Murcia

Murcia

Murcia es una ciudad y municipio español, capital de la Región de Murcia. Es el centro de la comarca de la Huerta de Murcia y de su área metropolitana.

Está situada en el sureste de la península ibérica, a orillas del río Segura, en la denominada depresión prelitoral murciana, a 40 kilómetros del mar Mediterráneo. Con 460 349 habitantes (INE 2021), es el séptimo municipio más poblado de España.
El área urbana de la ciudad (o zona metropolitana), aunque no establecida oficialmente, comprendería a unos diez municipios de la Región de Murcia, contando con una población de 672 773 habitantes en 2020, repartidos en una superficie total de 1230,92 km², con una densidad de población de 547 hab/km². De este modo, el área urbana de Murcia ocuparía el 10.º puesto en la lista de áreas metropolitanas de España.
Es un importante centro de servicios en el que el sector terciario ha sucedido a su antigua condición de exportador agrícola por antonomasia, gracias a su célebre y fértil huerta, por la cual era conocido como la «Huerta de Europa». Entre sus industrias más destacadas se encuentran la alimentaria, la textil, la química, la de destilación y la fabricación de muebles y materiales de construcción, estando muchas de ellas ubicadas en el Polígono Industrial Oeste, considerado uno de los más grandes de la península6 (compartido con el municipio de Alcantarilla).
Es también un importante centro de gran tradición universitaria desde que fuera fundada la primera universidad en 1272. Actualmente es sede de dos universidades: la pública Universidad de Murcia y la privada Universidad Católica San Antonio, con alrededor de 50 000 estudiantes.
De orígenes inciertos, hay constancia de que fue fundada en el año 825 por orden de Abderramán II, probablemente, sobre un asentamiento anterior de origen romano. Durante la Edad Media, Murcia llegó a ser capital de la cora de Tudmir, posteriormente fue cabeza de distintos reinos de taifas de creciente importancia en los siglos XI, XII y XIII y entre 1243-1266 se incorporó a la Corona de Castilla como capital del Reino de Murcia, siendo además ciudad con voto en cortes y sede episcopal desde 1291.
De su patrimonio histórico-artístico destacan su célebre Catedral, de fachada barroca e interior principalmente gótico, el afamado Casino, de suntuosos interiores; el denso patrimonio escultórico de Francisco Salzillo, y un gran conjunto de edificios barrocos. En el ámbito cultural es conocida por su rico folclore, especialmente vistoso durante las Fiestas de Primavera y las procesiones de Semana Santa, declaradas de Interés Turístico Internacional. El Consejo de Hombres Buenos de la Huerta de Murcia, ejemplo de tribunal consuetudinario de regantes del Mediterráneo español, está declarado Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Toponimia
El origen del topónimo «Murcia» no está del todo claro y tanto historiadores como lingüistas sostienen varias hipótesis agrupadas en torno a dos orígenes básicos: el árabe y el latino. Según palabras de Menéndez Pidal: «el topónimo Murcia era azote de filólogos».
El origen pre-islámico, probablemente latino, parece el más lógico, aunque no se sabe con seguridad cuál es la raíz primera, y son muchas la hipótesis que se aventuran. La más extendida actualmente ya la enunció Francisco Cascales en sus Discursos históricos de la muy noble y muy leal ciudad de Murcia publicados en 1621,
Agora pues, quando los Romanos llegados á este Lugar, que Plinio dice Murci, vieron la frescura del río, y todas sus riberas cubiertas de murtas (porque no hay tierra en toda España donde con mayor facilidad, y feracidad nazcan) juzgaron asistir en él como lugar particularmente suyo la Venus Murcia, amiga de aguas, y murtas, y así por la gran devoción que la tenían, es cosa muy verosimil, que añadiendo la letra a, la dirían llanamente Murcia.
Aunque la evolución de la palabra que propone Cascales está descartada, lo cierto es que el topónimo «Murcia» era usado por los romanos, siendo como dice el autor el nombre de una divinidad primitiva que tenía un templo en el valle situado entre las colinas del Aventino y el Palatino16 en la misma ciudad de Roma, creyéndose que la denominación de dicha diosa está relacionado con el latín myrtus, con el significado de «mirto», evolucionando a Myrtea/Murtea/Murcia.
Por lo tanto, parece que los estudios históricos han llegado a la conclusión de que -al igual que la mencionada divinidad- «Murcia» es un topónimo de origen latino que deriva muy probablemente de Myrtea o Murtea («lugar de mirtos» o «lugar donde crecen los mirtos») o de Murtia, y que de esa forma Mursiya – en árabe, مدينة مُرْسية‎, Madīna(t) Mursiya, i.e. Ciudad de Murcia – (primera denominación documentada ya en época islámica) no fue más que la adaptación árabe del término latino preexistente.

