Lesiones de Espalda

Son las dolencias y lesiones que se producen en los huesos, ligamentos y músculos de la columna vertebral.
Son unas de las patologías más frecuentes del ser humano, por nuestra postura bípeda (sobre dos patas).

CAUSAS:

Prácticamente desde que nacemos (a partir del momento en que empezamos a andar) y durante toda la vida estamos levantando cosas de manera automática.
La incorrecta manipulación de los objetos que cargamos y el adoptar posturas inadecuadas en las actividades que desarrollamos diariamente, puede causarnos dolores o lesiones que nos incapaciten.
En el cuerpo humano hay alrededor de 206 huesos que unidos forman el esqueleto; el encargado de proporcionarnos una resistencia estructural además de proteger los órganos vitales y servir de punto de anclaje a los músculos.
Formando parte del esqueleto está la columna vertebral o raquis.
Se constituye por la superposición de treinta y tres huesos llamados vértebras, separadas unas de otras por los discos intervertebrales y unidos entre sí por ligamentos.
En las vértebras se insertan músculos de distintas regiones que proporcionan una gran movilidad a la columna vertebral, sirviendo a su vez de estuche protector a la médula espinal y sus envolturas.
El raquis es un órgano resistente y flexible esencial en el mantenimiento del equilibrio que desempeña un papel importante en la mecánica de todo el cuerpo.
Aunque su cometido principal es soportar el peso del tronco, extremidades superiores y la cabeza (transmitiéndolo a través de la pelvis a las extremidades inferiores), no es un sistema rígido sino que está dotado de una amplia movilidad que resulta de la suma de los movimientos parciales que se realizan entre cada par de vértebras contigüas, ayudado por los discos intervertebrales, aunténticos amortiguadores de la columna.
La postura bípeda (de pie), impone importantes tensiones a la espalda, sobre todo a la altura de la charnela o bisagra lumbosacra (donde se unen la columna lumbar con el sacro), que unido a la falta de ejercicio, la manipulación de cargas y la longevidad humanas, provoca las lesiones de espalda.
Una causa cada vez más frecuente de lesiones de espalda radica en los accidentes de tráfico, sobre todo cuando nos pegan por detrás, que provoca un «latigazo» de la cabeza con repercusiones importantes en la columna cervical, y que ha hecho aumentar la proporción de lesiones cervicales en gran medida (hace unos años eran una minoría, siendo las más frecuentes, casi en exclusiva, las lumbares)

SIGNOS Y SINTOMAS:

Desde molestias hasta franco dolor a los lados de la espalda en la zona afectada (la más frecuente, la lumbar, es el lumbago).
Ceden según la postura adoptada y el reposo.
En una etapa más avanzada, las molestas no ceden, volviéndose continuas.
Más adelante, empiezan a aparecer dolores referidos (a distancia) por la afectación de los nervios que salen de la columna, lo más frecuente hacia una extremidad inferior, usualmente por su cara posterior; es la ciática.
En una última etapa, la afectación de los nervios provoca su lesión definitiva, apareciendo atrofias (pérdida de masa) musculares y deficiencias sensitivas. Las lesiones ya son definitivas.

FACTORES DE RIESGO:

Obesidad.
Malformaciones de nacimiento; muy frecuentes, y generalmente ocultas, en la zona lumbosacra.
Problemas musculares o de ligamentos.
Sedentarismo.
Manipulación de cargas manuales.
Trabajo en posturas no adecuadas.
Conducción de automóviles (para las lesiones de columna cervical), sobre todo sin reposacabezas.

