Las enfermedades que pueden transmitir las garrapatas a tu perro

Los parásitos externos no solo pueden causar lesiones por su capacidad para alimentarse de sangre, también pueden transmitir graves enfermedades.

En el acto de la picadura para la succión de la sangre que utilizan como alimento pueden inocular microorganismos patógenos que portaban en su interior y provocar una patología en un animal sano, y como también veremos no solo la picadura es la forma de penetración de los microorganismos portados por el parásito en el interior del cánido sano.
Aparte de la posibilidad de transmisión de enfermedades, su picadura puede producir las siguientes acciones:
• Depletiva: algunas hembras de garrapata (hembra adulta del tipo Ixodes) puede llegar a “robar” hasta tres centímetros cúbicos de sangre… en una infestación masiva por garrapatas la anemia provocada puede tener consecuencias muy graves.
• Irritativa: la propia picadura y el sistema de anclaje a la piel del hospedador provoca variables lesiones de piel atendiendo a las características individuales del perro: inflamación, irritación, infecciones secundarias, abscesos en el punto de inoculación… y debemos tener muy presente que estas acciones irritativas pueden llegar a provocar parálisis debido a ciertas secreciones salivares del parásito.

Si nos centramos en las posibles enfermedades transmitidas por garrapatas:
• Parálisis por picadura
Algunos de los componentes de la saliva de la garrapata pueden llegar a producir parálisis en el animal parasitado; esto suele producirse por garrapatas del tipo Rhipicephalus, Dermacentor e Ixodes.

La saliva de estos parásitos posee componentes con efecto neurotóxico, neurotoxinas que pueden llegar a bloquear la transmisión neuromuscular, lo que podría conducir a la muerte.

Los primeros síntomas suelen presentarse entre los 4-6 días de la picadura:
o Perdida de sensibilidad, principalmente de las extremidades.
o Cojeras de diverso grado.
o Incoordinación en la marcha y en la carrera.
o Dificultad respiratoria.
o Hipertermia o hipotermia (alta o baja temperatura corporal)
o Alteraciones digestivas: principalmente vómitos.
o Problemas cardiovasculares.
o Muerte: suele deberse a la parálisis de los músculos torácicos, parálisis que puede producirse por una sola garrapata.

• Borreliosis o enfermedad de Lyme
Enfermedad causada por Borrelia burgdorferi, bacteria transmitida en Europa por la garrapata Ixodes ricinus.

La garrapata es infectada en el verano por Borrelia, que se desarrolla en su interior. La Borrelia posteriormente realiza una migración por el interior de la garrapata hasta las glándulas salivares; cuando alcanzan esta posición, estarán preparadas para penetrar en el perro sano acompañando a la saliva del parásito.

Nuestro animal de compañía puede pasar largos períodos de tiempo sin manifestar síntomas; sin embargo, cuando aparece la fase aguda de la enfermedad podemos apreciar:
o Elevación de la temperatura (40,5 grados centígrados o más)
o Dolores articulares.
o Artritis (inflamación de las articulaciones)
o Mialgias (dolores musculares)
o Aumento del tamaño ganglionar.
o Letargia, anorexia…
o En ciertas ocasiones también puede producirse meningitis, alteraciones del sistema nervioso central y dolores en cuello y cabeza, que se manifiestan con resistencia del perro a realizar movimientos que afecten a estas zonas.
o En contadas ocasiones también pueden aparecer arritmias cardíacas y fallos renales.


• Ehrlichiosis
Esta enfermedad es producida por ricketsias (Ehrlichia canis, E. Chaffeensis, E. Ewingii, E.equi, E.platys) que son transmitidas por la garrapata Rhipicephalus sanguineus.

La garrapata parasitada por la rickectsia pica a un perro sano, una vez en su interior se disemina a través de la sangre y del sistema linfático hasta alcanzar vísceras tan importantes como el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos, en ocasiones puede alcanzar las meninges.

Entre los síntomas de la enfermedad el animal presenta:
o Depresión.
o Pérdida de peso.
o Secreciones oculares y nasales.
o Disnea (dificultad respiratoria)
o Aumento del tamaño ganglionar.
o Edemas en extremidades y escroto…
o Si se producen síntomas nerviosos por la diseminación del agente patógeno a las meninges, se podrán observar deficiencias neurológicas (hiperestesia, déficits en los nervios craneales) y meningitis.
Estos síntomas pueden desaparecer en una a dos semanas si se aplica el tratamiento oportuno, pero si la patología no se resuelve y se hace crónica, los síntomas principales son:
o Alteraciones hematológicas.
o Hemorragias pulmonares, trombo embolismo.
o Anemia y debilidad.
o Pérdida severa de peso.
o Uveítis (inflamación de la capa media del ojo)
o Hemorragias en la retina.
o Signos neurológicos.
o Epistaxis (sangrado nasal) …


• Babesiosis
La babesiosis es producida por Babesia canis, un parásito protozoario que es transmitido en Europa por Rhipicephalus sanguineus, Dermacentor reticulatus e Ixodes canisuga.

Cuando la garrapata infectada por Babesia pica, inocula las formas infectantes llamadas merozoitos, que penetran en las células sanguíneas comenzando su ciclo de divisiones.

La babesiosis puede presentarse de forma aguda o crónica:

o Forma aguda: se produce tras diez a veintiún días de la entrada del agente patógeno; el perro presenta fiebre (de hasta 41 grados), falta de apetito, diarreas, vómitos, problemas respiratorios y apatía.
o Forma crónica: fiebre intermitente, marcada pérdida de peso, alteraciones hepáticas (ictericia: coloración amarillenta de mucosas, piel…), alteraciones del bazo, e incluso muerte por «shock».

• Hepatozoonosis
Enfermedad causada por protozoos (de dos tipos: Hepatozoon canis, en Europa, y Hepatozoon american, en EEUU) y transmitida por la garrapata Rhipicephalus sanguineus.

Suele asociarse a malas condiciones higiénicas del animal y entorno, afectando especialmente a ejemplares con carencias nutricionales y/o con el sistema inmunitario deteriorado. Es frecuente su presentación en criaderos masificados donde no se cumplen las pautas antiparasitarias.

La transmisión de la enfermedad se produce tras la ingestión de garrapatas parasitadas por el perro. La garrapata ingerida alcanza el aparato digestivo del cánido, los protozoos se liberan y atraviesan el intestino dirigiéndose al hígado, a los ganglios y los huesos.

Los animales pueden no tener síntomas (es lo más frecuente junto a la presentación de síntomas leves) o presentar:
o Fiebre, letargia, anemia…
o Perdida de peso.
o Dolores musculares.
o Parálisis.
o La adopción de una postura conocida como la de «perro sentado».
o Síntomas digestivos con diarreas sanguinolentas.
o Alteraciones respiratorias con supuración nasal y ocular.
Fuente: https://www.muyinteresante.es/mascotas/articulo/las-enfermedades-que-pueden-transmitir-las-garrapatas-a-tu-perro-201653574224