes antes.
Sus padres alternaban su residencia de la capital Buenos Aires con la de Caraguataý, en la provincia de Misiones, separadas por 1800 km de vía fluvial, donde atendían plantaciones deyerba mate de su propiedad. Es desde este lugar que acercándose el momento de su parto, los padres de Ernesto decidieron volver a Buenos Aires con el fin de que éste fuera adecuadamente asistido, utilizando para ello las líneas navieras que surcaban el río Paraná. Sin embargo el alumbramiento se adelantó y debieron descender en el puerto de Rosario, y en elHospital Centenario de esa ciudad nació Ernesto.
El niño fue inscrito al día siguiente con el nombre de Ernesto Guevara y después de que la madre recibiera el alta, se instalaron por unos días en un apartamento ubicado en el quinto piso de un edificio de departamentos en el número 480 de la calle Entre Ríos, esquina con calle Urquiza, hasta que ambos estuvieron en condiciones de retomar el viaje hacia Buenos Aires.
En contra de esta versión general, el biógrafo Jon Lee Anderson ofrece una explicación de la presencia la madre en Misiones estando embarazada y la urgencia del descenso en Rosario, al señalar que la fecha indicada en el acta de nacimiento oficial es falsa y que Ernesto Guevara nació el 14 de mayo de 1928, exactamente un mes antes. La razón habría sido la intención de los padres de ocultar el estado de embarazo de la madre al momento de casarse, circunstancia que luego fue reconocida por el padre. Según esta explicación, los Guevara se alejaron de Buenos Aires durante el embarazo y luego intencionalmente se dirigieron a Rosario, donde un médico amigo aceptó alterar el certificado de nacimiento.
La versión de Anderson es apoyada por la también biógrafa de Guevara, Julia Constenla, a quien Celia de la Serna le confirmó personalmente la verdadera fecha de nacimiento de su hijo y las circunstancias de su embarazo prematrimonial. Ernesto Guevara fue presentado en ocasiones durante su vida como «sietemesino», término que en la época era asimilado al «fruto de una relación prematrimonial».
 
Primeros años: entre Caraguataí y Buenos Aires
Los primeros años de Ernesto transcurrieron entre las casas que sus padres tenían en Buenos Aires y Caraguataí, yendo y viniendo en los vapores del río Paraná, según las necesidades de la producción yerbatera y el clima. Desde un primer momento Ernesto recibió de sus padres el sobrenombre de Ernestito, para diferenciarlo del padre, y luego de Teté, con los que le llamarían indistintamente su familia y amigos de la infancia.
En Buenos Aires se instalaron en las zonas típicas de la clase alta: primero en el barrio de Palermo (Santa Fe y Guise), luego en el partido de San Isidro (calle Alem) y finalmente en el barrio de la Recoleta (Sánchez de Bustamante 2286). Viviendo en San Isidro, a los dos años de edad tuvo el primer ataque de asma, enfermedad que padecería toda su vida y que llevaría a la familia a trasladarse a Córdoba. El padre siempre culpabilizaría a la madre por el asma de Ernesto, atribuyéndolo a una bronquitis agravada por la falta de atención de esta última una fría mañana mientras nadaba en el aristocrático Club Náutico San Isidro.
En Caraguataí (Misiones), los padres de Ernesto contrataron a una niñera para su hijo: Carmen Arias, una gallega que viviría con la familia hasta 1937 y que fue quien le puso el sobrenombre de Teté. Del yerbatal de sus padres y de su estancia en Misiones adquiriría el gusto por el mate, del que fue un apasionado toda su vida.
Debido a la seriedad y persistencia del asma que afectaba a Ernestito, la familia procuró buscar un lugar con un clima más apto. Siguiendo las recomendaciones de los médicos, decidieron mudarse a la provincia de Córdoba, un destino clásico de aquella época para las personas con afecciones respiratorias debido a sus condiciones climáticas y mayor altitud. Después de pasar un tiempo en la misma ciudad de Córdoba, capital de la provincia, los Guevara Lynch se instalaron en Alta Gracia.
