¿Qué le doy de comer a mi conejo?

La dieta de este mamífero debe componerse en un 80% de heno o hierba fresca y en un 20% de alimentos frescos como verduras de hoja o hierbas silvestres. El pienso y las chuches saludables se le darán de forma esporádica.

¿Sabías que dos de los principales problemas de salud de los conejos están relacionados con su dentición y tracto intestinal? Estos pequeños mamíferos tienen un sistema digestivo muy delicado que puede verse alterado por alimentos muy azucarados (proliferan bacterias dañinas) o que tengan poca fibra. Los cólicos y otras complicaciones digestivas pueden ser mortales para ellos. Por eso, una correcta alimentación es un seguro de vida para tu conejo.
El heno
El heno debe ser lo que más coma tu pequeño amigo (70%-80). Asegúrate de que tenga siempre a su disposición, en cantidad y que lo consuma. El heno no es más que plantas que se recogen estando verdes y luego se secan. Existen dos tipos de heno: de gramíneas (mejor para conejos adultos por su menor contenido en proteína y calcio) y de leguminosas (más adecuado para conejos que estén creciendo, que estén enfermos, desnutridos y para hembras gestantes). Puedes alternar ambos tipos de heno para que la alimentación del pequeño roedor sea más completa.
Si tu conejo ya es adulto, ofrécele una vez a la semana heno de leguminosas y el resto del tiempo ponle el de gramíneas. Hay veces que en el paquete no se identifica el tipo de heno que es. En estos casos, suele ser una mezcla de gramíneas. También encontrarás heno mezclado con flores, diente de león o fruta desecada que puede ayudar a comer a aquellos roedores inapetentes.
Lo mejor es que el heno esté verde y tenga un olor potente. Si se ha secado y presenta una tonalidad amarillenta no será tan nutritivo. Guárdalo en un sitio protegido de la humedad y el calor y no en un envase demasiado hermético porque podría criar hongos.
El alimento fresco
Dale a tu conejo verduras de hoja con colores oscuros ya que contienen más nutrientes. Por lo general, las que están amarillas tienen menor cantidad de vitaminas y minerales. Evita la lechuga iceberg. Lo ideal es darle verduras de hoja al menos una vez al día. Lávalas y sécalas ya que si están mojadas es más fácil que fermenten y proliferen bacterias malignas para el animal. No se las pongas sacadas directamente del frigorífico, no deberían estar muy frías.
Quítale las hojas que no se haya comido en unas horas para evitar de nuevo que fermenten. Las acelgas, espinacas, los germinados, el perejil, las hojas de remolacha, de mostaza y de rábano contienen niveles altos de oxalatos cuyo consumo durante largos periodos de tiempo podría afectar al riñón de tu colega, así que es mejor no abusar. No le prives pero en su justa medida. Otras verduras que puedes darle a tu conejo como premio o complemento de la dieta son: la zanahoria, el brócoli (hojas y tallos, no la flor), el calabacín, flores comestibles, el pimiento, el pepino, la vaina de las judías verdes, coles de Bruselas y las hierbas aromáticas. También puedes premiarle con un poco de fruta. Al igual que las verduras, lávala bien.
El pienso
Elige siempre un pienso de alta calidad sin ingredientes de origen animal. Lo ideal es que contenga en su mayor parte plantas de forraje como el fleo y la alfalfa y pocos cereales, harinas o elementos etiquetados como “subproductos de origen vegetal”.
Las chuches
Quizá creas que las barritas de pipas, maíz y cereales son buenísimas para tu mascota pero no es así. En la naturaleza, el conejo consume este tipo de alimentos muy esporádicamente ya que no siempre están a su disposición, así que de chuche es mejor darle algo de fruta o verdura (cucharada sopera), flores e hierbas (taza de café) o semillas (tapón de refresco) como máximo dos veces al día (orientativo para un conejo de unos 2 kilos), según nos indican desde la Asociación Protectora de Pequeños Animales La Madriguera.

Fuente: https://www.muyinteresante.com/mascotas/11283.html