Desde hace más de medio siglo, la ciencia y las autoridades sanitarias insisten en lo mismo: hay que lavar los productos frescos. Esta práctica, recomendada desde finales de los años 50 en Estados Unidos, fue respaldada por el microbiólogo Jason Tetro en una entrevista con Well and Good. Y no es un capricho: la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) continúa advirtiendo que lavar frutas y verduras antes de consumirlas es clave para reducir el riesgo de pesticidas y microorganismos dañinos.
Aun así, en plena era de la inmediatez, el mercado responde con productos “prelavados” y “listos para consumir”, como hojas verdes en caja o vegetales al vapor en bolsa. Pero… ¿se puede confiar ciegamente en esas etiquetas?La FDA destaca la necesidad de limpiar alimentos frescos, incluso aquellos etiquetados como prelavados (Imagen Ilustrativa Infobae)
A pesar de esta facilidad, la FDA sostiene la importancia de lavar todas las frutas y verduras, ya que el proceso previo no garantiza una eliminación completa de contaminantes.
El consejo de lavar los productos en casa se mantiene vigente tanto para quienes optan por alimentos orgánicos como para aquellos que prefieren los convencionales. La limpieza previa baja el riesgo de exposición a residuos químicos ymicroorganismos, aspecto central en la seguridad alimentaria.
Así, tanto los expertos científicos como las agencias regulatorias coinciden en que el lavado doméstico es una medida sencilla y efectiva para proteger la salud del consumidor en el día a día.
Eficacia de los productos comerciales para lavar frutas y verduras
Estudios revelan que los lavadores comerciales no garantizan la eliminación total de pesticidas en alimentos frescos (Freepik)
En el mercado actual, es común encontrar lavadores específicos para frutas y verduras, cuyas etiquetas coloridas se exhiben tanto en supermercados como en redes sociales. Estos productos evolucionaron desde los detergentes fuertes y de base química hasta fórmulas más seguras, muchas de ellas orgánicas o con composiciones derivadas de ingredientes de origen vegetal.
Los nuevos limpiadores suelen contener solventes como alcohol, surfactantes suaves, ácidos como el vinagre o agentes alcalinos como sales, según explicó Jason Tetro.
Para utilizarlos, se sugiere rociar o sumergir las frutas y verduras durante un minuto, enjuagando después para dejarlas listas para el consumo. Sin embargo, estudios científicos han mostrado que la eliminación efectiva de pesticidas requiere entre cinco y diez minutos de contacto continuo con el agente de limpieza, un tiempo mayor al que recomiendan la mayoría de los envases comerciales.Alimentos crudos mal lavados pueden ser fuente de infecciones alimentarias, advierten científicos y reguladores (Freepik)
Esto pone en duda la eficacia plena de estos productos cuando se emplean de acuerdo con las instrucciones habituales.
Pese a esta limitación, tanto Tetro como la FDA coinciden en que el uso de estos lavadores no representa un riesgo para la salud, dado que las regulaciones en Estados Unidos limitan los niveles de residuos de plaguicidas permitidos en los alimentos.
Métodos alternativos para lavar productos frescos, según expertos
Tanto la comunidad científica como las agencias sanitarias han vuelto recurrentemente a los métodos sencillos al hablar de la mejor forma de lavar frutas y verduras.
Desde su experiencia como microbiólogo, Jason Tetro afirma que el lavado bajo agua corriente, acompañado de una friega suave (o un cepillado en el caso de productos de piel más gruesa), es igual de eficaz que los lavadores comerciales para reducir la carga microbiana.Utilizar agua corriente junto con fricción elimina la mayoría de contaminantes en frutas y verduras (Freepik)
Para quienes buscan mayor tranquilidad o una desinfección más profunda, existen alternativas caseras que también demuestran buenos resultados. Por ejemplo, la Universidad de Maine sugiere una mezcla de medio vaso de vinagre blanco por cada dos vasos de agua para remojar los productos frescos antes de enjuagarlos.
Cuando la preocupación principal son los residuos de pesticidas, Tetro sugiere reemplazar el vinagre por bicarbonato de sodio en la solución y mantener las frutas o verduras sumergidas de 10 a 15 minutos.
A la hora de aplicar estos métodos, se resalta la importancia de enjuagar los alimentos bajo el grifo después del remojo para eliminar cualquier residuo de las soluciones utilizadas, así como los microorganismos y contaminantes presentes en la superficie.
La combinación de refregar bajo el agua y, de ser necesario, recurrir a soluciones caseras, ofrece resultados comparables a los comerciales con un costo y riesgo mínimo.
Riesgos asociados al consumo de frutas y verduras no lavadas
El lavado doméstico de frutas y verduras sigue siendo una medida clave para minimizar riesgos alimentarios (Freepik)
Al margen de la discusión sobre pesticidas, la mayor preocupación para los expertos en microbiología es el riesgo de infecciones alimentarias provocadas por patógenos que pueden adherirse a la superficie de frutas y verduras. Jason Tetro destacó que los casos de brotes de enfermedades relacionados con el consumo de productos frescos contaminados, como espinacas, lechuga, melones y cebollas, son un recordatorio constante de estos peligros.
Estos brotes suelen estar vinculados a bacterias como la E. coli, la salmonela y la listeria, las cuales pueden sobrevivir en la superficie de los alimentos crudos si no se realiza una limpieza adecuada.
El lavado con agua corriente combinado con fricción física contribuye a eliminar una parte significativa de estos microorganismos, reduciendo la posibilidad de contagio y brotes de enfermedades transmitidas por alimentos.
Las soluciones de limpieza elaboradas a partir de ingredientes orgánicos, por sí solas, no tienen suficiente capacidad para eliminar estos patógenos. Por ello, el consejo sigue siendo optar siempre por el método tradicional de lavado y frotado, como mecanismo de protección frente a infecciones.
Por Pilar Alvarez
Fuente: infobae.com