 
Alta Gracia, Córdoba. Infancia y adolescencia
Ernesto Guevara vivió 17 años en Córdoba, desde 1930 hasta principios de 1947, abarcando gran parte de su infancia y toda la adolescencia. Él mismo se consideraba cordobés20 y hablaba con el característico cantito de los cordobeses, aunque luego en Cuba adoptaría un acento marcadamente cubano. En Alta Gracia cursó la escuela primaria y en la ciudad de Córdoba la secundaria. También allí tuvo sus primeras experiencias sexuales y formó su grupo de amigos, con los que más adelante compartiría sus primeras preocupaciones sociales y sus viajes porAmérica Latina. Poco antes de volver a Buenos Aires, vivió también unos meses en Villa María.
La familia tuvo varios domicilios en Alta Gracia, pero el principal de ellos fue Villa Nydia, en la zona de Villa Carlos Pellegrini, donde actualmente se ubica el Museo Ernesto «Che» Guevara.
Ernesto cursó sus estudios primarios en las escuelas públicas San Martín y Santiago de Liniers entre 1937 y 1941. Sus estudios secundarios los realizó entre 1942 y 1946, primero en el Colegio Nacional de Monserrat (cuatro años), terminando el ciclo en el Colegio Nacional Deán Funes, ubicados en la ciudad de Córdoba, donde la familia terminó mudándose en 1943.
El asma determinó en gran medida las características de la infancia de Ernesto Guevara. Los ataques eran constantes y de una severidad tal que lo llevaban incluso a quedar postrado días enteros. Limitó sus posibilidades de ir a la escuela, a la que recién ingresó en 1937 cuando tenía ocho años comenzando en segundo grado (saltando primero inferior y superior). Restringió sus posibilidades de hacer deporte, actividad que le apasionaba y que igualmente practicó aunque muchas veces sus amigos debían cargarlo para volver a su casa. Para combatir el asma estaba sujeto a constantes dietas y tratamientos médicos. Por otro lado su enfermedad lo hizo un extraordinario lector, un gran aficionado al ajedrez y generó en él un fuerte espíritu de disciplina y autocontrol.
Alta Gracia era una pequeña villa veraniega de la clase alta cordobesa ubicada en las primeras sierras a 39 km al suroeste de la ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre. Las sierras de Córdoba, por su clima seco y su altura, han sido tradicionalmente uno de los principales destinos turísticos del país, y el lugar por excelencia que buscaban las personas con afecciones respiratorias.
En su primera adolescencia Ernesto tuvo preferencia por libros de aventuras, como las luchas de Sandokán, de Emilio Salgari y, sobre todo, los viajes extraordinarios de Julio Verne, entre ellos Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna, Veinte mil leguas de viaje submarino. Años después, estando ya en Cuba pediría que le enviaran sus tres tomos encuadernados en cuero de las obras completas de Verne.
Más adelante desarrolló el gusto por la poesía y la filosofía. Entre sus poetas preferidos se destacaron Baudelaire, en especial su descarnada y polémica obra Las flores del mal, Pablo Neruda, en particular sus poemas de amor y León de Greiff. Fue un apasionado de la filosofía existencialista, lo que lo llevó a preferir las obras de Sartre, Kafka y Camus, y de las teoríaspsicológicas de Freud.
Ernesto Guevara se destacó durante toda su infancia y adolescencia por su rebeldía. Sumamente travieso, con duras discusiones con sus padres y maestros, desaliñado al punto de ser llamado el Chancho Guevara (sobrenombre que adoptó gustosamente), ejecutando pruebas de gran riesgo personal, de muy mal carácter, muchas veces llegando a los golpes en las discusiones, realizando comentarios provocativos y escandalosos, buscando habitualmente defender la posición contraria de sus interlocutores.
En aquellos años, Córdoba y Alta Gracia en particular recibieron una notable cantidad de refugiados republicanos de la Guerra Civil Española, y también alemanes vinculados a los nazis. El músico Manuel de Falla se había instalado en Alta Gracia y algunos de los mejores amigos de Ernesto, los hermanos González Aguilar, eran hijos de un alto jefe militar español republicano, también refugiado allí. Por otra parte algunas localidades cordobesas como La Falda, La Cumbrecita y Villa General Belgrano eran centros de refugiados alemanes con evidentes simpatías nazis. El padre de Ernesto llegó a organizar durante la Segunda Guerra Mundial un pequeño grupo para espiar las actividades nazis en Córdoba, en el que también participó Ernestito.
