El primer pontífice procedente de Estados Unidos fue a la basílica papal en Roma. Este sábado pronunció un discurso ante los cardenales en el que afirmó que tenía la intención de seguir el camino trazado por su antecesor.
El papa León XIV visitó este sábado la tumba de su predecesor, Francisco, en la basílica de Santa María la Mayor, dos días después de ser elegido nuevo jefe de la Iglesia católica. Se trató de una visita que no pasó desapercibida, ya que quienes estaban en el lugar lo ovacionaron al grito de «¡Viva el Papa!».
El vehículo papal ingresó al recinto por una entrada lateral custodiada por una reja, y en su interior el pontífice fue recibido con aplausos y el sonido solemne del himno pontificio, interpretado por una banda, según relataron medios italianos. Conmovido, León XIV se acercó a la tumba de Francisco y dejó una rosa blanca —la flor preferida de Bergoglio— como gesto simbólico. Luego, se arrodilló en silencio para rezar.
Este sábado también se dirigió al santuario de Nuestra Señora del Buen Consejo, en Genazzano, a unos 50 kilómetros de Roma. El templo, vinculado a la Orden de San Agustín —a la que pertenece el nuevo pontífice—, alberga una imagen mariana que solía visitar antes de ser electo.
Antes, tuvo una reunión clave con todos los cardenales en el Aula Nueva del Sínodo, dentro de la Santa Sede. Fue allí donde, a puertas cerradas, delineó su programa de pontificado y dejó clara su intención de continuar el camino iniciado por Francisco, reafirmando los principios del Concilio Vaticano II y destacando su adhesión a la doctrina social de la Iglesia.
León XIV: la elección de su nombre y el legado de Francisco
Durante su primer encuentro oficial con los cardenales, León XIV reveló por qué eligió ese nombre. “Pensé en tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial”, explicó el pontífice de 69 años.
Esta encíclica de 1891, un tipo de texto donde los papas abordan asuntos importantes puede traducirse como «cosas nuevas» o «innovaciones» y es la base de la doctrina social de la Iglesia católica que tiene como objetivo promover la dignidad de la persona, la solidaridad y el bien común, entre otros valores.
«Hoy la Iglesia ofrece a todos su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo», dijo. La referencia al cambio tecnológico no fue casual. En los últimos años, Francisco ya había advertido sobre la deshumanización del trabajo y la concentración de poder en manos de empresas tecnológicas.
El nuevo papa, nacido en Chicago y nacionalizado peruano, citó además a Pablo VI al recordar su deseo de encender “una gran llama de fe y de amor” sobre el mundo, frase que usó como cierre de la primera parte de su discurso. También destacó que la herencia doctrinal de la Iglesia es una herramienta viva para enfrentar los dilemas éticos del presente.
En ese mismo mensaje, León XIV se mostró agradecido con el Colegio Cardenalicio, al que reconoció como su sostén más cercano. “Este yugo supera mis fuerzas, pero sé que cuento con su ayuda”, expresó ante los purpurados. Se refirió también al reciente fallecimiento de Francisco y propuso entender el cónclave como un “acontecimiento pascual”, un momento de tránsito guiado por la fe.
La conexión con el legado de Francisco no se limitó a las palabras. León XIV citó la exhortación apostólica Evangelii gaudium como uno de los pilares de su visión pastoral. Allí destacó el regreso al primado de Cristo, la conversión misionera, la sinodalidad y el cuidado de los excluidos, todos elementos centrales en la reforma impulsada por Francisco desde 2013.

Además, León XIV subrayó el estilo de vida austero y el espíritu de servicio de Francisco, que se inspiró en el santo de los pobres durante su pontificado. “El papa, desde San Pedro hasta mí, su indigno sucesor, es un humilde siervo de Dios y de los hermanos, y nada más que esto. Lo han demostrado bien muchos de mis predecesores, como el papa Francisco”, dijo.
Según el discurso difundido por el Vaticano, el nuevo pontífice también pidió fortalecer el diálogo interno en la Iglesia y planteó la posibilidad de encuentros anuales entre el papa y el colegio cardenalicio. Además, hizo un llamado a mejorar la comunicación entre las distintas regiones del mundo, en línea con su visión de una Iglesia global y descentralizada.
Al inicio del encuentro, el pontífice recordó los días difíciles tras la muerte de Francisco y agradeció especialmente al decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, y al camarlengo Kevin Farrell por su trabajo durante el período de sede vacante. También mencionó con afecto a los cardenales ausentes por motivos de salud, con quienes se unió en oración.
Una ausencia notoria fue la del cardenal Pietro Parolin en los agradecimientos. Según trascendidos de la prensa italiana, Parolin era considerado uno de los grandes favoritos para suceder a Francisco, y su no mención habría generado ciertos comentarios dentro del Vaticano.
Fuente Perfil