Vitamina D la SALUD

La ciencia ha demostrado que existen hábitos, estilos de vida que permiten acceder y disponer de todos los beneficios y recursos que nuestro cuerpo tiene, optimizando factores de la vida natural para hacerle frente al Covid y evitar contagiarte, como así también contar con un sistema inmunológico vital “por si toca afrontar el virus”.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que el mundo debe estar preparado para hacer frente a esta pandemia y a otras futuras “cuando aparezcan”.

Grupo de científicos y profesionales epidemiológicos han demostrado que ante tanta falta de evidencia real sobre los efectos y la capacidad de mortalidad que este virus trae se han cometido errores, terribles desprolijidades y despropósitos que atenta contra la calidad de la vida de las personas, causando “más daño” aún que lo que el propio virus puede ocasionar; resultados y consecuencias adversas con efecto más dañino que el propio virus en sí, nos referimos al efecto de la “pandemia emocional”.

Si todos los días “sólo se habla y se muestra” información sobre las personas que han padecido contagio o la cantidad de fallecidos por el efecto de éste, la psiquis humana empieza a preocuparse, comenzando a generar un temor que es absolutamente innecesario y esto es lo que dicen los científicos, epidemiólogos expertos lo que ha significado el colapso en los hospitales. A este efecto de respuesta instintiva del propio cerebro humano, se le suma las recomendaciones de la OMS en donde proponían que todas las personas “evite” moverse de sus casas… el famoso eslogan “QUEDATE EN CASA”, las personas dejaron de realizarse tratamientos de enfermedades infecciones, crónicas, enfermedades oncológicas, como así también otras enfermedades de mayor complejidad, quedando los hospitales únicamente en disposición de brindar asistencia a los pacientes con síntomas de Covid, este “descuido” tuvo y sigue teniendo grandes y graves efectos en la salud mental, emocional y física de todas las personas. Los profesionales de la salud comenzaron a estresarse, a enfermarse, cansarse y todo esto genera sin lugar a dudas una sensación de pánico mundial, lo que hace que las personas en definitiva vayan a los hospitales corrienndo frente a la “sensación de posible enfermedad”.

Llamamos Pandemia Emocional a una etapa que estamos transitando caracterizada por todo un abanico de trastornos y malestares emocionales como consecuencia del aislamiento obligatorio impuesto para evitar contagios de la pandemia Covid. Transitaremos una etapa en la que se pondrá en evidencia la miseria humana, padeceremos alteraciones de todo tipo, trastornos emocionales y luego de esta situación, que tomará años poder equilibrar y autorregular, aprendiendo a gestionar y trabajar en gestionar sanamente nuestras emociones, podremos capitalizar positivamente esta adversidad convirtiéndonos en humanos más resilientes y conscientes. Todo esto depende de nosotros, no hay soluciones mágicas ni nadie que vendrá a salvarnos o rescatarnos; somos cada uno de nosotros los que tenemos que tomar la decisión de crecer a partir de esta adversidad que no es casual. Tomemos conciencia de que estamos atravesando una pandemia emocional y que es quizás más grave que la que se muestra, porque los efectos que ella ocasiona en un modo u otro se cobra más vidas. El primer paso es saber qué nos está pasando,  la pandemia emocional ya se deja ver en expresiones y manifestaciones de niños, adolescentes, adultos y adultos mayores, nadie escapa a estas implicancias.

Especialistas, importantes científicos del mundo advierten que la falta de sol (exposición  a la luz solar) se asocia y permite la presencia a reacciones inflamatorias o disfunción inmune, por lo que predispone a los individuos a infecciones severas. Estos estudios han sido publicados en prestigiosas revistas de medicina, el famoso eslogan “quédate en casa” no hizo más que debilitar la salud de las personas dejándolas más propensas a contraer el virus por la falta de exposición de sol, entre otros factores de impacto directo a nuestra fisiología.

El gran secreto para disminuir el contagio es tomar sol, porque el sol ayuda a la producción dela VITAMINA D y esto aumenta la posibilidad de NO CONTAGIARSE, fortaleciendo tus defensas, elevando tu sistema inmunológico.

La buena noticia es que podemos hacer algo para que esto que sucede, nos repercuta de manera diferente y así ser nosotros mismos quienes aprendiendo herramientas que potencian nuestra biología y mentalidad, logremos contar con mayor y mejor salud.

Te voy a compartir una lista de rutinas básicas para que puedas aplicarlas en tu día a día y así generes hábitos potenciadores para tu salud.

1)      Realizar respiraciones conscientes, hace inhalaciones y exhalaciones por nariz y medita con frecuencia, con tan solo 10 min al día harás una gran diferencia.

2)      Al despertar observa el sol, míralo antes de ver luces artificiales y pantallas, que tu primer ingreso de luz sea la natural. Toma sol frecuentemente todos los días a la mañana y media tarde, con una exposición de 10 a 30 minutos estarás incorporando y colaborando con todos los beneficios que ese efecto natural tiene para tu cuerpo, tu mente y tus emociones, beneficiando directamente tu neurobiología, tu ánimo, tu calidad de sueño, etc.

3)      Practica Grounding (pisar suelo descalzo), ponete descalzo sobre el pasto, sobre el piso, enraizá tu energía, esa acción colabora para quitar el exceso de radicales libres (toxinas del cuerpo).

4)      Date duchas frías, al menos 1 o 3 minutos de manera progresiva, expone tu cuerpo al efecto de la ducha fría, te vas a sorprender como este hábito tendrá efecto e impacto inmediato en tu estado de ánimo, concentración y vitalidad del cuerpo.

5)      Haz ejercicios físico al menos 3 veces por semana, mové el cuerpo.

6)      Haz ayuno intermitente, regula tu horario de ultima ingesta (cena) para tu nueva ingesta del día siguiente, prevee y organiza que entre una y otra al menos pasen de 8 a 12 hs. Tené en cuenta que tu ultima ingesta de alimentos sea de 3 hs antes de ir a dormir.

7)      Evita alimentos con azúcar, procesados y ultraprocesados.

8)      Evita gluten, edulcorantes.

9)      Utiliza filtros de luz azul en las pantallas de los dispositivos (celular, computadoras, etc).

10)  Dormí en una habitación libre de luz artificial, completamente oscura. No veas pantallas o emisiones de luz 2 hs antes de dormir. Establecé una distancia de más de 3 metros de dispositivos electrónicos, celulares y fuentes de EMF cuando dormís.

Nuestros hábitos nos hacen, somos responsables de la vida que elegimos tener…

“Seamos más gentiles y empáticos, hay mucha gente que la está pasando mal, si de chicos nos hubiesen enseñado y educado para gestionar nuestras emociones hoy estaríamos mejor parados ante esta tempestad”.

Malvina Mierez – Ricardo Labrone: Neuro-Entrenadores de Grupo Ciemec

(@grupo.ciemec)