En 1942 Ernesto Guevara inició sus estudios secundarios en la ciudad de Córdoba en el Colegio Deán Funes, ubicado en la esquina de Perú e Independencia, del barrio Pueyrredón. La ciudad de Córdoba, que por entonces contaba con unos 350.000 habitantes, comenzaba a sufrir transformaciones decisivas debido un notable proceso de industrialización por el que fue llamada la Detroit argentina. Cursó sus estudios secundarios (1942–1946) en un momento de grandes cambios y transformaciones políticas en la Argentina. Entre 1943 y 1946 habría de surgir el peronismo que contó con un apoyo masivo de la clase obrera e inversamente un rechazo masivo de las clases media y alta. Los estudiantes fueron uno de los grupos que más activamente se movilizaron contra el peronismo naciente, bajo el lema de «no a la dictadura de las alpargatas».
Una vez en la escuela secundaria e instalado en Córdoba, la vida de Ernesto se hizo más pública. Contra lo que suelen decir algunas biografías, Ernesto Guevara no tuvo ninguna militancia política ni social en Córdoba (ni luego en Buenos Aires). Él mismo lo dijo:
«No tuve preocupaciones sociales en mi adolescencia, ni participé en las luchas políticas o estudiantiles de Argentina».
Los padres de Ernesto y toda su familia, por supuesto, eran abiertamente antiperonistas, como lo era la gran mayoría de la clase media y la clase alta. Ernesto en cambio, nunca parece haber sostenido posiciones antiperonistas. Por el contrario, se sabe que la familia le atribuía sentimientos favorables al peronismo, que les recomendaba a las empleadas domésticas de su casa y de las casas de sus amigos que votaran al peronismo, y que sentía respeto por Perón a quien llamaba «el capo».30 Años después, ya en plena Revolución Cubana, utilizó una de las palabras favoritas de Eva Perón, «descamisados», para bautizar al grupo de novatos bajo su mando en la guerrilla, y poco antes, al enterarse del golpe militar que derrocó a Perón escribió en una carta a su madre:
Te confieso con toda sinceridad que la caída de Perón me amargó profundamente, no por él, por lo que significaba para toda América, pues mal que te pese y a pesar de la claudicación forzosa de los últimos tiempos, Argentina era el paladín de todos los que pensamos que el enemigo está en el norte.
Con respecto al Partido Comunista Argentino, Ernesto rechazó explícita y abiertamente su posición, en tanto «criticaba con dureza su sectarismo».
Si alguna ideología clara comenzaba a asomar en Ernesto Guevara, en los últimos años de su adolescencia, fue su posición antiimperialista y en particular su posición acérrimamente contraria al imperialismo estadounidense, una ideología con profundas raíces en la cultura política-social argentina. En este sentido, escandalizó a sus familiares y conocidos, cuando se opuso a que la Argentina le declarara la guerra a la Alemania nazi en 1945, sosteniendo que se realizaba por presión de EE. UU. y que debía mantenerse neutral.
Simultáneamente en 1945, con 17 años, Ernesto demostró un gran interés por la filosofía y comenzó a escribir su propio diccionario filosófico, mientras descubría la literatura social latinoamericana, con exponentes como Jorge Icaza y Miguel Ángel Asturias.
Un hecho importante se produjo cuando en noviembre de 1943 su mejor amigo, Alberto Granado y otros estudiantes, fueron detenidos por la policía durante una manifestación estudiantil contra el gobierno. Ernesto y Tomás Granado iban a la cárcel a visitar a Alberto a diario. Contra todo lo esperado, cuando se organizó una gran marcha para reclamar la libertad de Alberto y los demás presos políticos, Ernesto no solo se negó a participar, sino que sostuvo que «la marcha era un gesto inútil y que solo conseguirían «que los caguen a palos», y que él solo iría si le daban un revólver».
A fines de 1946 Ernesto terminó sus estudios secundarios. Ese mismo año obtuvo su primer empleo, junto a Alberto Granado, en el laboratorio de la Dirección de Vialidad de la Provincia de Córdoba. Poco después de recibirse fue enviado a la localidad de Villa María, 100 km al sur, a participar durante los siguientes meses en la construcción de un camino.
