El secretario de Estado afirmó que Washington no descarta asentar tropas en el país andino para enfrentar de manera conjunta el crimen organizado
QUITO.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, intensificó este jueves su retórica contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien calificó de “fugitivo de la justicia estadounidense”, durante su visita oficial a Ecuador. “No solo vamos a perseguir a los narcotraficantes con pequeñas lanchas rápidas… el presidente Trump dijo que quiere declarar la guerra a estos grupos”, advirtió Rubio, en alusión a las operaciones militares que Washington mantiene en el Caribe cerca de las aguas venezolanas.
En una rueda de prensa conjunta con la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld, Rubio fue más allá y sostuvo que Maduro no es un presidente legítimo, sino que “dirige una organización criminal y terrorista”. Aclaró que no se trata de una opinión personal, sino de un hecho respaldado por un gran jurado en Nueva York, que acusó al líder venezolano de narcotráfico. “Nicolás Maduro es un narcotraficante imputado en Estados Unidos y prófugo de la justicia americana”, afirmó.

Según Rubio, Venezuela carece de un gobierno legítimo y, por lo tanto, no es posible establecer con Caracas una cooperación en materia de lucha antidrogas. “Con otros países de la región, como Ecuador, sí podemos establecer cooperación efectiva para combatir el crimen organizado”, subrayó, y añadió que Washington podría incluso “asentar sus tropas militares en Ecuador para enfrentar en conjunto al narcotráfico y el crimen organizado”.
La declaración del jefe de la diplomacia estadounidense se produjo en medio de una gira que busca reforzar la presencia de Washington en América Latina frente al auge del narcotráfico y la migración irregular. El viaje coincidió con el anuncio de nuevos compromisos de seguridad para Ecuador, un país que se ha convertido en uno de los principales puntos de tránsito de cocaína en la región y que enfrenta una ola de violencia sin precedentes.
Rubio detalló que Estados Unidos destinará más de 13 millones de dólares en fondos generales de seguridad para Quito, además de seis millones de dólares para drones que serán entregados a la Armada ecuatoriana. “Eso es solo el principio”, subrayó el funcionario, al tiempo que dejó abierta la posibilidad de que Washington considere el establecimiento de una base militar en territorio ecuatoriano si recibe una invitación formal.
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, aliado cercano de Donald Trump, expresó públicamente su respaldo a esa opción, aunque para concretarla necesitará la aprobación ciudadana en un referéndum. Cabe recordar que Estados Unidos mantuvo hasta 2009 una base en el puerto de Manta, desde donde realizaba operaciones antidrogas, pero la instalación fue cerrada por orden del entonces mandatario Rafael Correa.
En paralelo, el Departamento de Estado designó a las poderosas bandas criminales ecuatorianas Los Choneros y Los Lobos como organizaciones terroristas internacionales. Ambas ya habían sido sancionadas en 2024, pero ahora la clasificación permitirá perseguir sus activos con mayor contundencia y ampliar la cooperación de inteligencia entre ambos países.
El presunto líder de Los Choneros, José Adolfo “Fito” Macías Villamar, está detenido en Estados Unidos, acusado de delitos federales relacionados con narcotráfico y armas, cargos por los que se declaró inocente. Rubio anticipó que podrían sumarse nuevas organizaciones criminales a la lista en las próximas semanas. “Son terroristas. Podemos ayudar a Ecuador a combatir a estos grupos terroristas”, sostuvo.
Crisis de inseguridad
El telón de fondo es alarmante: los homicidios en Ecuador se dispararon un 40% en los primeros siete meses de 2025 en comparación con el mismo período del año pasado. La violencia desatada por bandas vinculadas a cárteles internacionales convirtió al país andino en el más peligroso de Latinoamérica, con 39 asesinatos por cada 100.000 habitantes, según la organización Insight Crime.
Para enfrentar esa crisis, Noboa desplegó a las Fuerzas Armadas en las calles, impulsó reformas legales con penas más duras contra el narcotráfico y prometió que su política de seguridad seguirá una línea dura similar a la del presidente salvadoreño Nayib Bukele. “Valoramos su esfuerzo y también su interés en nuestro país y en todo lo que estamos haciendo aquí para eliminar cualquier amenaza terrorista”, dijo Noboa a Rubio en inglés, durante el encuentro en el Palacio de Carondelet en Quito.
La visita estuvo marcada por una fuerte carga simbólica: Rubio ingresó al palacio presidencial escoltado, mientras un pianista interpretaba “America the Beautiful”. Noboa, de 37 años, nacido en Miami, la misma ciudad natal de Rubio, destacó los lazos compartidos y defendió la cooperación con Washington como clave para recuperar la paz en Ecuador.
El viaje de Rubio se produce apenas dos días después de que fuerzas estadounidenses reportaran la destrucción de una embarcación en el Caribe, supuestamente vinculada al tráfico de drogas de una banda con nexos en Venezuela. Según el presidente Trump, la operación dejó 11 muertos. “Trump lo hizo estallar y volverá a ocurrir”, advirtió Rubio. El mensaje reforzó la advertencia de que Estados Unidos no tolerará la actividad de grupos criminales en la región.
El miércoles, el ministro del Interior de Ecuador, John Reimberg, había anticipado que se estaban negociando nuevos acuerdos con Washington para combatir el narcotráfico. Alrededor del 70% de la producción mundial de cocaína transita por Ecuador, y casi la mitad de esa droga tiene como destino el mercado estadounidense.
Además del componente de seguridad, la visita incluyó conversaciones sobre un posible acuerdo comercial. Rubio aseguró que las negociaciones arancelarias y de inversión están avanzadas: “Estamos muy cerca de un acuerdo comercial que creemos que será increíblemente beneficioso para nuestras economías”, afirmó en una conferencia de prensa junto a la canciller Sommerfeld.
Washington ha reforzado su apoyo logístico e inteligencia a Quito en los últimos meses, y Ecuador reactivó la extradición de ciudadanos hacia Estados Unidos, un paso clave en la estrategia conjunta contra el crimen organizado. Noboa, que fue reelegido en mayo tras su sorpresivo ascenso en 2023, busca consolidar su poder político con una consulta popular que podría modificar la Constitución y abrir la puerta a la instalación de bases militares extranjeras en suelo ecuatoriano.
Agencias AFP y Reuters
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