¿Me puede un perro ayudar frente a la depresión?

Mi perro llegó en el momento que más lo necesitaba. ¿Alguna vez has escuchado esta frase? En este artículo exploramos si vivir con un perro puede ayudarnos a salir de la depresión y mejorar el estado de ánimo.

La depresión se ha manifestado como un problema complejo que afecta enormemente a la sociedad actual.
Mejorar la concienciación e inversión pública en materia de salud mental, es hoy en día, una necesidad creciente.
En este aspecto, la terapia asistida con animales, es una herramienta muy a considerar y que ha vivido un importante aumento en la última década.
Parece ser, que el contacto con animales, aporta beneficios en relación al bienestar emocional y la salud mental.
¿Cómo ayuda un perro a una persona depresiva?
Una excusa para salir de paseo
Está demostrado que hacer ejercicio favorece la liberación del estrés y produce endorfinas que nos hacen sentir bien.
Un perro, siempre estará dispuesto a salir contigo de paseo o hacer ejercicio jugando.
Interacciones afectivas
Somos animales sociales. La importancia del afecto en nuestro desarrollo natural es fundamental. Cuando nos miramos a los ojos con otras personas activamos en nuestro cerebro la producción de hormonas y neurotransmisores de felicidad y amor. La oxitocina y la serotonina forman está química feliz. Nuestros perros, al igual que las personas, activan está química cuando los miramos y acariciamos. Hecho, que nos hace sentir bien.
¿Cuál es el mejor perro para la depresión?
El carácter de un perro está condicionado por las experiencias y el aprendizaje individual más que por la raza o genes que lleve en su ADN.
La selección debe hacerse de manera individualizada atendiendo a su sensibilidad, y salud, pero sobre todo a su entrenamiento. Un perro bien socializado y entrenado, independientemente de su raza, color o tamaño, podrá convertirse en un excelente compañero y terapeuta.
Cuando se selecciona un determinado aspecto externo es consecuencia de un tema de percepción no de capacidad.
Por ejemplo, hay quien piensa que los perros de color negro imponen más que los de color más clarito y por tanto los usuarios o pacientes se podrían asustar. Por otro lado, hay terapeutas y técnicos que emplean perros de color negro y mestizos, en sus tratamientos, con enorme éxito.

¿Perro propio o ajeno?
Aporte de felicidad y calma
La interacción con perros tanto propios como ajenos contribuye de la misma manera a la segregación de serotonina y a la reducción del estrés en las personas. No se han observado diferencias en este aspecto si el perro con el que se produce la interacción es de la familia o simplemente es un perro visitante.
Aporte afectivo
A nivel afectivo, interaccionar con un perro propio con el que tenemos un vínculo ha resultado más beneficioso que interactuar con un perro desconocido. Nuestro cuerpo se llena de amor y oxitocina cuando el intercambio afectivo es con el perro de nuestra familia y no con un perro ajeno a nosotros.
Los riesgos de adquirir un perro para la depresión
Problemas de conducta
Los perros, no se comportan como nosotros queremos según llegan a casa. Su educación, requiere esfuerzo y formación de nuestra parte.
La falta de inversión de tiempo, esfuerzo y dinero en la educación de nuestros perros, ha derivado en que hoy en día los problemas de conducta sean el primer motivo de abandono animal en España.
Vínculo inadecuado
Los perros pueden convertirse en excelentes compañeros, pero también en dolores de cabeza y problemas.
La relación con tu perro puede ser una bonita simbiosis o un caso de parasitismo. Este último ocurre, cuando el perro se convierte en una carga para la persona. Esta carga puede ser de tipo económica o emocional.
Mantener un perro supone una media de entre 800-1000 euros al año. Además, un perro con problemas de comportamiento puede derivar en un mayor aislamiento social de la persona que lo cuida. Será difícil socializar junto a un perro que no es sociable. Igualmente, si mi perro no se queda tranquilo solo en casa, puede suponer un estrés añadido que no imaginamos cuando decidimos incorporar un perro a la familia.
¿Qué otros animales son buenos para la depresión?
Además de los perros, se ha demostrado que el ronroneo de los gatos y su suave pelaje es muy beneficioso para las personas.
Los pájaros también nos aportan beneficios cuando los cuidamos.
Conclusiones
• La ciencia ha demostrado que las interacciones con animales de manera activa, mejoran el estado de ánimo y reducen los niveles de estrés en las personas.
• Los perros, al igual que los gatos, y hasta los pájaros, son beneficiosos para combatir la depresión.
También es útil interaccionar con un perro puede hacerse a través de:
• Programas específicos e individuales, donde el paciente interactúa con un perro de trabajo debidamente entrenado y de buen carácter.
• A través de un perro propio incorporado a la familia: en cuyo caso, debemos considerar los riesgos en la frustración de nuestras expectativas y tratar de minimizarlos con tiempo y formación.
Fuente: muyinteresante.es