 
¡Lo sé! ¡Lo sé!
Si me voy de aquí me traga el río.
Es mi destino: «hoy voy a morir».
Pero no, la fuerza de voluntad todo lo puede.
Están los obstáculos, lo admito.
No quiero salir.
Si tengo que morir, será en esta cueva.
Las balas, qué me pueden hacer las balas
si mi destino es morir ahogado, pero voy
a superar mi destino. El destino se puede
alcanzar con la fuerza de voluntad.
Morir sí, pero acribillado por
las balas, destrozado por las bayonetas,
si, no, no, ahogado no…
un recuerdo más perdurable que mi nombre
es luchar, morir luchando.
En 1947 la familia Guevara Lynch – de la Serna sufrió un colapso. La empresa constructora de su padre quebró, y los Guevara decidieron separarse y mudarse a Buenos Aires. En mayo de ese año su abuela enfermó de muerte, lo que llevó a Ernesto a renunciar a su empleo y trasladarse a la capital argentina, donde permanecería luego del deceso de la anciana.
Poco antes de partir, en Villa María, escribió el poema que se transcribe en el recuadro de la derecha, en el que apela a su fuerza de voluntad para vencer al destino.
Amigos de infancia y adolescencia
Ernesto hizo grandes amigos durante su infancia y adolescencia en Córdoba; dos de ellos se destacaron:
• Carlos «Calica» Ferrer. Uno de sus primeros amigos. Lo conoció cuando ambos tenían dos/tres años. Ernesto recién llegaba a Alta Gracia. «Calica» era hijo de un rico médico especialista en enfermedades respiratorias que vivía en Alta Gracia. Uno de sus pacientes era el propio Ernesto. La primera relación sexual de Ernesto fue con la empleada doméstica de la familia Ferrer, arreglado por el propio Calica (sería habitual para él mantener relaciones sexuales con las empleadas domésticas que trabajaban en las casas de sus familiares y amigos). Calica y Ernesto realizaron el Segundo viaje latinoamericano (1953-1954). En 2006 escribió el libro De Ernesto al Che. El segundo y último viaje de Guevara por Latinoamérica.
• Alberto Granado. Hermano mayor de Tomás Granado, este último compañero de clases del colegio secundario de Ernesto, y también amigo. Ambos eran hijos de un trabajador ferroviario. Era seis años mayor que Ernesto, estudiante de Bioquímica y entrenador del equipo de rugby del club Estudiantes en el que Ernesto jugaría. Compartieron el gusto por las mujeres, el rugby, el vino, la literatura y los viajes. Tuvo gran influencia en la elección por Ernesto de la carrera de medicina. Alberto Granado y Ernesto realizaron el Primer viaje latinoamericano (1952), que refleja la película Diarios de motocicleta donde su personaje es interpretado por el actor Rodrigo de la Serna. Luego de la Revolución Cubana se radicó en Cuba. En 1995escribió el libro Con el Che Guevara. De Córdoba a La Habana.
 
Buenos Aires, medicina y los viajes
Ernesto Guevara permaneció en Buenos Aires desde enero de 1947 hasta el 7 de julio de 1952 cuando partiría en su primer viaje por América Latina.
El primer año la familia vivió en la casa de su abuela materna, recientemente fallecida, ubicada en Arenales y Uriburu, en el exclusivo barrio de Recoleta, o Barrio Norte, a dos cuadras de la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, en la que empezaría a estudiar en 1948 para graduarse de médico el 11 de abril de 1953. Al año siguiente su padre vendió el yerbatal, compró una casa en Aráoz 2180, en el barrio de Palermo y abrió una inmobiliaria en la esquina de Paraguay y Aráoz.
En este período Ernesto se dedicó a su carrera y comenzó a trabajar como asistente en una clínica especializada en alergias que se dedicaba a la investigación del asma, dirigida por el Dr. Salvador Pisani. En la facultad de Medicina conoció a Berta Gilda Infante, «Tita», una cordobesa militante universitaria comunista con la que mantendría una fuerte amistad por el resto de su vida.
