La salida del fotógrafo de la terapia intensiva se demora luego de que se controlaran las fístulas por donde perdía líquido cefalorraquídeo. En la causa, Gendarmería aportó videos en los que felicitan al agente que le disparó, indicó la querella.
Pablo Grillo, el fotógrafo herido por un disparo de gas lacrimógeno de Gendarmería en la marcha de jubilados hace más dos meses continúa este lunes en terapia intensiva en el Hospital Ramos Mejía y deberá ser sometido a una nueva operación.
“A raíz de que se controlaron las fístulas por las que perdía LCR (líquido cefalorraquídeo) se descubrió un cuadro de hidrocefalia consecuencia del traumatismo”, informó su familia, que además indicó que por esa razón será intervenido quirúrgicamente en la brevedad.
Si bien el fotógrafo había anunciado hace dos semanas que le darían el alta de la terapia intensiva para pasar a rehabilitación y había saludado desde la terraza del hospital, el descubrimiento de una pequeña pérdida de LCR hizo que debieran someterlo a una operación el jueves 15, y que deberá repetirse próximamente.
El padre del joven, Fabián Grillo, en diálogo con Clarín explicó que la nueva intervención podría ocurrir «en cualquier momento» a partir del martes. Además señaló que Pablo está «de ánimo bajoneado», pero que cuando lo acompañan sus amigos y su hermano “está un poco más animado».
Desde el 13 de marzo, cuando jubilados e hinchas de fútbol se manifestaron frente al Congreso, Grillo permanece internado. En la manifestación recibió el disparo de un proyectil de gas en la cabeza mientras fotografiaba la protesta. Gracias a la asistencia de los manifestantes y el SAME pudo ser rápidamente atendido por el personal de salud del Hospital Ramos Mejía.
El estado de la causa por Grillo
El cabo Héctor Jesús Guerrero de la Gendarmería es el principal acusado por el disparo del proyectil en el marco del operativo que dirigía el Ministerio de Seguridad Nacional. La causa se tramita ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 1, a cargo de la jueza María Servini, y allí se presentaron Guerrero con abogados defensores y la familia Grillo como querellantes.
De acuerdo a lo informado por la querella, en la última presentación, Gendarmería remitió alguno de los archivos de los videos del día de la represión donde fue herido el fotógrafo. En las filmaciones, “se observa, de parte de los efectivos de las fuerzas de seguridad, el uso de lenguaje hostil y expresiones represivas tales como ‘no le perdonen’ e ‘hijos de puta'», señaló en el comunicado firmado por la querella.
Además indicaron que en los archivos se ve que “el uso desproporcionado de los gases es tal que el propio gendarme que filma tose, se asquea, se queja porque no puede respirar. Los policías y gendarmes que lo rodean disparan sin parar sus escopetas en dirección a manifestantes y de manera horizontal”, detallaron, a pesar de que Patricia Bullrich aseguró que se cumplió el protocolo.
“Después de producido el disparo que puso en riesgo la vida de Pablo Grillo, se escucha al gendarme que filma decir ‘estamos excelente, más que bien‘”, sostuvo en el comunicado la querella.
Fuente Perfil