Los alimentos que deberíamos comer para vivir más y mejor

Aunque la genética tiene un papel importante en la longevidad, la ciencia ha demostrado que un estilo de vida y nutrición adecuados son igual o más importantes para vivir más años.

La longevidad no solo depende de la genética, nosotros también podemos hacer mucho para poder vivir más años y con una buena calidad de vida. Un estilo de vida adecuado en el que la buena alimentación y la práctica de ejercicio físico estén presentes es clave para vivir más (y mejor). De hecho, así lo demuestra un estudio que afirma que las personas que se cuidan pueden tener una esperanza de vida hasta siete años mayor. Una de las mejores cosas que podemos hacer para cuidarnos es seguir la dieta mediterránea, considerada una de las más saludables del mundo.
Seguro que ya estás cansada de escucharlo, pero nunca viene mal incidir en la importancia de consumir diariamente al menos cinco piezas de fruta y verdura al día (aquí te damos algunos trucos para que no te de pereza tomarla). Todas las frutas son recomendables, pero si hablamos de alimentos antiedad, los cítricos (limón, naranja, pomelo, etc) y los frutos rojos son especialmente buenos. Estas frutas destacan por su elevado contenido en vitamina C, micronutriente clave a la hora de combatir los efectos de los radicales libres, principales ‘culpables’ del envejecimiento prematuro de los tejidos.
Este tipo de alimentos son muy importantes para prevenir el desarrollo de ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes u obesidad. Tampoco pueden faltar en tu dieta los granos enteros, legumbres, el pescado y el aceite de oliva, que reducen el riesgo de sufrir sobrepeso e hipertensión arterial.
Por otro lado, deberías evitar alcohol y tabaco, pues influyen negativamente en nuestra calidad de vida y en los años que vivimos. El tabaco es la causa de enfermedades mortales como el cáncer de pulmón, el infarto de miocardio y ciertas enfermedades respiratorias Si estás pensando en dejarlo, aquí tienes algunos trucos que pueden ayudarte. Además, el exceso de alcohol puede provocar graves problemas de salud como la cirrosis o diversas alteraciones neurológicas.
¿Quieres vivir más (y lo más importante: mejor?) Además de dejar estas dos sustancias que te comentamos anteriormente, deberías empezar a consumir estos diez alimentos que te contamos en la galería de abajo. Cítricos, aceite de oliva, pescado azul, frutos secos… ¡Que nunca falten en tu dieta!

Aceite de oliva
El aceite de oliva es uno de los alimentos más saludables que existen y una buena fuente de antioxidantes naturales como polifenoles y vitamina E, dos sustancias que ayudan a proteger el organismo frente a los radicales libres, implicados en la degeneración celular. Además, este líquido reduce el colesterol LDL (es decir, el colesterol malo) y aumenta el colesterol bueno. Esto se debe a los ácidos grasos presentes fundamentalmente en el ácido oleico. También favorece la circulación sanguínea y disminuye la presión arterial.

Ajo
El ajo es rico en alicina, una sustancia que ayuda a disminuir el colesterol malo y los triglicéridos, por lo que el consumo reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Ten en cuenta que la alicina se destruye con la cocción, solo se libera cuando el ajo se consume crudo. Además, el ajo aporta pocas calorías, pero es muy rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso.

Alcachofas
Nunca falta en las dietas de adelgazamiento, debido a sus propiedades diuréticas, ligeramente laxantes y depurativas (si sufres retención de líquidos, es uno de los alimentos perfectos para combatirla). Sus beneficios no acaban ahí pues también contiene una sustancia denominada inulina que protege la flora intestinal. También aporta esteroles vegetales, que ayudan a limitar la absorción de colesterol malo.

Berros
El berro contiene calcio, fibra, hierro y vitaminas A y C que protegen las defensas. Además contiene potasio, mineral clave a la hora de mantener la tensión arterial a raya. Por si todo esto fuera poco, el berro también ha demostrado ser un estupendo alimento a la hora de aumentar la resistencia de las células frente al daño provocado por los radicales libres, según un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition.

Cacao
El cacao puro es una estupenda alternativa al chocolate con leche para saciar nuestras ansias de dulce, pues tiene compuestos muy beneficiosos para nuestra salud. Se trata de un buen antioxidante natural gracias a su elevado contenido de polifenoles. Para obtener estos beneficios, el chocolate tiene que ser negro (al menos, de un 70%). Muchos nutricionistas aconsejan consumirlo con regularidad, pero siempre en cantidades bajas, pues también es bastante calórico.

Frutos del bosque
Los flavonoides son unos compuestos antioxidantes que están muy presentes en los frutos del bosque (arándanos, moras, frambuesas, etc). Dentro de los flavonoides, el subtipo de las antocianinas está muy relacionado con un menor riesgo de padecer hipertensión. Este antioxidante es especialmente interesante, pues también protege los vasos sanguíneos y las neuronas, además de ayudar a reducir el colesterol y favorecer el buen funcionamiento del sistema cardiovascular.

Limón
El limón destaca por su elevado contenido de vitamina C, que tiene propiedades antioxidantes y, por tanto, ayuda a combatir los efectos de los radicales libres en el organismo. También ayuda a cicatrizar correctamente heridas y quemaduras, mantener en buen estado el tejido cartilaginoso y absorber correctamente el hierro. Sus antioxidantes contribuyen a la salud de la vista, pues previenen enfermedades degenerativas como cataratas o pérdida de visión.

Nueces
Como todos los frutos secos, las nueces son el perfecto picoteo para cuando nos entra el hambre entre horas. Además, son uno de los alimentos con mayor poder antioxidante que podemos tener en nuestra despensa. Una propiedad que le confiere su alto contenido en selenio y vitaminas C y E. También aporta vitamina B, ácidos grasos esenciales y zinc. ¡Que nunca falten en tu cocina!

Salmón
Los pescados azules como el bonito el arenque y el salmón son muy saludables gracias a su elevado contenido en ácidos grasos Omega 3. Este componente aporta grandes beneficios para la salud cardiovascular y el sistema nervioso. El salmón también es rico en proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales.

Piña
Aporta bromelina, una enzima que destaca por sus propiedades antiinflamatorias y que también ayuda a combatir los trombos o coágulos sanguíneos, además del exceso de líquidos en el cuerpo. También aporta vitamina C, lo que la convierte en una fruta perfecta para combatir el envejecimiento asociado a los radicales libres. Otro de los componentes que encontramos en la piña es la fibra, por lo que es perfecta para cuidar el estómago y prolongar en el tiempo la sensación de saciedad.

Fuente: https://www.miarevista.es/nutricion/3574.html