Símbolos

Escudo
El escudo de la ciudad de Murcia tiene orígenes medievales, con diversos añadidos posteriores. Está compuesto por 7 coronas sobre fondo rojo. Debajo de la corona central se halla un corazón en cuyo interior se disponen un león rampante y una flor de lis rodeados por una leyenda (Priscas novissima exaltat et amor). Completa el escudo una orla con castillos y leones.
El origen de este emblema está en el rey Alfonso X, quien concedió un sello concejil con 5 coronas como representación legal y simbólica de la ciudad y su reino (conmemorando el hecho de que el Reino de Murcia era el quinto en ser conquistado por la corona castellana).
Más tarde, en el 1361, Pedro I firmó un privilegio por el que se concedía a Murcia la sexta corona para que figurara en el sello y en el pendón municipal, añadiendo además una orla con los símbolos de la Corona de Castilla (en agradecimiento al papel murciano en la Guerra de los Dos Pedros).
Posteriormente, en 1575, el concejo solicitó a Felipe II la inclusión de un corazón para conmemorar que las entrañas y el corazón de Alfonso X descansan en la ciudad como quedó establecido en el testamento del rey sabio (y que se encuentran en la Capilla Mayor de la Catedral de Murcia).

El actual escudo se completaría en 1709 por Felipe V. El monarca premió la fidelidad murciana en la Guerra de Sucesión concediendo otra corona real sobre un león y una flor de lis unida bajo el texto: Priscas novissima exaltat et amor (ensalzar y amar lo antiguo y lo nuevo).
Bandera
La bandera del municipio es roja en su totalidad, con el escudo arriba descrito dispuesto en el centro de la misma. Así pues, el rojo es el color de la ciudad (como se puede comprobar, por ejemplo, en la indumentaria del Real Murcia Club de Fútbol).
Himnos
El Himno de Murcia es obra del poeta y periodista murciano Pedro Jara Carrillo, quien puso la letra a la música del maestro Emilio Ramírez. Se estrenó el 9 de junio de 1922. El poeta también compuso el Himno a la Virgen de la Fuensanta con motivo de su coronación en 1927.
Un popular himno no oficial del municipio es El Canto a Murcia de La Parranda, zarzuela de ambiente murciano compuesta por el maestro Francisco Alonso, con libreto de Luis Fernández Ardavín y estrenada en 1928. El Canto a Murcia está considerado uno de los finales de acto más impresionantes de la historia de la zarzuela, y se le atribuyen características de himno regional.
Otros símbolos
Otros símbolos de Murcia son la Matrona o el León del Malecón.

Geografía

El término municipal tiene una extensión de 881,86 km² y se divide de norte a sur en dos partes diferentes separadas por una serie de sierras que conforman la llamada Cordillera Sur: Sierra de Carrascoy (1031 metros), del Puerto (604 metros), Cresta del Gallo (609 metros), Villares (487 metros), Columbares (647 metros), Altaona (534 metros) y Escalona (345 metros). Estas dos zonas se denominan: Campo de Murcia al sur, que geográficamente forma parte del Campo de Cartagena, y Huerta de Murcia al norte de la sierra, constituida por la vega segureña. Entre estas dos áreas, atravesando las sierras, se encuentran los pasos naturales del puerto de La Cadena (365 m), el puerto del Garruchal (302 m) y el puerto de San Pedro (258 m).
La Vega del Segura, donde se encuentra la conocida huerta, es un llano de inundación depositado sobre una fosa tectónica que constituye la depresión prelitoral murciana, a 40 kilómetros en línea recta del Mar Mediterráneo. En el centro de la vega surgió la ciudad de Murcia, en una pequeña elevación junto al río Segura, el cual contaba con prolongados meandros al este y oeste (hoy desaparecidos) que hacían que la ciudad en origen estuviera rodeada por el cauce del río por todos sus flancos salvo por el norte.
Las montañas que encajonan el valle en sus lados norte y sur están compuestas de materiales geológicos pertenecientes al Sistema Bético. En la vertiente norte aparece el denominado reborde interior de la depresión prelitoral, formado por una sucesión de suaves colinas, constituidas por areniscas y margas, restos de la sedimentación miocénica que queda en forma de resalte como consecuencia del hundimiento de la depresión del Segura. Sus alturas son modestas y aisladas, que rondan los 200 metros de altitud, que hacen de límite con el término de Molina de Segura.

