Los cuervos emplean la estadística en su toma de decisiones

Consideradas por muchos como las aves más astutas e inteligentes, los córvidos siguen desafiando nuestra concepción sobre la cognición y el raciocinio animal

Los cuervos, grajas, cornejas y urracas son un grupo de aves que, probablemente, nunca dejen de sorprendernos. Cuando creemos que ya se ha descubierto lo más alucinante de su comportamiento o sus capacidades, aparece una nueva investigación que desvela otras habilidades desconocidas de los córvidos.
Los cuervos y su relación con las matemáticas
Se sabe desde hace tiempo que los córvidos tienen curiosidad, experiencias y percepciones subjetivas y conscientes, y cierta capacidad de abstracción, utilizan herramientas, fabricadas por ellos mismos o adquiridas del entorno, para mejorar sus nidos —como el descubrimiento reciente de urracas y cornejas que emplean espinas antipájaros con tal propósito—. También sabemos que tienen ciertas capacidades matemáticas y que son capaces de reconocer el concepto de “cero” como una cantidad.
Pero, ¿quién podría imaginar que los cuervos también pueden hacer inferencias estadísticas? Esta capacidad tan sorprendente ha sido revelada por investigadores de la Universidad de Tübingen en un estudio reciente publicado en Current Biology. Los científicos, liderados por Melissa Johnson, encontraron pruebas de que los cuervos son capaces de utilizar la información limitada que poseen para tomar decisiones basadas en probabilidades.
La habilidad estadística, que implica usar información limitada para predecir la probabilidad de eventos, se consideraba exclusiva de los humanos que requería instrucción verbal y razonamiento matemático. Sin embargo, estudios previos habían demostrado que incluso individuos preliteratos y prenuméricos, así como primates no humanos, poseen habilidades básicas de inferencia estadística.

La frecuencia absoluta y la frecuencia relativa: un poco de estadística
Si se dispone de un conjunto de datos, por ejemplo, una serie de lanzamientos de un dado, o un grupo de personas con edades diversas, hay dos conceptos estadísticos básicos y clave para comprender el descubrimiento realizado. La frecuencia absoluta, y la frecuencia relativa.
En estadística, la frecuencia absoluta cuantifica la cantidad de veces que un valor específico ha ocurrido en ese conjunto de datos. Por ejemplo, si en el conjunto de tiradas de dados ha salido ‘seis’ 25 veces, la frecuencia absoluta para ese resultado será 25. Y, si en el supuesto grupo de personas, hay 10 personas con 40 años de edad, entonces la frecuencia absoluta será 10.
Por lo tanto, la frecuencia absoluta proporciona datos muy específicos de un resultado positivo concreto, pero no nos da la cantidad de resultados negativos o la probabilidad de éxito en ningún caso. Es aquí donde entra en juego la frecuencia relativa.
La frecuencia relativa se define como la proporción de veces que se obtiene el resultado buscado, en relación con el total de observaciones del conjunto de datos. No se expresa como un número entero, sino como un valor decimal, una fracción o un porcentaje.
Así, si en total hubo 100 tiradas de dados, con 25 resultados como un ‘seis’, podemos decir que la frecuencia relativa de que salga ‘seis’ es de un 25 % —lo que implica que el dado está descompensado, pues al tener seis caras, en tiradas al azar debería salir una de cada seis tiradas, que es un 16,7 %—. Y, si en el grupo de personas hay, en total, 20 personas, y 10 de ellas tienen 40 años, la frecuencia relativa será del 50 %.
La frecuencia relativa no da información sobre el tamaño de la muestra, pero sí permite hacer inferencias predictivas sobre la probabilidad de que, al escoger un dato al azar de esa muestra, se obtenga el resultado deseado.

Un experimento que abre la comprensión a las capacidades de los cuervos
Muchas aves tienen una capacidad limitada de evaluar y tomar decisiones en función de la frecuencia absoluta de un evento exitoso, es decir, de la cantidad de veces que recuerde haberlo logrado, pero en su sesgo, son incapaces de considerar los fracasos. Es el principio básico por el que las palomas son tan supersticiosas, como ya explicamos en otro artículo de Muy Interesante.
Sin embargo, lo que hace fascinante la habilidad de los cuervos es el uso de la frecuencia relativa respecto a eventos pasados. Es decir, los cuervos son capaces de tomar decisiones evaluando éxitos y fracasos del pasado, e inferir así la probabilidad aproximada de éxito en un nuevo intento.
Para demostrar esta asombrosa capacidad en los cuervos, los investigadores idearon un experimento. Entrenaron a dos cuervos para asociar múltiples probabilidades de recompensa, desde el 10 % hasta el 90 %, con estímulos arbitrarios. Luego, cuando se enfrentaron a la elección entre varias combinaciones de estímulos, los cuervos demostraron ser capaces de evaluar las probabilidades de recompensa asociadas con estímulos individuales de su memoria y emplear ese conocimiento para maximizar su recompensa.
Esto significa que los cuervos no solo recordaron las probabilidades, sino que también las utilizaron de manera efectiva para decidir qué hacer. Este tipo de comportamiento desvela una forma clara de inferencia estadística genuina.

Nuevas puertas para el conocimiento
Este experimento sugiere un nivel de inteligencia y cognición en estas aves que va más allá de lo que se pensaba posible. Plantea preguntas interesantes —aún no respondidas— sobre cómo han desarrollado esta habilidad y cuál es su finalidad en la forma de vida de estas aves.
Los cuervos, con su mente inquisitiva y su asombrosa capacidad para utilizar la estadística en sus decisiones, desafían nuestras ideas sobre la inteligencia animal. Estos pájaros, que comparten nuestro entorno, siguen siendo una fuente inagotable de información científica, y dispara la curiosidad y el asombro.
Con este nuevo descubrimiento, estamos un paso más cerca de apreciar la riqueza de la vida en la Tierra y de reconocer que la inteligencia se manifiesta en formas muy diversas, incluso en los rincones más inesperados del reino animal.
Referencias:
• Gallot, Q. et al. 2019. Spontaneous use and modification of a feather as a tool in a captive common raven. Ethology, 125(10), 755-758. DOI: 10.1111/eth.12928
• Hiemstra, A.-F. et al. 2023. Bird nests made from anti-bird spikes. Deinsea, 21, 17-25.
• Johnston, M. et al. 2023. Crows flexibly apply statistical inferences based on previous experience. Current Biology, 33(15), 3238-3243.e3. DOI: 10.1016/j.cub.2023.06.023
• Kirschhock, M. E. et al. 2021. Behavioral and Neuronal Representation of Numerosity Zero in the Crow. The Journal of Neuroscience, 41(22), 4889-4896. DOI: 10.1523/JNEUROSCI.0090-21.2021

Fuente: https://www.muyinteresante.es/naturaleza/61802.html