Estos son los cuidados que necesita una tortuga

¿Vas a dar la bienvenida a tu hogar a una tortuga de agua? Que no te engañen su tamaño y su gesto sereno y somnoliento, son animales que requieren un cuidado muy preciso para que estén sanos y se desarrollen plenamente.

A continuación, abordamos los cuidados que necesita una tortuga, con especial atención a su hábitat y alimentación.
El hábitat de la tortuga
Si estás preparando la llegada de una o varias tortugas de agua a tu casa, repasa todo lo necesario para que su entrada en tu hogar sea lo más agradable posible, empezando por su pecera o acuaterrario.
El acuaterrario
Los acuaterrarios son el microhábitat recomendado para las tortugas de agua. Como su nombre indica, y a diferencia de las peceras, ofrece una parte de tierra y otra de agua tratando de imitar el hábitat natural en el que se encuentran estos animales.
Debido a que son reptiles de carácter ectotérmico —animales de “sangre fría” que no son capaces de generar su propio calor interno— requieren de una parte de tierra en la que las tortugas regulen su temperatura corporal. Además, las tortugas de agua dulce tienen tanto pulmones como unas membranas parecidas a las branquias de los peces, por lo que pueden pasar largo rato bajo el agua, pero también deben estar en tierra respirando aire.
Así las cosas, debemos ofrecer a nuestros nuevos amigos un acuaterrario adecuado que se convierta en su próximo hogar: debe constar de una piscina de buena profundidad para que naden cómodamente y una parte seca por encima del agua para que pueda secarse y descansar.
En este sentido, es común que el acuaterrario tenga decoración típica y juegos, pero es un aspecto más estético que práctico, ya que para la tortuga lo más importante es la amplitud de la piscina. Por lo tanto, debemos evitar llenar el acuaterrario de decoración si con ello impedimos que la tortuga se mueva con solvencia bajo el agua.
Además, no hay que olvidar que las tortugas pueden crecer hasta los 20 centímetros de diámetro, dependiendo de la especie, por lo que debemos preparar el tamaño del acuaterrario para ejemplares que alcancen su total desarrollo. O bien cambiar a un acuaterrario más grande cuando el animal alcance su mayor tamaño.
Ubicación e iluminación
Lo ideal es ubicar el acuaterrario en un lugar que reciba la luz del sol en algún momento del día ya que, como hemos indicado, precisa de temperatura agradable para secar, regular su calor corporal mientras sintetizan la vitamina D para generar calcio y fortalecer los huesos y el caparazón. Un caparazón demasiado blando es síntoma de falta de luz y de calcio. Se recomienda en torno a 2 o 3 horas de luz natural al día.
Si no es posible que el hábitat de la tortuga esté en un lugar soleado deberás optar por métodos artificiales para iluminar la estancia como tubos fluorescentes o lámparas especiales aptas para el mantenimiento de los reptiles.
El cuidado del agua
El cuidado del agua es fundamental, como en el caso de los peces. Por un lado, la temperatura de la misma que debe ser tibia, entre 25°C y 28°C. En este caso, la temperatura del exterior debería estar en aproximadamente dos grados más, de forma que la tortuga no sienta un cambio brusco de temperatura entre la zona acuática y la tierra. Un calentador de agua nos puede ayudar a controlar su temperatura sin tener que hacerlo a “ojo”.
Por otro lado, el agua no debe contener cloro, por lo que podemos dejar reposar 24 horas el agua antes de introducirla en el acuaterrario. También se puede eliminar el cloro con productos especialmente indicados para ello.
La limpieza del agua es muy importante para la salud de tortuga. Un filtro similar al que se utiliza en las peceras sirve para asegurar esta limpieza. Si no cuentas con él deberás cambiar el agua una o dos veces por semana, dependiendo del tamaño del acuaterrario: cuanto más pequeño, más cambios de agua. Que no se te pase porque el agua sucia es una de las principales fuentes de enfermedad para las tortugas acuáticas, como la infección ocular generalmente producto de la falta de higiene de su entorno.
La alimentación
Las tortugas de agua son animales omnívoros, pero, de cualquier forma, debemos controlar su dieta. La mejor manera de evitar problemas digestivos para tu tortuga es apostar esencialmente por comida específica o pienso para tortuga. No obstante, los expertos recomiendan una dieta variada por lo que puedes introducir fruta de pulpa blanda, pero no cítricos, vegetales como lechuga o zanahoria, e insectos como lombrices, incluso grillos o escarabajos.
Cuando son pequeñas hay que poner alimento una vez al día, bajando la frecuencia a dos veces a la semana cuando son adultos. En caso de que sobre comida, sobre todo en el agua, es mejor retirarla para que no ensucie el acuaterrario.
Y nunca le des platos preparados para humanos ya que contienen diversos ingredientes que le podrían sentar mal. En caso de duda, consulta con un veterinario especialista, ya que, además, cada especie de tortuga tiene sus particularidades alimenticias.
Conclusión
Resumiendo, el cuidado de una tortuga pasa, esencialmente, por seis aspectos:
 Amplitud y adaptación del acuaterrario al tamaño de la tortuga
 Temperatura agradable en la zona de tierra
 Iluminación preferentemente natural
 Temperatura agradable del agua
 Limpieza del agua
 Variedad en la dieta
Por último recordar que, como sucede con la adopción de cualquier otro animal, las tortugas no son juguetes para los pequeños de la casa ni deben ser «mascotas». Su pequeño tamaño en su primera fase de vida puede engañar sugiriendo un sencillo (y barato) cuidado que no es tal.
Así que debemos pensarlo bien antes de comprar o regalar uno de estos animales y, por supuesto, no abandonarlo ya que, no solo podría tener grandes dificultades de supervivencia, sino también ocasionar desbarajustes medioambientales al entrar en contacto con otros animales de su entorno como peces o anfibios.
Fuente: https://www.publico.es/yo-animal/estos-son-los-cuidados-que-necesita-una-tortuga/