El Pentágono lo anunció después del décimo ataque contra una lancha en su campaña contra el narcotráfico en la región; ya son más de 40 los muertos
WASHINGTON.- El presidente Donald Trump intensificó drásticamente la escalada militar de Estados Unidos en el Caribe el viernes al desplegar el mayor portaviones del mundo, una demostración de fuerza que representa el movimiento militar más grande de Washington en la región.
El despliegue del USS Gerald Ford forma parte de la expansión militar de Trump en el Caribe, que incluye otros ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35. Es probable que el movimiento suscite preocupación en la región sobre las intenciones de la administración Trump.
“El secretario de Guerra ha ordenado que el Grupo de Ataque del Portaaviones Gerald R. Ford y el ala aérea embarcada se desplacen al área de responsabilidad (AOR) del Comando Sur de Estados Unidos (USSOUTHCOM)“, dijo el vocero del Pentágono, Sean Parnell, en un comunicado subido a su cuenta de X.
“La mayor presencia de fuerzas estadounidenses en el USSOUTHCOM AOR reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, vigilar y desbaratar actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad y prosperidad de la patria de Estados Unidos y nuestra seguridad en el hemisferio occidental“, agregó el vocero.
Ya hay más de 6000 marineros e infantes de marina en ocho buques de guerra en la región. Si llega todo el grupo de ataque del USS Ford, eso podría traer cerca de 4500 marineros más, así como los nueve escuadrones de aviones asignados a la nave.
El USS Ford está desplegado actualmente en el Mediterráneo y tardará varios días en llegar a América Latina. Este viernes se encontraba en un puerto de Croacia. Una persona familiarizada con la operación dijo que uno de los cinco destructores que forman parte de su flota está en el mar Arábigo y otro se encuentra en el mar Rojo.
Como el primero de su clase, es el portaaviones más avanzado y de mayor tamaño actualmente en servicio en la Armada estadounidense, con un desplazamiento de más de 100.000 toneladas, y es considerado además como el buque de guerra más grande del mundo. Fue diseñado para lanzar y recuperar aeronaves con mayor frecuencia y apoyar operaciones conjuntas con sus miles de marineros a bordo.
El portaaviones Ford, que entró en servicio en 2017 e incluye un reactor nuclear, puede albergar más de 75 aviones militares, incluidos cazas como los jets F-18 Super Hornet y el E-2 Hawkeye, que puede actuar como sistema de alerta temprana.
La nave cuenta con un arsenal de misiles que incluye el Evolved Sea Sparrow Missile, un misil tierra-aire de medio alcance utilizado para contrarrestar drones y aviones. También tiene sofisticados radares que pueden ayudar a controlar el tráfico aéreo y la navegación.
Los portaaviones, de los que solo hay 11 en el arsenal militar estadounidense, son un recurso escaso y sus calendarios suelen fijarse con mucha antelación.
Los buques de apoyo, como el crucero de misiles guiados Normandy, de clase Ticonderoga, y los destructores de misiles guiados Thomas Hudner, Ramage, Carney y Roosevelt, de clase Arleigh-Burke, incluyen capacidades de guerra superficie-aire, superficie-superficie y antisubmarina.
Nuevo ataque en el Caribe
El comunicado fue publicado horas después de que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, afirmara que el Ejército estadounidense había llevado a cabo su décimo ataque contra un barco presuntamente dedicado al narcotráfico.
En una publicación en redes sociales, Hegseth indicó que el ataque se produjo durante la noche del jueves al viernes y culpó a la banda Tren de Aragua de operar la embarcación. Murieron las seis personas a bordo.
“Nuestros servicios de inteligencia sabían que la embarcación estaba involucrada en el contrabando de narcóticos”, aseguró el secretario de Defensa en la red X, quien agregó que el ataque tuvo lugar en “aguas internacionales”.
Es la segunda vez que la administración Trump vincula una de sus operaciones con la banda originaria de una prisión venezolana.
Este fue el primer ataque nocturno en la zona, explicó Hegseth, que acompañó su mensaje con un video en blanco y negro en el que se ve una lancha que circula a velocidad normal, hasta que explota.
“Si eres un narcoterrorista que trafica drogas en nuestro hemisferio, te trataremos como tratamos a Al-Qaeda. De día o de noche, mapearemos tus redes, rastrearemos a tu gente, te cazaremos y te mataremos”, advirtió como rúbrica de su posteo.
El ritmo de los ataques se ha acelerado en los últimos días, pasando de uno en varias semanas cuando comenzaron, a tres en esta semana. Dos de los ataques más recientes también se llevaron a cabo en el Pacífico oriental, ampliando el área en que el Ejército estaba dispuesto a realizarlos y pasando a la zona donde se contrabandea gran parte de la cocaína de los principales productores del mundo, incluyendo Colombia. Al menos 43 personas murieron desde septiembre.
“Organizaciones terroristas”
El presidente republicano avisó al inicio de su actual mandato que estaba dispuesto a utilizar todo el potencial militar estadounidense para acabar con las rutas del narcotráfico y con los cárteles.
Para ello declaró a los cárteles como el de Sinaloa o Tren de Aragua “organizaciones terroristas”, mediante decreto presidencial. Ello permitiría a Washington, según el gobierno, utilizar las mismas herramientas que usó durante dos décadas en todo el mundo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 de Al-Qaeda.
Estados Unidos está en “conflicto armado” con los cárteles de la droga, explicó Trump en una carta enviada al Congreso para justificar los operativos ordenados en el Caribe.
Al mismo tiempo, el presidente evoca de manera creciente que está dispuesto a emprender una guerra contra los intereses “narcoterroristas” en tierra firme, sin aclarar dónde.
El jueves, Washington anunció junto a Trinidad y Tobago ejercicios militares conjuntos frente a las costas de Venezuela con el buque de guerra USS Gravely. El gobierno de la isla ha brindado “categóricamente su claro apoyo a la intervención militar en curso”.
La respuesta de Venezuela
Venezuela ha movilizado tropas y milicias ante la amenaza estadounidense. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusado por el gobierno estadounidense y encausado oficialmente ante un tribunal en Nueva York por supuestamente encabezar el denominado Cártel de los Soles, sostiene que la verdadera intención de Washington es promover un cambio de régimen en su país.
La presencia militar de Estados Unidos tiene que ver menos con el tráfico de drogas que con enviar un mensaje a los países de la región para que se alineen con los intereses de Estados Unidos, según Elizabeth Dickinson, analista del Grupo Internacional de Crisis para la región de los Andes.
“Una expresión que escucho con mucha frecuencia es ‘Las drogas son la excusa’. Y todos lo saben”, afirmó. “Y creo que ese mensaje es muy claro en las capitales regionales. Así que el mensaje es que Estados Unidos está decidido a perseguir objetivos específicos. Y usará la fuerza militar contra líderes y países que no se alineen”.
Una “intervención externa” en Venezuela “puede incendiar” América del Sur, dijo por su parte en entrevista el asesor especial del presidente brasileño Inácio Lula da Silva, Celso Amorim.
“No podemos aceptar una intervención externa porque eso va a crear un resentimiento inmenso”, agregó el asesor.
Trump llegó a confirmar la semana pasada que la CIA podría llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela.
La oposición demócrata en el Congreso ha exigido explicaciones al mandatario sobre sus operativos en el Caribe, dado que la Constitución explicita que el Poder Legislativo debe autorizar expresamente una declaración de guerra. Trump dijo que está dispuesto a enviar a Hegseth ante el Congreso para dar explicaciones antes de pasar a una nueva fase en tierra.
Agencias AP, AFP y Reuters
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