Fue en base a la agresiva política de recortes que implementó la empresa. Es la primera vez desde 2008 que Aerolíneas Argentinas no necesita dinero estatal
El conflicto entre Aerolíneas Argentinas y el Gobierno de Javier Milei comenzó ni bien el presidente asumió sus funciones en diciembre de 2023. Entre idas y vueltas, intentos de privatización y otras cuestiones que fueron descartadas, ocurrió algo único: la empresa informó al Ministerio de Economía que no necesitará transferencias del Estado Nacional durante el año 2025, un hecho inédito desde la estatización de la empresa en 2008.
Entre ese año y 2023, la compañía había recibido cerca de 8 mil millones de dólares estatales, utilizados principalmente para cubrir su déficit operativo a nivel EBIT (ganancias antes de intereses e impuestos), siendo este el indicador troncal que utiliza la industria aerocomercial para evaluar la performance de una compañía. En promedio, en cada uno de los últimos 16 años, la empresa registró una pérdida operativa anual de 400 millones de dólares que debió ser saldada por el Tesoro Nacional.
Por otra parte, el presidente y CEO de la compañía, Fabián Lombardo, reveló que en 2024 se logró otro hito al registrarse un superávit de 20,2 millones de dólares a nivel operativo, y de 156.324 millones de pesos (más de USD 150 millones) a nivel económico. Estas cifras están en proceso de auditoría por la consultora internacional KPMG y serán oficializadas en los próximos meses.
Según explicó Lombardo, la mejora se dio en la operación misma, es decir, que por primera vez Aerolíneas Argentinas obtuvo ingresos mayores a los costos requeridos para su funcionamiento.
Este drástico cambio se consolidó gracias a una política agresiva de reducción de costos que incluyó la baja de cerca del 15% de su planta de personal, llevando el número de empleados al nivel más bajo en 15 años y alcanzando el menor promedio de empleados por avión en la historia de la compañía. En este proceso dejaron la empresa más de 1.600 personas, y se eliminaron un total de 85 cargos jerárquicos, incluyendo 8 direcciones, 20 gerencias y más de 50 posiciones de diversas categorías.
Reducción y recortes en la compañía: las razones
El marcado cambio de rumbo y gastos en la empresa se consolidó debido a una política agresiva de reducción de costos, que incluyó la baja de cerca del 15% de su planta de personal, llevando el número de empleados al nivel más bajo en 15 años y alcanzando el menor promedio de empleados por avión en la historia de la compañía. En este proceso dejaron la empresa más de 1.600 personas, y se eliminaron un total de 85 cargos jerárquicos, incluyendo 8 direcciones, 20 gerencias y más de 50 posiciones de diversas categorías.
También se cancelaron rutas consideradas “improductivas” y se focalizó la operación sobre aquellas que arrojaron mejores resultados para la compañía, fomentando un esquema de conectividad estratégica, que incluyó acuerdos históricos con Iberia y LATAM. Estos permitieron ampliar la red de conectividad de la empresa tanto en España, como en diversos destinos del Cono Sur.
Como última medida, la empresa avanzó en la reconfiguración de su red comercial cerrando 19 de sus 21 sucursales en el interior del país. Hoy, miércoles 30 de abril, dejarán de operar las sucursales de Formosa, Trelew, Santa Fe, Bariloche, Corrientes, Río Gallegos y Río Grande, a las que se sumarán Mar del Plata y Tucumán más tarde. Así, solo quedarán activas las sucursales de Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Esta iniciativa se basó en los cambios en los hábitos de consumo de los pasajeros, que hicieron que la venta presencial signifique hoy apenas el 1% del total de los tickets emitidos. Hoy, el principal canal de venta directa es la web.
Fuente Perfil