Se presume que los ladrones habrían ingresado antes del horario de apertura de este domingo al romper una de las ventanas; las autoridades indicaron que el valor de los objetos perdidos es “inestimable”
PARÍS.- En un espectacular y brevísimo asalto cometido este domingo por la mañana en el Museo del Louvre, una banda de ladrones se llevaron joyas de un valor patrimonial e histórico “inestimable”, según el ministro del Interior, Laurent Nuñez. Por el hecho, las autoridades dispusieron el cierre del museo por 24 horas mientras avanza la investigación. Los asaltantes consiguieron escapar.
El ministro, que calificó el robo de “importante”, explicó que el mismo fue llevado a cabo con la ayuda de una plataforma elevadora colocada sobre un camión. Nuñez dijo además que “tres o cuatro” sospechosos están prófugos.
El robo fue cometido en apenas siete minutos, “muy rápido, por un equipo experimentado”, aseguró el ministro. Los delincuentes entraron en el museo utilizando una plataforma elevadora sobre un camión, forzaron una ventana y se fugaron en motos.
Las piezas sustraídas son joyas pertenecientes a la colección de la corona francesa, con un “valor inestimable”, indicó por su parte la ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati.
Horas después del asalto, se confirmó que una de las joyas robadas, la corona de la emperatriz Eugenia -mujer de Napoleón III-, fue encontrada rota fuera del museo.
Según un comunicado del Ministerio de Cultura, “ocho objetos de un valor patrimonial incalculable” fueron sustraidos. Se trata de un diadema del ajuar de la reina María Amalia y de la reina Hortensia; un collar de zafiros del ajuar de la reina María Amalia y de la reina Hortensia; unos pendientes de zafiros del ajuar de la reina María Amalia y de la reina Hortensia; un collar de esmeraldas del ajuar de María Luisa; un par de pendientes de esmeraldas del ajuar de María Luisa; un broche llamado “broche relicario”; una diadema de la emperatriz Eugenia y un broche representando un gran lazo de corsage de la emperatriz Eugenia.
Los detalles del robo
Según fuentes policiales, los hechos ocurrieron durante la mañana, entre 9.30 y 9.40, a la apertura del sitio al público. El objetivo fue la galería de Apolo, donde se exhiben gemas y joyas de la corona de Francia.
“Dentro del museo, robaron joyas situadas en vitrinas y huyeron a bordo de vehículos de dos ruedas”, precisaron autoridades.
La suntuosa Galería de Apolo es una de las salas más importantes del Louvre, uno de los tesoros más preciados del patrimonio francés. Bajo su bóveda dorada pintada por Le Brun y Delacroix, que mide más de 60 metros de largo, se exhiben las joyas de la Corona de Francia, conservadas ahí desde 1887. En sus vitrinas restauradas en 2019 tras diez meses de trabajos, se puede admirar el Régent, diamante legendario de 140 quilates descubierto en India en el siglo XVII, la corona de Luis XV engastada con 282 diamantes y 64 piedras de color, o aún el último esplendor del fasto imperial: la corona de la emperatriz Eugenia, egarzada con 1354 diamantes, 1136 rosas y 56 esmeraldas.
Horas después del robo, el canal de noticias local BFMTV mostró imágenes de un visitante que muestran a uno de los ladrones fracturando la vitrina donde estaba la corona de la emperatriz, vestido con una chaqueta de los trabajadores de la alcaldía de París. El delincuente trabajaba inmutable, mientras al fondo se ve a la gente corriendo durante la evacuación.
Apenas iniciadas las investigaciones, la policía encontró una de las joyas robadas —“dañada” y no “rota”, como se informó en primera instancia— en las inmediaciones.
“Los ladrones la perdieron mientras huían”, dijo la ministra de Cultura, Rachid Dati.
En su intervención, Laurent Nuñez agregó que “algunos de esos ladrones podrían venir del extranjero”, frase que desató una serie de sospechas sobre una eventual operación con motivaciones de desestabilización política. Una más, entre las muchas que han sido descubiertas en los últimos años en Francia por parte de potencias extranjeras. Esa es la opinión de Pierre-Jean Chalençon, gran coleccionista y especialista de Napoleón.
“Yo creo que fue una operación política contra Francia. Los enemigos de Francia atacan nuestro país y sobre todo a Napoleón. Hoy le escribí al presidente Macron, diciéndole esto. En su respuesta, me aseguró que se hará todo lo necesario para esclarecer esto”, dijo.