Los aportes y arrastres de estas colinas y montañas junto con las avenidas del Segura y el Guadalentín fueron rellenando y colmatando la depresión hasta formar una llanura aluvial de débiles pendientes. La ciudad de Murcia se encuentra a una altitud para el centro de la urbe de 42 m s. n. m., mientras que la altitud del municipio varía desde los 25 metros en el último tramo del río Segura en el municipio, hasta los 1031 metros en el Morro de la Fuente, en la Sierra de Carrascoy.
La referida zona sur del municipio, llamada Campo de Murcia, es sino la parte norte de la llanura litoral del Campo de Cartagena, extendiéndose de forma descendente desde la Sierra de Carrascoy hasta los límites municipales de Fuente Álamo de Murcia, Torre Pacheco y San Javier. Un caso especial es el de la pedanía de Lobosillo que se sitúa como un enclave del municipio de Murcia en el centro del Campo de Cartagena.
La parte más occidental del área septentrional del municipio constituye el final del valle del Guadalentín, justo antes de su conexión con la vega del Segura, formando un valle encajonado entre la Sierra de Carrascoy al sur y las estribaciones montañosas del reborde norte de la depresión, valle al que también se le denomina campo de Sangonera.

Hidrografía

El río Segura es el principal eje hidrográfico del municipio. Discurre por la vega del mismo nombre y atraviesa la ciudad de Murcia con dirección oeste-este, siendo un río de régimen pluvial mediterráneo, de escaso caudal pero con fuertes crecidas, como las de 1946, 1948, 1973, 1987, 1989 o 2019 que inundaron diversas zonas del municipio.
El Segura entra en la depresión prelitoral procedente de la Vega Media (de los municipios de Las Torres de Cotillas y Molina de Segura), a la altura de las pedanías de Javalí Nuevo y Javalí Viejo, justo en donde se sitúa la denominada Contraparada. En este primer tramo todavía lleva una dirección norte-sur, que cambiará por la descrita oeste-este a su paso por la pedanía de Puebla de Soto y el límite municipal con Alcantarilla. Tras atravesar la ciudad, entre las pedanías de Santa Cruz y Alquerías el río adquiere una dirección suroeste-noreste, abandonando el municipio a la altura de El Raal introduciéndose en el de Beniel y en el término de Orihuela, dentro ya de la Vega Baja.
El río transcurre a partir de la Contraparada a través de una canalización realizada en los años 1990 que modificó el cauce anterior recortando los clásicos meandros y aumentando la capacidad de desagüe de cara a controlar las periódicas riadas. A su paso por la ciudad, el Segura cuenta con una amplia canalización en piedra realizada en los años 1950, sustituta de la anterior del siglo XVIII.
El río Guadalentín, el principal afluente del Segura por su margen derecha (también llamado Sangonera en su tramo final), discurre a través del Canal del Reguerón por la zona sur de la vega proveniente del valle del Guadalentín -que no es sino la misma depresión prelitoral antes de que el Segura acceda a ella-, concretamente de la comarca del Bajo Guadalentín (de los municipios de Librilla y Alhama de Murcia). Este río desemboca artificialmente en el Segura a la altura de la pedanía de Beniaján gracias al mencionado Canal del Reguerón, que fue realizado en el siglo XVIII para evitar que las riadas del Guadalentín confluyeran con las del Segura aguas arriba de la ciudad de Murcia.
También hay que destacar la presencia de numerosas ramblas, situadas principalmente en los piedemontes de los dos rebordes montañosos de la depresión prelitoral, destacando las ramblas de Espinardo y Churra en la zona norte, o la rambla del Garruchal en la zona sur. En la zona del Campo de Murcia también son típicos estos cauces, pero vierten sus aguas ocasionales hacia el Campo de Cartagena y el Mar Menor, destacando la rambla de La Murta, la rambla de Corvera o la rambla del Ciprés.

Riadas
El Segura y su afluente el Guadalentín son famosos por sus furiosas crecidas y temidas inundaciones, teniéndose registro de algunas ya en la baja Edad Media, por lo que su control ha sido desde tiempo inmemorial motivo de construcción de obras de defensa tales como cortas, motas, canales de derivación y encauzamiento en algunos tramos. La propia muralla musulmana de la ciudad se pensó como una forma de protección, al igual que elementos tan característicos como el paseo del Malecón o el Canal del Reguerón. Pese a la construcción de embalses en la cabecera, los desbordamientos continuaron afectando a la ciudad de Murcia y su huerta durante el siglo XX, por lo que se tuvo que ejecutar un definitivo plan integral contra las avenidas desarrollado entre 1987 y 1994.

