- El gobernador necesita el apoyo de todo el peronismo y de parte de la oposición para sancionar los proyectos.
- En medio de los cruces por la derrota electoral, crecen los condicionamientos y los recelos cruzados en la previa del tratamiento
En medio de la interna peronista recrudecida por la derrota electoral, Axel Kicillof afronta el dilema de dar la discusión contra el sector liderado por Cristina Kirchner y a la vez lograr el apoyo de todos los pedazos de Fuerza Patria en la Legislatura bonaerense. El gobernador arranca una carrera contrarreloj en su intento de aprobar el Presupuesto 2026, la ley Fiscal Impositiva y el endeudamiento: procurará sancionar las tres iniciativas antes de diciembre, con la perspectiva de que luego del recambio parlamentario se le hará todavía más cuesta arriba para reunir los votos necesarios.
Kicillof presentará este lunes en la sede de la gobernación, ante funcionarios, legisladores e intendentes, el proyecto de Presupuesto para el año próximo. Como Javier Milei a nivel nacional, su administración viene funcionando con la ley aprobada en 2022 y prorrogada en dos ocasiones. Los opositores no le facilitaron el éxito del tratamiento, aunque según el reproche interno de la mesa chica del mandatario provincial tampoco lo hicieron el kirchnerismo y el massismo. Sin que funcionara la exigencia de Carlos Bianco para que “levantaran la mano sin chistar”, también habrá dificultades en este caso.
En este momento el escenario parlamentario muestra una paradoja. Pese al aplastante triunfo del peronismo en septiembre, por casi 14 puntos en la categoría de legisladores bonaerenses, Kicillof apurará el debate para tratar de llevar al recinto las tres discusiones con la actual composición y no con la que quedará cristalizada a partir de diciembre. “Es mejor negociar con los que terminan que con los que llegan, y si ahora está polarizado después va a ser peor todavía. La oposición va a estar más unificada”, adelantaron en La Plata. En esa percepción coincidieron los referentes kirchneristas y también del PRO.
En cualquier caso el gobernador necesitará del acompañamiento de todo el peronismo y de una parte de la oposición para contar con las leyes clave para la gestión. En especial para la autorización del endeudamiento, que requiere el aval de los dos tercios de ambas Cámaras. El pedido anterior era por 1.045 millones de dólares, en este caso la cifra podría ascender a los 3.000 millones. En la actualidad apenas 11 diputados y dos senadores integran el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), liderado por Kicillof.
A partir de diciembre Fuerza Patria mejorará su peso parlamentario, pero no cambiará de manera sustancial el volumen de la tropa del mandatario provincial: Verónica Magario fue candidata testimonial, Gabriel Katopodis aún no definió si asumirá como legislador y en el reparto general de los lugares en las listas se impuso el kirchnerismo y también hubo una cuota para el massismo.
Referentes legislativos conducidos por Cristina Kirchner aseguran que encararán el debate con la predisposición de empujar los proyectos. También los del Frente Renovador. Pero del lado de Kicillof desconfían. Lo que sucedió el año pasado y también durante 2025 abonan esos recelos internos. El último tanteo de avanzar con el tratamiento, entre las elecciones de septiembre y las de octubre, no prosperó.
Aun con la pulseada más fuerte y visible entre el gobernador y la ex presidenta, en La Plata en este caso apuntan también al Frente Renovador. “La Cámpora no colabora, pero el massismo directamente lo frena”, diferenció un integrante del Gabinete bonaerense. Kicillof se queja de que no sólo la oposición le exige fondos y obras para los intendentes y cargos en el directorio del Banco Provincia, empresas del Grupo Bapro, el Consejo General de Educación, el Tribunal de Cuentas, la Tesorería y la subprocuración. También acusa la presión de los propios para incidir en la designación de los cuatro lugares vacantes en la Corte Suprema.
Dirigentes cercanos al gobernador atribuyen a su debilidad en la Legislatura la prudencia en la discusión pública con la ex presidenta y en la disputa por el PJ bonaerense conducido por Máximo Kirchner, con mandato hasta el 18 de diciembre, y en la que dejó a cargo de los intendentes del MDF los movimientos para intentar desplazarlo. “No puede enfrentar simultáneamente a Milei y a Cristina. Es pedirle demasiado. Hay riesgo de que tenga problemas para pagar los aguinaldos, los municipios también”, advirtió uno de los jefes comunales más próximos.
“Nuestro bloque va a acompañar como lo hemos hecho siempre. Podemos tener discusiones políticas internas, pero eso no afecta. El presupuesto el año pasado no salió porque manejaron mal los temas con la oposición. Nos echan la culpa a nosotros, pero hemos votado todo”, replicó un referente parlamentario con línea directa con Cristina Kirchner.
Desde el espacio conducido por la ex mandataria señalaron que, cuando se cayó la autorización para el endeudamiento por falta de apoyo de los libertarios, el PRO y otros bloques, Kicillof también bajó el Presupuesto, por lo que sugirieron que del mismo modo que Milei acaso también al gobernador le convenía la prórroga para disponer de las partidas de manera discrecional.
Fuente Clarin

