El Presidente habló en una cena de la Fundación Faro y mandó un fuerte mensaje en clave electoral de cara al 7 de septiembre. Además, recordó cuando Cristina Kirchner vetó en 2010 el 85% móvil para los jubilados
Javier Milei envió un fuerte mensaje en clave electoral de cara a los comicios del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Con cargadas críticas contra el gobernador Axel Kicillof, el Presidente habló de la importancia de esa fecha “para todos los argentinos de bien” y dijo que es una elección “fundamental”.
“Podría significar el fin del kirchnerismo en esta elección. Es mucho más que un distrito lo que se juega, pero hay que tener en cuenta que están llevando a cabo la farsa y el fraude moral que son las candidaturas testimoniales. Están saliendo los intendentes a jugar en la cancha poniendo todo el aparato y además están dispuestos a cometer fraude porque votan con un sistema electoral distinto. Es importante esta elección porque va a significar el techo del kirchnerismo y para nosotros va a significar el piso porque en las nacionales no habrá testimoniales y se vota con otro sistema”, expresó el mandatario.
Sobre Kicillof, Milei afirmó: “La provincia de Buenos Aires es un lugar donde el aparato propagandístico ha hecho estragos, infectando la mente de millones de bonaerenses que, a pesar de vivir en la miseria, continúan cautivos por el kirchnerismo. Bajo una ilusión de justicia social y derechos conducen sociedades enteras hacia el precipicio”.
Axel Kicillof con Mayra Mendoza y Verónica Magario, candidatas de la Tercera sección electoral
“Las elecciones tienen que ser un espacio para que expresen si las provincias han mejorado o no. Si la seguridad ha mejorado o no. Si caminan con más tranquilidad o no. Si se ha invertido en mejorar la calidad de los servicios esenciales o si se despilfarró el dinero de la gente. Finalmente, los bonaerenses deben decidir si el desproporcionado y costoso estado provincial ha servido o si se pagan cada vez más impuestos para pagarle el suelo a amigos o militantes de Kicillof. De esto se trata la elección del 7 del septiembre. Decirle que no a décadas de miseria en la provincia que hoy encarga el idiota de Kicillof. Decirle que no a los impuestos confiscatorios, decirle que no a un estado que gasta en estupideces. Y decirle nunca más al kirchnerismo, el experimento de gobierno con el que se insiste hace décadas, pero que en la provincia solo arrojó fracaso tras fracaso”, continuó.
Y completó: “Lo que ocurra en septiembre va a ser un piso, esto quiere decir que de acá a octubre vamos a seguir creciendo. Pero lo más importante es que tenemos esta oportunidad y la de octubre, pero ellos tienen solo esta. Por eso están quemando las naves, por eso estamos sufriendo operaciones, porque si en septiembre llegáramos a ganar la provincia de Buenos Aires habremos puesto el último clavo en el ataúd del kirchnerismo”.
El Presidente habló en una cena de la Fundación Faro y mandó un fuerte mensaje en clave electoral de cara al 7 de septiembre
Además, en el comienzo de su discurso, volvió a criticar a la oposición por cuestionar el veto a las jubilaciones y a la ley de discapacidad y apuntó puntualmente contra el kirchnerismo, recordando que Cristina Kirchner hizo lo mismo en 2010 con el 82% móvil.
“Los que hoy tanto reclaman por las jubilaciones son los mismos que en su momento vetaron y decían que era una ley de quiebra del Estado. Y dejaron jubilaciones de 80 dólares, hoy arriba de 320 dólares, o sea se multiplicaron por cuatro. O había salarios de 300 dólares cuando hoy son de 1100 dólares. Y ahora vienen a decir que no se llega a fin de mes. Si la frase fuera cierta uno tendría que caminar por la calle y debería estar llena de cadáveres. Es un insulto para quienes hacen un gran esfuerzo para seguir adelante por la vía honesta, algo que los kukas y el periodismo no saben”, dijo el Presidente durante su discurso en una cena de la Fundación Faro, que comanda Agustín Laje.