En Buenos Aires Guevara se dedicó a jugar al rugby, deporte característico de la clase alta porteña, primero en el importante San Isidro Club (SIC) y luego, debido a sus limitaciones con el asma, en el pequeño y desaparecido Yporá Rugby Club (1948) y en el Atalaya Polo Club (1949). Editó entonces la primera revista dedicada al rugby de la Argentina, con el nombre «Tackle», y en la que también escribía crónicas bajo el seudónimo «Chang-cho», en alusión a su propio sobrenombre de «Chancho».
También continuó con sus intensas actividades de lectura y la escritura de sus cuadernos filosóficos. En estos años demostró una creciente dedicación a la filosofía social. En su tercer cuaderno revela un gran interés en el pensamiento de Carlos Marx. También prestó gran atención a las ideas de Nehru sobre el proceso de descolonización e industrialización en la India, anotando y recomendando calurosamente su libro El descubrimiento de la India. En 1950 se enamoró de María del Carmen «Chichina» Ferreyra, una joven de 16 años perteneciente a una de las familias más ricas y aristocráticas de Córdoba. La relación duró más de dos años, a pesar de la oposición frontal de la familia, que lo veía como un «hippie enfermizo» por su aspecto, sus ideas radicales y provocadoras, y su deseo de casarse y pasar la luna de miel en un viaje en casa rodante por América Latina. Años después «Chichina» diría de Ernesto:
Me fascinó; su físico obstinado y su carácter antisolemne, su desparpajo en la vestimenta nos daba risa y, al mismo tiempo, un poco de vergüenza (…) Éramos tan sofisticados que Ernesto nos parecía un oprobio. Él aceptaba nuestras bromas sin inmutarse.
Estando en Buenos Aires Ernesto Guevara comenzó a viajar precariamente, «a dedo», bicicleta o en moto, con poco dinero, cada vez más lejos. Los viajes de Guevara significarían una experiencia social y humana, que lo pondría en contacto con los trabajadores y las personas humildes de la Argentina y América Latina, y finalmente lo llevarían a integrar el grupo guerrillero que realizaría la Revolución Cubana.
Su muerte
En el combate de Quebrada del Churo, Guevara fue herido de bala en su pierna izquierda, hecho prisionero junto con Simeón Cuba (Willy) y trasladado a La Higuera donde fueron recluidos en la escuela, en aulas separadas. Allí colocarían también los cadáveres de los guerrilleros muertos y también sería recluido al día siguiente, Juan Pablo Chang. Entre las pertenencias requisadas por los militares estaba el Diario que el Che llevaba en Bolivia.
El 9 de octubre por la mañana el gobierno de Bolivia anunció que Ernesto Guevara había muerto en combate el día anterior. Simultáneamente llegaron el coronel Joaquín Zenteno Anaya y el agente de la CIA Félix Rodríguez. Poco después del mediodía el presidente Barrientos dio la orden de ejecutar al Che Guevara. Existen dudas y versiones contradictorias sobre el grado de apoyo que la decisión tuvo por parte de Estados Unidos, pero lo cierto es que, tal como está registrado en el propio informe secreto de Félix Rodríguez, la CIA estaba presente en el lugar. Fue el agente Rodríguez quien recibió la orden de fusilar a Guevara y quien la transmitió a los oficiales bolivianos, así como fue él también quien le comunicó al Che Guevara que sería fusilado. Antes del fusilamiento Félix Rodríguez lo interrogó y lo sacó del aula para tomarle varias fotografías, las últimas en las que aparece con vida. El propio Rodríguez relata ese momento de este modo:
Salí de la habitación, aquello estaba lleno de soldados afuera. Me dirigí al Sargento Terán que sabía que estaba siendo de ejecutor de todo eso. Le dije, sargento hay instrucciones de su gobierno de eliminar al prisionero. Me puse la mano al nivel de la barbilla. No le tire de aquí para arriba, tírele de aquí para abajo pues se supone que este hombre haya muerto de heridas en combate. Sí mi capitán, sí mi capitán dijo. Era aproximadamente la una de la tarde de Bolivia. De ahí entonces me retire al lugar avanzado donde yo había fotografiado el diario y a la una y diez aproximadamente escuche una ráfaga pequeña.