PREVENCION:

La mayoría de las lesiones que se producen en nuestra espalda serían evitables siguiendo unas normas básicas en nuestras posturas y unos cuidados mínimos en el manejo de cargas.
En la manipulación de cargas:
Lo primero y más importante es reflexionar antes de actuar.
Antes de realizar cualquier manipulación (levantar un objeto del suelo, cambiar algo de sitio) debemos tener claro qué es lo que queremos hacer y cuál es la forma más segura para llevarlo a cabo, valorar el peso para decidir si nosotros solos somos capaces de realizarlo o debemos pedir ayuda.
Tanto al estar de pie como sentado o levantar cargas, es importante mantener la espalda recta haciendo que la distancia entre la cabeza y los pies sea la mayor posible.
Deben ser las piernas y no el tronco quienes eleven el objeto pesado. Por ello, flexione las piernas para poder cogerlo con las manos mientras mantiene erguida la espalda.
Debe realizar una presa consistente y aproximar lo más posible el objeto al cuerpo.
Mantenga una buena base, para ello, separe los pies.
En el ámbito laboral, se han promulgado una legislación específica sobre la manipulación manual de cargas y una guía técnica de aplicación de la misma.
El I.N.S.H.T. publica ambos y unos carteles muy informativos y útiles, tanto en el ámbito laboral como en el extralaboral.
Otras actividades de la vida diaria en las que se compromete la columna vertebral de forma importante:
Escribiendo ante una mesa.
Planchando.
Sentado en un sillón o sofá.
Barriendo.
Agarrando a un niño.
Buscando un objeto en estanterías elevadas.
Haciendo camas y baños.
Con una bolsa de la compra o bolso pesados.

DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO:

Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la sintomatología y en la exploración clínica.
En casos avanzados, en los que se deben descartar lesiones de los discos intervertebrales, las raíces nerviosas o la misma médula espinal, se recurre a otras exploraciones, tanto morfológicas (Rayos X, T.A.C. o R.M.N.) como funcionales (E.M.G.).
Tratamiento
El tratamiento del ataque agudo incluye reposo, calor local, medicamentos analgésicos (calmantes), antiinflamatorios y relajantes musculares, puede complementarse con fisioterapia.
La prevención de posteriores episodios incluye:
• Medidas posturales, como endurecer el somier de la cama o evitar las posiciones viciadas en sillones, sofás y mesas.
• Medidas de reforzamiento muscular, mediante ejercicios para potenciar la musculatura abdominal y lumbar.
• Medidas de relajación y estiramientos musculares.
• Evitación de esfuerzos dañinos para la espalda, como se comenta en el apartado de prevención.
• En casos más avanzados y rebeldes al tratamiento analgésico, se pasa a medidas más invasivas, entre las que pueden citarse, de menos a más invasividad:
• Métodos de estimulación eléctrica, ya como relajante muscular ya como antiálgica.
Eficaz con la técnica adecuada, pero poco extendida y no siempre resuleve el problema.
• Infiltraciones en las bases de los nervios afectados o en determinados puntos dolorosos.
Consiste en la inyección, mediante una jeringuilla y aguja como las de las inyecciones intramusculares, de una solución antiinflmatoria y anestésica.
Presenta más peligros y secuelas que las inyecciones normales. El alivio suele ser temporal.
En caso de que el origen de las lesiones sea una hernia discal (protrusión de la almohadilla que separa las vértebras para dar elasticidad y movilidad a la columna), existen muchos métodos quirúrgicos para extirparlos o disolverlos cuando afectan a las raices nerviosas o a la médula espinal.
Es una intervención quirúrgica de cierta magnitud, con un peligro no desdeñable de secuelas y complicaciones, que aumenta cuando se realiza sin ser imprescindible, contra más alta sea la lesión en la columna, mayores los riesgos.

POSIBLES COMPLICACIONES:

El peligro fundamental de las lesiones de espalda es que afecten a los nervios o a la médula espinal, cuyas lesiones pueden ser definitivas.
Pronosticos
Las lesiones iniciales pueden curarse completamente, si se cuida adecuadamente la espalda.
Cuando las lesiones se vuelven crónicas, su solución es mucho más difícil.
Finalmente, cuando se produce una lesión de los nervios, que produzca deficiencias nerviosas, ésta suele ser irreversible, aunque puede seguir empeorando