Entonces, el mandatario aprovechó para hacer un repaso de su gestión económica y destacó el rumbo del Gobierno y del ministro Luis Caputo, presente y aplaudido en el evento: “Estábamos peor que en la previa del ”Rodrigazo», peor que la hiperinflación de Alfonsín, con peores indicadores sociales que en 2001. Cuando se hizo una interpretación forzada de mi discurso en Davos, había un discurso que decía alivio económico, este año la inflación será menor al 100%. Qué paradoja. Los que destruyeron y se consumieron el capital empobreciendo a la gente fueron ellos».
Y agregó: “Es más fácil destruir que construir. El esfuerzo tiene que ser sostenido en el tiempo. No debemos conformarnos con logros que son pasos intermedios en nuestro largo camino. Resulta imposible reconstruir en un año y medio lo que se viene destruyendo desde hace un siglo, y es demencial que otros nos exijan esa velocidad. Por eso a veces uno tiene esta reacción a quienes se dedican a destruir o ignoran las restricciones, los problemas que se juegan cuando uno está en el poder real”.
“Estamos haciendo lo humanamente posible para que el sueño de la Argentina grande sea posible. Es un trabajo enorme y a veces no hay un orden de magnitudes de lo que estamos haciendo. Estamos haciendo el mejor gobierno de la historia”, completó.
Luego, el líder libertario ratificó la batalla cultural, pilar de la Fundación Faro y de sus integrantes: “Somos cada vez más los que defendemos esta causa. Nunca voy a dejar de lado mi rol como divulgador de las ideas de la libertad, es la parte de mi trabajo que más me divierte. Dar la batalla cultural contribuye al éxito del Gobierno. En el Gobierno serán los propios ciudadanos los que defiendan su libertad y no se dejen pisotear por los socialistas, de buenos o malos modales, pero igual de siniestros”.
“Los procesos de convergencia suelen durar 20 o 25 años. La batalla cultural es fundamental, sin ella no vamos a poder sostener las reformas en el tiempo. Requiere de una continua lucha, ser faro de faros. Además del norte, es necesario tener la paciencia necesaria para llegar a destino. Sin estas ideas, cualquier gobierno pierde fácilmente su rumbo y encalla en el acantilado del socialismo”, siguió el jefe de Estado.
En sintonía con este discurso, Milei lanzó una arenga a los presentes: “Nosotros no surgimos de la política ni del estado, somos patriotas preocupados por el destino de nuestro país. La sociedad puede y debe tomar la plaza pública. Hay que meterse en el barro de la política, no podemos ser espectadores, porque si no la casta nos va a pasar por encima. La diferencia entre hacer poco y no hacer nada ya es algo”.Javier Milei: «Los convierten en zombies, es la secta kuka»
En este punto, el mandatario volvió a diferenciar a la derecha de la izquierda y de la casta política: “Los ciudadanos honestos fuimos obligados a trabajar más y más para sostener las vidas extravagantes de los políticos. La izquierda cuenta con una ventaja porque apoyada en el favor que da el poder político se infiltró en todas las instituciones políticas promoviendo sus propias ideas confiscatorias. Una operación que para muchos sería invisible si no fuera por el aporte de mi gran amigo Agustín Laje».
“Las personas son víctimas de estas ideas relajada en los cerebros. Los convierten en zombies. Es la secta kuka. Un primer ejemplo de parásito mental es la noción de justicia social. Le roba el trabajo a una persona para repartirlo arbitrariamente. Dos problemas, el robo y el trato desigual ante la ley. Hacer caridad con dinero ajeno. Otro parásito mental es la noción de derechos sociales. Un supuesto derecho que sólo puede ser resuelto con el Estado. El punto de llegada de esto es la apropiación estatal total. Esto lleva al totalitarismo”, prosiguió.
Y remató: “Ni con ello alcanzaría. La inflación de derechos lleva a expectativas ilimitadas entre la gente. Los derechos hay que pagarlos y los recursos son finitos. Habría que incumplir la primera ley de la economía que es la escasez. No hay de todo para todos”.
Fuente Infobae