“… Mandé a Teran que efectuara la orden . Le dije que debía dispararle (al Che) bajo el cuello ya que así podríamos probar que había sido muerto en combate . Teran pidió un fusil y entró a la sala con dos soldados: Cuando escuché los disparos anoté en mi cuaderno 1:10 pm, 9 de octubre de 1967.”
Entrevista de Félix Ismael Rodríguez a Claudio Gatti
Poco antes Simeón Cuba y Juan Pablo Chang habían corrido la misma suerte. En 1977 la revista Paris Match entrevistó a Mario Terán quien relató del siguiente modo los últimos instantes del Che Guevara:
Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. Ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: «Usted ha venido a matarme». Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: «¿Qué han dicho los otros?». Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: «¡Eran unos valientes!». Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. «¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!». Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto.
Curiosamente serían médicos cubanos quienes en 2007 devolverían la vista a Terán, en el marco de una de las campañas de solidaridad con el gobierno boliviano de Evo Morales; la noticia se dio a conocer por el periódico oficialGranma en el aniversario de la muerte de Guevara que decía;
Mario Terán intentará con su crimen destruir un sueño y una idea, el ‘Che vuelve’ a ganar otro combate. Y continúa en campaña.
El hijo de Terán pidió al periódico de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra que se publicara una nota de agradecimiento a los médicos cubanos por la labor realizada.
 
Sus restos
La tarde del 9 de octubre el cuerpo del Che Guevara fue llevado en helicóptero a Vallegrande y fue colocado en el lavadero del hospital Nuestro Señor de Malta, donde permaneció en exhibición pública durante ese día y todo el día siguiente, introduciéndosele gran cantidad de formaldehído para evitar la descomposición.
Cientos de personas (soldados, pobladores, curiosos, periodistas) concurrieron a ver el cuerpo. Hay gran cantidad de fotos de esos momentos, en las que el Che aparece con los ojos abiertos. Las monjas del hospital y las mujeres de la villa señalaron su parecido con Jesucristo y cortaron mechones de su pelo para preservarlos como talismanes. Los soldados y funcionarios se quedaron con cosas que llevaba el Che al morir. Debido a que ya estaba decidido que se haría desaparecer el cuerpo del Che Guevara, como el del resto de los guerrilleros, la noche del 10 de octubre se le cortaron las manos al cadáver para conservarlas como prueba de la muerte.
Existen diversas versiones sobre el destino final del cadáver. El General Juan José Torres declaró que el cuerpo había sido cremado, mientras que el General Alfredo Ovandoafirmó lo contrario. Hay consenso entre los militares bolivianos presentes en el lugar de que la orden de cremación fue real pero que no pudo ser ejecutada por carecer de los medios adecuados, y también para evitar una eventual reacción negativa de la población debido al hecho de que en Bolivia la cremación era ilegal. También existía cierto consenso en que el cadáver del Che había sido enterrado en la madrugada del 11 de octubre por el teniente coronel Selich, en una fosa diferente de los otros seis guerrilleros
 
Búsqueda y hallazgo del cuerpo
Desde el mismo año de su muerte el gobierno cubano comenzó la investigación tendente al hallazgo de los restos del Che Guevara y sus compañeros, sin mayores resultados. En 1995 viajó a Bolivia el doctor Jorge González Pérez, entonces director del Instituto de Medicina Legal de Cuba, dando inicio al proceso que los encontraría en 1997.
Entre diciembre de 1995 y marzo de 1996, se habían hallado los restos de cuatro compañeros de Guevara que habían muerto en el combate del 14 de octubre de 1967 en Cajones. Estos fueron,Jaime Arana Campero, Octavio de la Concepción de la Pedraja, Lucio Edilverto Garvan Hidalgo y Francisco Huanca Flores. La investigación tenía como objetivo la recuperación de todos los guerrilleros caídos. De los 36 cadáveres 23 estaban enterrados en Valle Grande y 13 en otras zonas.
El 28 de junio de 1997, gracias a las declaraciones el General retirado Mario Vargas Salinas y las presiones internacionales que llevaron al gobierno boliviano de Gonzalo Sánchez a autorizar el inicio de investigaciones, un equipo de científicos cubanos encontró en Valle Grande siete cuerpos enterrados clandestinamente en una sola fosa común, e identificaron entre ellos, con apoyo del Equipo Argentino de Antropología Forense, que fue el primer grupo que llegó el 29 de noviembre de 1995, al de Ernesto Guevara y los de seis de sus hombres, Alberto Fernández Montes de Oca (Pacho), René Martínez Tamayo (Arturo), Orlando Pantoja Tamayo (Olo), Aniceto Reinaga (Aniceto), Simeón Cuba (Willy) y Juan Pablo Chang (El Chino).
