Me agarrás sin perros

Me agarrás sin perros

El rancho del hombre de campo argentino, por lo general, se encontraba perdido en medio del desierto.

La soledad lo rodeaba por todos lados y con la soledad, llegaban los peligros: el indio alzado, el gaucho matrero, las fieras y mil sabandijas más de toda especie y laya.
Por eso, en cada rancho, había siempre un cierto número de perros y a ellos, les estaba confiada la vigilancia del hogar. Nadie podía aproximarse a una casa, fuese de día o de noche, sin que el estridente ladrido de esos fieles guardianes, diese la voz de alarma, con sobrada anticipación. Así tuvo origen, la conocida frase “agarrar sin perros”, para referirse a ser tomado por sorpresa, sin haber sido advertido de algo. Como sorprendido por la situación, sin que nadie nos haya avisado o prevenido.

Fuente: https://elarcondelahistoria.com/voces-usos-y-costumbres-del-campo-argentino/