La dirección del museo del Louvre informó que el sitio permanecerá cerrado durante el resto del domingo por “razones excepcionales”. Una nota para los visitantes menciona “razones de seguridad” y especifica que todas las reservas para el día serán reembolsadas. El ministro del Interior precisó que se trata, entre otras cosas, de “preservar las huellas y pistas para la investigación”.
Operativo e investigación
La fiscalía de París, en tanto, anunció la apertura de una investigación por robo organizado y asociación delictiva para delinquir. La Brigada de Represión del Bandolerismo (BRB) está a cargo del caso, junto con la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC). Fuentes oficiales confirmaron que se abrió una investigación “para establecer las circunstancias exactas en las que ocurrieron los hechos y lograr identificar a los autores del robo”.
“Todos los medios ya están siendo puestos en marcha para recuperar el botín”, afirmaron.
Pero, ¿cómo es posible que esto haya sucedido en uno de los museos más importantes del mundo? Los problemas de seguridad en esa sala —y en otras— fueron señalados hace ya bastante tiempo. El Louvre se prepara para lanzar trabajos de hasta 900 millones de euros para responder a la obsolescencia del palacio —filtraciones de agua, calor infernal en verano bajo la pirámide…— y por la sobreafluencia del museo. Con 8,6 millones de visitantes en 2024, el Louvre volvió a ser el museo más visitado del mundo. Sin embargo, muchos especialistas consideran que, en esas obras faraónicas, no se ha respondido eficazmente a los problemas de seguridad.
“La información que tengo es que la alarma instalada en la ventana por la cual entraron los ladrones no sonó en el momento en que entraron, sino recién a las 9.38, en el momento en que estos partían con el botín”, afirmó Didier Rykner, gran especialista del Louvre y director de la revista “La Tribune de l’Art”.
En todo caso, para los especialistas, la operación fue preparada por un grupo absolutamente organizado y profesional, que trabaja en forma militar. “Eso explica que hayan dejado la corona de la emperatriz Eugenia cuando se cayó. Es gente que tiene un timing milimetrado y lo respeta rigurosamente”, explica Bruno Pomart, presidente del think tank “Iniciativa Seguridad Interior”, exmiembro del RAID, unidad de elite de la policía nacional francesa.
Esta mañana, en un comunicado, el adjunto a la Vivienda de la Alcaldía de París, el comunista Ian Brossant, recordó que los empleados del Louvre hicieron huelga el 16 de junio, principalmente para denunciar “la falta de personal para garantizar la seguridad” del prestigioso museo.
“¿Por qué sus alertas no fueron escuchadas por la ministra? (la conservadora Rachida Dati)”, cuestionó el edil comunista.
Alerta por otros atracos
Varios museos franceses han sido recientemente objeto de robos y hurtos, poniendo de manifiesto posibles fallas en los dispositivos de protección y vigilancia.
En septiembre, fueron robados objetos de oro nativo durante una refacción en el Museo Nacional de Historia Natural de París, que sufrió una “pérdida incalculable” para la investigación y el patrimonio. El museo evaluó el valor del daño en aproximadamente 600.000 euros.
Durante ese mismo mes de septiembre, un museo en Limoges, en el centro de Francia, referente en la industria de la porcelana, fue víctima de un robo cuyo valor se estimó en 6,5 millones de euros.
Más asaltos
Esta no es la primera vez que las joyas de la corona de Francia son objeto de un robo igualmente espectacular. En las noches del 11 al 17 de septiembre de 1792, una banda de maleantes robó esas joyas del guardamuebles de la Corona en la plaza de la Concordia.
Según el inventario encargado por la Asamblea Nacional Constituyente en 1791, el tesoro estaba compuesto por más de 10.000 piedras: diamantes, perlas, rubíes, esmeraldas, topacios y otros zafiros. Muchas piezas irremplazables constituían este tesoro nacional, acumulado desde el siglo XVI por los reyes de Francia, como el “Gran Zafiro” de Luis XIV y el diamante “Sancy”.
Entre las piezas de mayor valor, el diamante “Regent” era la joya más preciosa. Su estimación se estableció en más de 12 millones de libras, y el conjunto de las joyas representaba un valor de aproximadamente 23 millones de libras.
Pieza emblemática de las colecciones del museo del Louvre, testimonio del refinamiento y el prestigio asociados a la monarquía francesa, la espada del rey Carlos X también fue robada, esta vez del Museo del Louvre, en la misma galería de Apolo, el 15 de diciembre de 1976, y nunca fue recuperada. Sin olvidar el robo de la Mona Lisa, en agosto de 1911, por un pintor italiano que ocultó el cuadro durante dos años debajo de su cama, con la intención de llevarlo a su país natal.
Por Luisa Corradini
Fuente Lanacion