Enfermedades de las cobayas y sus síntomas

Las cobayas son una de las mascotas exóticas más populares en nuestros hogares. Esto es debido a su carácter dócil, sociable y simpático. Pero no es todo tan sencillo como parece y debemos tener unos conocimientos básicos y conocer las principales enfermedades de las cobayas y sus síntomas para ofrecerles una vida larga y feliz.

Para empezar, es importante conocer su naturaleza, ya que en su medio silvestre son animales presa y en consecuencia también en cautividad tenderán a comportarse del mismo modo. Esto implica que intentarán disimular al máximo cuando sientan dolor o malestar, por lo que debemos estar especialmente atentos ante cualquier cambio o signo de enfermedad, saber identificarlos y llevarlo cuanto antes a un veterinario especializado.
En este artículo os hablaremos de las principales enfermedades y cómo se manifiestan en nuestros pequeños, para poder actuar y solucionarlo lo antes posible.

¿Cuáles son las enfermedades de las cobayas más comunes?

Problemas digestivos:
Debido a la anatomía y funcionamiento particular de su sistema digestivo las cobayas tienden a sufrir bastantes problemas de este tipo. Entre los más comunes se encuentran.
• Paradas digestivas y obstrucciones: los animales afectados presentan apetito reducido y permanecen más quietos y apáticos.
• Diarreas: tercio posterior manchado con las heces, deshidratación.
Para reducir la probabilidad de que les ocurra esto, debemos ofrecerles una dieta adecuada y recomendada por veterinarios especialistas; basada en heno disponible en todo momento, hojas verdes y una pequeña cantidad de pienso de alta calidad.
Además, es importante realizar exámenes anuales de las heces para descartar la presencia de parásitos digestivos.

Enfermedad dental:
Los dientes de las cobayas son de crecimiento continuo y muchas veces el desgaste no es suficiente, por lo que se puede producir sobrecrecimiento de los mismos clavándose en la mucosa de la boca y la lengua causando heridas. O bien sobrecrecimiento de las raíces dentarias que pueden llegar a causar infección y abscesos.
Los cobayas con este problema suelen comer menos, en algunas ocasiones muestran gran interés por la comida, pero no la comen ya que les provoca dolor. Otros síntomas son el babeo al no poder masticar con normalidad o abultamientos en la zona de la mandíbula. Estos abultamientos suelen ser dolorosos y se corresponden al crecimiento de las raíces dentarias con inflamación o infección de la zona.
¿Cómo podemos evitarlo?
De nuevo a través de una alimentación adecuada con heno que promueva el desgaste de los dientes y realizando visitas periódicas al veterinario que será el que examine y pueda ver la boca por dentro en profundidad para detectarlo en sus estadios iniciales y realizar un limado correctivo en caso de ser necesario.

Enfermedades del aparato reproductor:
Las más afectadas son las hembras y la presencia de quistes ováricos es la enfermedad más común. También son frecuentes las infecciones de útero (piómetras) y los tumores del sistema reproductor.
Los síntomas suelen ser inespecíficos: falta de apetito, apatía, adelgazamiento… Y en el caso concreto de los quistes ováricos se puede observar también pérdida de pelo simétrico en los costados y presencia de sangre o sustancia líquida maloliente proveniente del sistema reproductor de la hembra.
La mejor prevención para este problema es la esterilización de las hembras mediante la cirugía (ovariohisterectomía u ovariectomía) y en caso de no estar esterilizadas, las visitas periódicas al veterinario para sus revisiones correspondientes.

Pododermatitis:
Consiste en la aparición de heridas o lesiones con inflamación en la planta de las extremidades de las cobayas. Puede llegar a evolucionar a una infección grave que afecte incluso al hueso y sea muy difícil de solucionar.
Produce mucho dolor y los animales que la padecen apenas quieren moverse.
Se suele producir más en cobayas con sobrepeso y sedentarias, unido a un suelo demasiado duro o sustrato inadecuado, por lo que para evitarlo debemos tener en cuenta esos factores.

Enfermedades respiratorias:
Se suele producir con más frecuencia en animales jóvenes con un sistema inmunitario débil y generalmente tras la llegada de tiendas o criaderos donde estaban con más animales. La causa principal suelen ser infecciones bacterianas.
Se manifiestan con estornudos, ruidos respiratorios y descarga nasal y ocular.
Será necesario acudir cuanto antes al veterinario para comenzar un tratamiento antibiótico adecuado.

Enfermedades del sistema urinario:
El problema más común es la formación de cálculos en riñones y vejiga que pueden desplazarse y llegar a producir una obstrucción muy grave. Los cobayas tienen tendencia a desarrollar esta enfermedad ya que absorben gran cantidad de calcio de los alimentos y lo eliminan por la orina.
Lo único que podemos hacer para reducir su aparición es procurar aportar una dieta adecuada y sin exceder el aporte de calcio recomendado además de realizar radiografías de revisión de manera periódica.
Los principales signos que observaremos serán: sangre en orina, gritos mientras orinan o imposibilidad absoluta para orinar. Se trata de una urgencia muy grave y debemos acudir al veterinario lo antes posible ya que puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Una orina muy blanquecina es signo de que estamos dando un exceso de calcio en la dieta.

Enfermedades de la piel causadas por parásitos externos:
Sus principales síntomas son mal aspecto de piel y pelaje, alopecias enrojecimiento, ronchas o descamación. Dependiendo de la causa puede producir también picor, molestia o nerviosismo.
Los más comunes son los ácaros (causantes de la sarna), los hongos (producen la tiña) y los piojos.

Obesidad:
Esta es una de las condiciones más comunes y que se toman más a la ligera, pero que puede ser clave para evitar enfermedades secundarias como: problemas digestivos y dentales, enfermedades del hígado, pododermatitis…
Por lo que debemos cuidar la dieta de nuestros pequeños y no abusar de alimentos inadecuados.

Como conclusión, gran parte de las enfermedades de las cobayas que observamos más comúnmente en la clínica veterinaria podrían reducirse drásticamente o evitarse por completo mediante la prevención.
Esto pasa por seguir los cuidados recomendados por especialistas veterinarios y realizar revisiones periódicas al menos cada 6 meses.
Si realizamos todo esto y además actuamos rápido ante cualquier sospecha de malestar en nuestro pequeño conseguiremos que nuestras cobayas tengan una vida larga, feliz y saludable.
Fuente: https://www.vetcon.es/enfermedades-de-cobayas-y-sintomas/