Las crecidas del Segura están documentadas desde la baja Edad Media, siendo una de las primeras la de octubre de 1328, destacando la frecuencia de las mismas, con 17 episodios de importancia durante el siglo XV. El episodio más importante de ese siglo fue el de septiembre de 1452, lo que llevó a desarrollar mejoras en el cauce y varios proyectos de encauzamiento en la capital murciana.
En 1545 el desbordamiento del Segura inundó Murcia y su huerta siendo la más importante crecida hasta la fecha. En 1651 la riada de San Calixto causó 1500 muertos en Murcia con un caudal de 1700 m³/s. En 1802 el Guadalentín rompió el pantano de Puentes lo que provocó una riada que destruyó completamente la pedanía murciana de Buznegra. En 1879 la célebre riada de Santa Teresa superó los 1800 m³/s a su paso por el Puente de los Peligros, marcando los registros históricos más altos de la historia y causando más de 1000 muertos y numerosos destrozos.
En el siglo XX las riadas de 1946, 1948, 1973, 1982, 1987 y 1989 han pasado a la historia superándose en muchas de ellas los 1000 m³/s de caudal máximo instantáneo. Gracias a las obras desarrolladas (encauzamiento total del tramo urbano en los años 1950, encauzamiento y recorte de meandros en todo el municipio a finales de los 1980 principios de los 1990 y presas de contención en ríos y ramblas de toda la cuenca) se evitó el desbordamiento en las crecidas de 1997, 2000, 2012 y 2016, por lo que no se ha desbordado el río en el casco urbano desde octubre de 1982, aunque sí que se desbordó en diversas partes del municipio en septiembre de 2019.

Clima
Murcia tiene un clima mediterráneo seco. De acuerdo con la clasificación climática de Köppen es en general un clima semiárido cálido de tipo BSh. Con una temperatura media anual de 18,6 °C en Murcia (Centro Meteorológico) y de 18,2 °C en Murcia / Alcantarilla (Base Aérea), el área urbana y sus zonas más próximas se sitúan por encima de la barrera de los 18 °C que separa las variantes fría (BSk) y cálida (BSh) de este tipo de clima, si bien las medias son inferiores a los 18 °C en las zonas circundantes de huerta más expuestas a la inversión térmica, en las Sierras del Valle-Carrascoy y en el Campo de Murcia, en la zona sur del municipio, en donde la temperatura media se sitúa en torno a los 17-17.5 °C, dando lugar al clima BSk (semiárido frío).
Con inviernos suaves y veranos calurosos, las temperaturas oscilan entre los 16 °C y los 4 °C de enero y los 34 °C y los 21 °C de agosto, si bien las temperaturas extremas pueden superar los 40 °C en verano (sobre todo en situaciones con viento foehn de poniente) y descender de los 0 °C en invierno. Los valores extremos absolutos en las estaciones principales existentes en el municipio oscilan entre los 47,0 °C de máxima registrados en Murcia / Alcantarilla el día 15 de agosto de 2021, y los -7,5 °C registrados en Murcia (Centro Meteorológico) el día 16 de enero de 1985. De la histórica estación meteorológica de Murcia / Instituto, puesta en marcha en 1866 en la azotea del actual Instituto Licenciado Cascales, y en funcionamiento hasta mediados del siglo XX, existen valores extremos de 47,8 °C de máxima registrados el día 29 de julio de 1876, y de -5,5 °C de mínima registrados el día 15 de enero de 1871. El valor de 47,8 °C es récord absoluto de temperatura máxima registrada en España en el siglo XIX, aunque hay que considerar que, el mismo día de ese registro, otras estaciones peninsulares alcanzaron registros superiores, aunque no fueron finalmente homologados por dudosos.
Respecto a las precipitaciones, los acumulados medios anuales se sitúan en el entorno de los 300 mm en gran parte del municipio, siendo superiores a los 350 mm en la cara norte de las Sierras del Valle-Carrascoy y zonas próximas. Las precipitaciones se concentran normalmente en pocos días, principalmente en invierno, primavera y sobre todo otoño, pudiendo ser torrenciales en situaciones de gota fría, con valores superiores a los 100 mm en menos de 24 horas, ocasionando riadas e inundaciones. La precipitación máxima en un día es de 136 mm registrados en Murcia / Alcantarilla el 10 de octubre de 1943. La nieve, extraordinariamente rara en la ciudad y el valle del Segura, puede caer en las cumbres y zonas altas de las Sierras del Valle-Carrascoy en episodios de entradas frías en invierno. En zonas bajas, la nevada más importante del siglo XX se produjo el 26 de diciembre de 1926, en donde según la prensa de la época, se llegó a acumular más de un metro de espesor en menos de 36 horas. Las dos últimas nevadas generalizadas en el municipio se produjeron el 12 de febrero de 1983 y el 18 de enero de 2017; esta fue la primera nevada generalizada del siglo XXI, cuajando en toda la Región de Murcia, incluyendo zonas de montaña, litoral y la huerta de Murcia.
El viento sopla normalmente de componente este-sureste desde los últimos meses de primavera, influenciado por la entrada de la brisa marina. Y gira a componente oeste a finales de otoño, durante el invierno y primeros meses de primavera. La máxima racha de viento, registrada el 4 de octubre de 1987 en Murcia (centro meteorológico), es de 108 km/h. Murcia / Alcantarilla tiene un registro máximo de 103 km/h. Sin embargo, es en las cumbres de las Sierras del Valle-Carrascoy donde el viento sopla con mayor intensidad, habiéndose llegado a medir rachas de hasta 141,6 km/h el día 24 de enero de 2013 en la estación meteorológica del Pico Relojero, a 609 m sobre el nivel del mar En esta estación automática, en funcionamiento desde el año 2012, se alcanzan anualmente rachas máximas superiores a los 100 km/h, y tiene una media, para sus primeros 3 años de funcionamiento, de 44 días al año con rachas de viento superior a los 62 km/h, fuerza temporal según la definición establecida en la Escala de Beaufort.

