Malditas Elecciones

El día domingo pasado, se celebraron en la Argentina las PASO. Un invento raro del gobierno anterior, que con el justificativo de que son unas internas abiertas, terminan siendo una especie de sondeo del electorado, para ver qué pasaría en las verdaderas elecciones de Octubre de este año. 

Como cualquier ciudadano, concurrí bien temprano a cumplir con mi derecho y obligación de votar. Llegué 5 minutos antes de que abrieran el colegio donde debía emitir mi sufragio, porque luego debía ir hacia la quinta de mis futuros suegros a preparar y hacer un buen asado, porque era el cumpleaños de mi querida “suegrita”.

En cuanto abrieron el colegio, ingresé hasta mi mesa y noté que había poca gente. Prácticamente nadie. Esperé un rato y tipo 08:15 hs cuando ya se había juntado más gente para votar, apareció un tipo diciendo que como había faltado el jefe de mesa designado, y como yo había sido el primero en llegar, debía hacerme cargo de semejante honor: “Presidir esa mesa de votación”. Rápidamente le expliqué que no podía, porque era el cumple de mi suegra, que tenía que ir a una quinta, que tenía que hacerle el asado,  etc.Mientras veía las sonrisas socarronas de dos gendarmes que miraban y escuchaban mi explicación, el individuo en cuestión me dio unas planillas y me dijo: “Flaco, hacete cargo”.

Así que fui Presidente de mesa.

Siendo las 08:30 hs, empezaron a aparecer los otros miembros de la mesa, representantes de los diversos partidos. Un hombre mayor, una señora con imagen y postura de abogada o algo similar, un hombre excesivamente delgado y una señorita despampanante. Esta rubia maravillosa, que tenía un par de senos impresionantes, que se notaban más por llevar una especie de chomba tres números más chica, al llegar dijo: “Yo siempre me siento al lado del Presidente. ¿Quién es hoy?” Con cierta sorpresa e intentando cerrar la boca que había quedado abierta al ver semejante potra indómita, levanté mi mano derecha indicando que ese era yo. La señorita en cuestión raudamente se sentó a mi lado. Cabe destacar, que al sentarse, su minifalda se levantó un poco más de lo correcto, dejándome ver (sentadito al lado de ella en su costado derecho) unas piernas impresionantes, cual bailarina de caño. Voto va, DNI viene, mate que va, medialuna que viene, en un momento siento algo en mi pierna izquierda casi sobre la entrepierna una leve opresión, siendo más una caricia que otra cosa. En el fragor de la votación y haciéndome el dobolu, miro de reojo y veo que la mano de la rubia infartante esta posada sobre mi entrepierna, jugueteando con lo que allí podía llegar a encontrar. “Zacate” pensé. ¿Qué ocurre Willy?.

La miro y ella con cara y voz de picarona me dice: “¿Por qué no hacés lo mismo? Estamos con las manos bajo el pupitre. Nadie nos ve.”.Yo no sabía que decir y menos que debía hacer. Pasaban por mi cabeza la cara de mi suegra cuando se enterara que no iba a hacer el asado, los gestos de desagrado de mi suegro para conmigo, sabiendo que nunca le caí muy bien, y la charla interminable que iba a tener con mi novia por no haber ido a la quinta. Pero como buen macho latino, apoyé mi mano sobre sus piernas. Con un largo suspiro, esta belleza me dejó saber que le agradaba y mucho.

De repente, se para y dice: “Señor Presidente, vamos al cuarto obscuro porque creo que faltan boletas de mi partido”. Sin poder salir de mi asombro, manifiesto que sí. Entramos solos al aula, y cuando cierra la puerta con la llave que estaba del lado interior, me empuja contra una de las paredes, me abre la bragueta y comienza a realizarme una de las mejores fellatios que haya vivido. Nervioso, ansioso y preocupado, no sabía que decir, le pregunto: “¿Querés que mientras revise las boletas de tu partido?”. Ella desde su posición me miró hacia arriba y dijo: “Mejor revisá las tuyas, nene.” Cuando giro mi cabeza en búsqueda del lugar donde estaban las boletas del partido que a mí me gustaba, paró abruptamente de hacerme lo que me estaba haciendo, se levantó y me pregunto¨: “¿De que partido sos?”. “Me gusta mucho Cambiemos” dije entre gemidos y carita de goce. “Queeeee!” “Sos un pelotudo a control remoto” dijo en un tono de estibador de bolsas del puerto. Y en ese preciso momento y con la rapidez de Flash Gordon, me agarró “el muñeco” y me lo retorció y pellizcó con todas sus fuerzas, abrió la puerta y dijo: “Sos un degenerado”.

Al entrar raudamente los gendarmes al aula, me vieron con el cutis colorado, con algún lagrimón en los ojos, sosteniendo en mis manos, mi miembro excesivamente irritado.

Todavía no puedo borrar de mi memoria la imagen ingresando al patrullero, con mis manos esposadas, y las sonrisas socarronas de los dos Gendarmes que me acompañaban a la comisaría.

Doctor, a partir de este hecho tengo temor de relacionarme con mujeres desconocidas que se me acercan, temor a mi novia, a mi suegra y miedo a volver a votar. ¿Qué debo hacer?

Tito de Balvanera


Estimado Tito. Gracias por haber tenido la valentía de habernos escrito.
Tu caso conmocionó a nuestro grupo de profesionales.
Luego de que terminaron las risas y comentarios jocosos, nos pusimos a estudiar lo que te había pasado. No conocemos que edad tenés, pero no entendemos para qué carajo fuiste a votar tan temprano. ¿Nunca te dijeron que al ir a primera hora te podían enganchar como Presidente de mesa? ¿Dónde vivís? ¿En un frasco de mayonesa ligth?
Muy interesante y bien detallado el relato que realizaste de lo que te ocurrió. Entendemos tu sorpresa en el momento de que esta señorita apoyó su manito en vuestra entrepierna, y tu sorpresa mayor cuando te pidió que hicieras lo mismo con ella. Pero la reacción correcta tendría que haber sido decir con tu mejor cara de pelotudo: «Señorita, me incomoda y esto no es correcto».
Desde ya, al llegar al interior del aula y cuanto te manotea el ganzo, para quemerda le preguntás por el tema de las boletas. Una pregunta y diálogo totalmente inapropiado.
¿Nunca te dijeron que en esas situaciones lo mejor es callarse la boca y mirar de reojo.
Tito, tenemos varias dudas. ¿Qué ocurrió en la comisaría? ¿ Volviste a ver a esta señorita? Y lo más importante ¿De qué partido político era?
Es lógico que a partir de ahora habrá situaciones que te incomoden, pero debés ser fuerte y enfrentarlas. También es lógico que le tengas miedo a tu suegra.
Querido amigo, a no bajar la guardia, anímate a hablar con tu novia, llamala a tu suegra y deseale un feliz cumple aunque sea atrasado, y prepárate, que en octubre podés llegar a tener revancha.
Y recordá, a votar se va en la última media hora del escrutinio.

Dr. Amor.
PD: No tenés forma de que localicemos a los gendarmes, para que nos cuenten su versión.