- El último incremento mensual superó el índice oficial.
- Cómo inciden los gastos y el impacto en la morosidad.
Mientras la inflación de octubre avanzó un 2,3% según el INDEC, las expensas en la Ciudad de Buenos Aires crecieron por encima de ese número y volvieron a exponer la diferencia con los valores del conurbano bonaerense. De acuerdo con el relevamiento de ConsorcioAbierto, la expensa promedio en Capital fue de $ 303.108, un 2,6% más que en septiembre y un 36,9% interanual, contra una variación del 33,6% según el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad.
En Provincia, en cambio, la suba interanual trepó al 52,6%, pero al aumento de un mes a otro fue del 0,5% y el valor promedió fue de $ 144.338. “La brecha se explica porque en la Ciudad los ajustes tarifarios se aplicaron en los primeros meses de 2024, mientras que en Provincia llegaron más tarde”, explicó Albano Laiuppa, director de la plataforma que hizo el informe, en base al análisis de medio millón de liquidaciones..
En la trastienda de esas cifras, los administradores describen un escenario con luces y sombras. Laura Colucci, integrante de la comisión directiva de AIERH, explica que los aumentos “en general no hay, salvo lo que tiene que ver con el sueldo del encargado que no llega a un 2%”. En los edificios con calefacción central, el gas sigue pesando fuerte, aunque este mes se vio un alivio puntual: “Tomando un consorcio de referencia, el mes pasado habíamos pagado $ 3.500.000. Ahora, la factura que venció el 3 de noviembre, con consumo del 8 de agosto al 9 de octubre, bajó a $ 2.300.000. Entonces, ahí tendríamos una baja”. En cambio, lo que sigue siendo elevado es el cargo de AYSA: “Dentro de los gastos del consorcio, lo que predomina en el gasto es el agua”.
Colucci cuenta que los aumentos no siempre se reflejan en el abono mensual sino en necesidades puntuales del edificio: colocación de luces de emergencia, cámaras o insumos de mantenimiento que presentan una enorme dispersión de precios. Eso llevó a que, en vez de comparar dos o tres presupuestos, los propietarios ahora revisen línea por línea. “Chequean efectivamente que esos presupuestos son acordes al mercado. Antes se quedaban con lo que pasaba Juanito; ahora ingresan a Mercado Libre o a negocios y comparan si coincide con los precios reales”, dice. La tendencia es clara: “En pos de gastar menos, la idea es tratar de bajar”.
Ese recorte también alcanzó a servicios periódicos. La fumigación mensual empezó a espaciarse; la limpieza de tanques —que antes se hacía dos veces por año— ahora se reduce a una sola, complementada con un control bacteriológico. “Se está bajando la frecuencia”, confirma la administradora.
Otro eje clave es la morosidad. Para Colucci, el porcentaje se mantiene estable, entre el 20% y 30% según el edificio. Y diferencia entre el moroso circunstancial —que avisa y busca acuerdos— y el estructural. “Tengo un hombre en un consorcio de José María Moreno y Rivadavia que es moroso desde hace un año y medio. No vive ahí; lo tiene vacío, ni siquiera lo alquila para bajar la deuda”. Pero la tendencia general no cambió: “El valor de deuda del año pasado es más o menos el mismo”.
La administradora Victoria Loisi coincide en que las expensas no se pueden medir como “metro cuadrado” porque dependen del estado del edificio, los amenities y la morosidad. Pero confirma que “en el último mes advertimos un porcentaje alto de consorcios donde las expensas se mantuvieron igual”. El aumento, dice, estuvo entre el 1% y el 2%, y el interanual en CABA ronda el 30%. También señala un dato clave: según ella, la morosidad bajó del 35% al 20% en dos años.
En Provincia, afirma Loisi, la diversidad es enorme. “En countries, barrios cerrados o edificios con amenities o zonas turísticas, los aumentos interanuales superaron el 50%. En edificios sin servicios centrales o zonas de menor poder adquisitivo, rondaron el 30%”. Los casos excepcionales —con subas que prácticamente duplican el interanual— se vieron también en countries.
El rubro que históricamente más presionó las expensas fue el personal. Loisi recuerda que durante años hubo paritarias mensuales “con nula transparencia” y aumentos por encima de la inflación. “Desde hace aproximadamente dos años ya no tenemos paritarias mensuales”, aclara, aunque advierte que este noviembre se publicaron las que fijan aumentos para febrero, marzo, abril y mayo, lo que impactará en las próximas liquidaciones.
En la Ciudad, los principales gastos de octubre fueron personal (29%), mantenimiento (29%), servicios públicos (14%), gastos administrativos (13,5%) y obras (8%). En Provincia, el peso del personal sube al 33%, y los gastos administrativos al 17%, con menor impacto de servicios públicos.
Para Laiuppa, la clave es la planificación: “El último tramo del año pone a prueba a los consorcios. Las nuevas tecnologías permiten anticipar gastos, ordenar procesos y mantener el control sin perder dirección”.
Fuente Clarin