Fauna y flora
Además de la huerta y las zonas urbanas, el término municipal cuenta por su gran tamaño con distintos paisajes: tierras baldías, pinares de pino carrasco en las sierras de la Cordillera Sur y zonas de típico secano mediterráneo en el Campo de Murcia.

En el municipio se encuentra la mayor parte del parque regional de El Valle y Carrascoy, compartido con los municipios de Fuente Álamo de Murcia y Alhama de Murcia y que comprende gran parte de las sierras de la ya referida Cordillera Sur, siendo el pulmón verde de la ciudad. Dentro del parque, las sierras de Carrascoy, del Puerto y Cresta del Gallo están declaradas LIC, mientras que las sierras de la Cresta del Gallo, Villares, Columbares y Altaona, cuentan además con protección ZEPA.

El grupo faunístico más destacado en el ámbito del parque es el de las aves, y en especial las rapaces como águila perdicera, águila real, águila culebrera, águila calzada, ratonero y halcón peregrino, destacando también la abundante presencia del búho real, especie que posibilitó la declaración de ZEPA al contar con una de las colonias más numerosas de España y con mayor densidad del mundo. En cuanto a los mamíferos, está constatada la existencia de jabalí, zorro, gato montés o distintas especies de mustélidos como garduña, tejón, comadreja, al igual que siete especies de murciélago.
La vegetación del parque está constituida principalmente por un bosque de Pino carrasco, que en algunas zonas presenta Pino piñonero o manchas de Carrasca. Hay que destacar los ejemplares relictos de Alcornoque presentes en el área denominada Majal Blanco. El sotobosque mejor conservado cuenta con un matorral típicamente mediterráneo en el que el lentisco, acebuche, palmito, enebro, espino negro y coscoja son los más representativos.
Dentro de la fauna fluvial presente en el río Segura, destaca la recuperada presencia de la Nutria en el tramo inicial del río desde la Contraparada hasta la las proximidades de la ciudad. Igualmente se pueden encontrar ánades reales, garzas, fochas, garcetas, gallineta común, barbos o carpas, ejemplos de especies antiguamente desaparecidas en el municipio y que han pasado a ser habituales de nuevo tras un largo proceso de recuperación ambiental y depuración de aguas. Incluso, en áreas del río alejadas de núcleos urbanos se pueden observar carriceros, martinetes, el martín pescador o el avetorillo.
Asimismo, en la zona norte del término municipal, lindando con el de Santomera, se encuentra el paraje boscoso protegido llamado Coto Cuadros, declarado Monte de Utilidad Pública.

La Huerta
El paisaje más conocido y significativo del término municipal es la antiquísima Huerta de Murcia, espacio que dominaba gran parte de la vega segureña rodeando la ciudad, pero que desde hace décadas sufre la presión de la expansión urbana que junto a la terciarización de la economía y la ausencia de políticas de conservación ha reducido notablemente su extensión.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Murcia