El cadáver, de acuerdo con el informe del equipo, carecía de manos, registraba un alto contenido de formaldehído, y llevaba ropa y elementos compatibles con los que se supone que tenía al momento de ser enterrado (se encontró cubierto con una chaqueta que en uno de los bolsillos tenía una bolsa con picadura de tabaco de pipa). El antropólogo Héctor Soto realizó el examen físico que mediante la definición de los rasgos frontales identificó a Guevara. Sin embargo, algunos analistas afirman que el cuerpo no es el del Che, ya que existen contradicciones insalvables entre el informe y la autopsia que se practicó al cadáver en 1967.
El 12 de julio de 1997 los presuntos restos fueron llevados a Cuba, donde fueron recibidos por una multitud para ser sepultados en Santa Clara en el Memorial de Ernesto Guevara donde se encuentran actualmente los restos de la mayoría de los guerrilleros que le acompañaron en su expedición.
Pensamiento
El Che Guevara desarrolló una serie de ideas y conceptos que se han conocido como «guevarismo». Su pensamiento tomaba el antiimperialismo, el marxismo y el comunismo como elementos de base, pero con reflexiones sobre la forma de realizar una revolución y crear una sociedad socialista que le dieron identidad propia.
Guevara otorgaba un papel fundamental a la lucha armada. A partir de su propia experiencia desarrolló toda una teoría sobre la guerrilla que ha sido definida como foquismo. Para él, cuando en un país existían «condiciones objetivas»para una revolución, un pequeño «foco» guerrillero podía crear las «condiciones subjetivas» y desencadenar un alzamiento general de la población.
Para el Che existía un vínculo estrecho entre la guerrilla, los campesinos y la reforma agraria. Esta posición diferenció su pensamiento del socialismo europeo o soviético, más relacionado con la importancia de la clase obreraindustrial, y lo acercó a las ideas maoístas. Su libro «La Guerra de Guerrillas» es un manual donde se exponen las tácticas y estrategias usadas en la guerrilla cubana.
Otorgaba un rol fundamental a la ética individual, tanto del guerrillero durante la revolución, como del ciudadano en la sociedad socialista. Este aspecto lo desarrolló bajo el concepto del «hombre nuevo socialista», al que veía como un individuo fuertemente movido por una ética personal que lo impulsa a la solidaridad y al bien común sin necesidad de incentivos materiales para ello. En este sentido Guevara otorgaba un valor central al trabajo voluntario al que veía como la actividad fundamental para formar al «hombre nuevo».
 
Matrimonios e hijos 
Ernesto Guevara se casó dos veces y tuvo seis hijos.
Su primer matrimonio fue con Hilda Gadea134 el 18 de agosto de 1955, en México. Hilda Gadea era una economista y dirigente peruana del APRA a quien Guevara conoció en Guatemala. Juntos tuvieron una hija:
Hilda Beatriz Guevara Gadea (1956–1995), nacida el 15 de febrero de 1956.
Ernesto Guevara se divorció de Hilda Gadea en 1959. Después de la Revolución Cubana, Hilda se instaló en Cuba donde desempeñó altos cargos. Escribió un libro sobre su ex esposo con el título de Che Guevara: los años decisivos (México: Aguilar Editor, 1972). Había nacido en 1925 y falleció en La Habana en 1974.
Su segundo matrimonio fue con Aleida March Torres (n. 1936) el 9 de junio de 1959, en La Habana. Aleida March era una militante cubana del Movimiento 26 de Julio de la provincia deLas Villas a quien Guevara conoció en 1958 cuando desarrollaba su ofensiva final sobre el régimen de Batista, poco antes de la batalla de Santa Clara. Juntos tuvieron cuatro hijos:
Aleida Guevara March, nacida el 17 de noviembre de 1960,
Camilo Guevara March, nacido el 20 de mayo de 1962,
Celia Guevara March, nacida el 14 de junio de 1963, y
Ernesto Guevara March, nacido el 24 de febrero de 1965
Aleida March preside el Centro de Estudios Che Guevara, ubicado en la casa que compartieron en La Habana.
Según Jorge Castañeda, Ernesto Guevara tuvo también un hijo fruto de una relación extramatrimonial con Lidia Rosa López:
Omar Pérez, nacido el 19 de marzo de 1964
Aunque no fue reconocido, Ernesto Guevara habría elegido su nombre.
Los nombres de Ernesto Guevara
Su nombre legal era Ernesto Guevara. Así figura en el Acta de Nacimiento, documento legal que establece el nombre de las personas. Como dato adicional, también figura con el nombre de Ernesto Guevara en la documentación universitaria, en su título de médico y en su certificado de estudios secundarios. La razón es que las normas argentinas del nombre establecían entonces que los niños llevaban solamente el apellido del padre, a menos que ambos padres pidieran expresamente incluir ambos apellidos. En la clase alta argentina, es habitual el doble apellido, pero no fue el caso de Ernesto.
El nombre Ernesto Guevara de la Serna, usado en algunas biografías, no es su nombre legal. El equívoco suele provenir del hecho de que en la mayoría de los países latinoamericanos (pero no en Argentina) el nombre legal se forma con el apellido del padre y de la madre.
En algunas oportunidades, Ernesto Guevara usó voluntariamente el apellido de su madre. En esos casos se identificaba como Ernesto Guevara Serna, como fue el caso de la propaganda para Micron, y su empleo como fotógrafo de Prensa Latina.
Finalmente, su prontuario de la Policía Federal de la Argentina está registrado bajo el nombre de Ernesto Guevara Lynch de la Serna, alias llamado «Che»/»Chancho».
 
Sobrenombres, seudónimos y nombres alternativos
Ernestito, para diferenciarlo de su padre. Lo llamaron así su familia y amigos durante toda su infancia y juventud.
Teté, sobrenombre que le puso la niñera de la familia, Carmen Arias, cuando aún era un bebé. Lo llamó así su familia.
Pelao, debido a que Ernesto había decidido cortarse el pelo al ras. Sus compañeros de escuela secundaria le pusieron ese sobrenombre.
El Chancho, por su desaliño y falta de aseo personal, desde su adolescencia en Córdoba.
El Loco, por sus actos extravagantes, llamativos y arriesgados, desde su adolescencia en Córdoba.
Fuser, sobrenombre con el que era conocido en el rugby. Se trata de la abreviatura de Furibundo Serna, un sobrenombre que él mismo se había puesto y que utilizaba gritando cuando atacaba con la pelota: «¡Furibundo Serna al ataque!». Es el sobrenombre que utiliza constantemente su amigo Alberto Granado en la película Diarios de motocicleta. Granado fue el entrenador de su equipo de rugby en Córdoba.
Chang-cho, pseudónimo que utilizaba al firmar los artículos que publicaba en la revista Tackle, primera revista de rugby en la Argentina, fundada y dirigida por él.
Che, debido a su condición de argentino, y al uso reiterado de esa palabra por parte del propio Guevara. El famoso sobrenombre se lo puso en Guatemala, en 1954, Ñico López.
El francotirador, seudónimo utilizado para firmar los artículos que escribía en el periódico El Cubano Libre, editado cuando la guerrilla actuaba en Sierra Maestra. Retoma un anterior apodo que le habían atribuido militantes comunistas en Buenos Aires en la década del 40.
Martín Fierro, nombre de guerra utilizado en ocasión de la instalación del Ejército Guerrillero del Pueblo en la Argentina en 1963–1964.
Ramón Benítez Fernández, falsa identidad uruguaya utilizada en 1964 y 1965.
Tatu, cuyo significado es «Tres» en swahili, nombre de guerra utilizado en la guerrilla en el Congo.
Adolfo Mena González, falsa identidad uruguaya utilizada en 1966 y 1967.
Ramón, nombre de guerra utilizado en la guerrilla en Bolivia.
Fernando Sacamuelas (a) Chaco, seudónimo utilizado en Bolivia.
AMQUACK, código de la CIA para denominar al Che Guevara.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ernesto_Guevara