El reconocimiento de Palestina en la Asamblea de la ONU vuelve a dividir a una Francia peleada por los presupuestos

El reconocimiento de Palestina en la Asamblea de la ONU vuelve a dividir a una Francia peleada por los presupuestos

El líder socialista, Oliver Faure, ha pedido “ondear” la bandera palestina en los ayuntamientos este lunes, mientras que el ministro del Interior le recuerda que el gesto “vulnera” las leyes francesas

El Reino Unido, Canadá y Australia anunciaron este pasado domingo el reconocimiento formal del Estado palestino. Las miradas, ahora, están puestas en Francia. Y su presidente, Emmanuel Macron, se prepara para dar este paso ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York de esta semana junto a una decena de países occidentales, ante el agravamiento del desastre humanitario en Gaza. Sin embargo, la intención del presidente francés divide profundamente a los políticos de su país, que ya se encuentran desde hace meses enfrentados por el nuevo presupuesto del Estado.

El secretario general del Partido Socialista, Olivier Faure, quien llegó a sonar en las quinielas presidenciales, ha sido uno de los líderes que han celebrado la decisión y, en este contexto, ha pedido “ondear” la bandera palestina en los ayuntamientos este lunes. Una petición que ha sido atendida por el regidor de Nantes, también socialista, quien ha comunicado su intención de izar la bandera el 22 de septiembre.

Pero las palabras de Faure han provocado el desacuerdo del ministro del Interior, Bruno Retailleau. El ministro conservador ha exigido a los alcaldes que retiren estos símbolos de sus consistorios. “Recuerdo al señor Olivier Faure que la Justicia administrativa ha ordenado recientemente, y en varias ocasiones, la retirada de banderas palestinas de las fachadas de los ayuntamientos, con el argumento de que atentaban gravemente contra el principio de neutralidad de los servicios públicos. Ya hay suficientes temas de división en el país como para importar el conflicto de Oriente Próximo”, señaló en un mensaje en Facebook.

La legislación francesa impide mostrar “creencias religiosas, ideológicas o políticas que no sean compartidas por toda la población” dentro de edificios públicos como los ayuntamientos, según explicó un funcionario del Ministerio a la cadena de televisión francesa CNews.

La presidenta de la región de Occitania, Carole Delga, también se ha manifestado en contra de la medida, argumentando que supondría un alejamiento de la postura tradicional de los socialistas a favor de una solución de dos Estados. En la misma línea, el diputado de Essonne, Jérôme Guedj, sugirió que, ante la diversidad de opiniones, podría considerarse la colocación conjunta de las banderas de Israel y Palestina.

Un tuit que incendia a un sector de los socialistas

Las palabras de Faure también fueron reprendidas por Julien Bahloul, experiodista y exportavoz de las fuerzas armadas israelíes, quien le ha recordado que el 22 de septiembre es también Rosh Hashaná, el Año Nuevo judío, y entendiendo el gesto del socialista como una ofensa a los judíos. A lo que el socialista contestó: “Mientras penséis que no podéis celebrar el Año Nuevo judío y el primer año de un Estado palestino, sólo sembraréis odio, desesperación y muerte”.Macron anuncia el envío de una misión franco-británica para entrenar al Ejército ucraniano.

Y estas palabras han agravado la fractura de los socialistas. La facción minoritaria del partido, que representa aproximadamente a la mitad de sus miembros y agrupa a los opositores de Faure, ha solicitado que el líder socialista retire el tuit que, a su juicio, contribuía a vincular a los judíos franceses con las políticas de extrema derecha del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Según este sector, “poner la celebración de una festividad religiosa al mismo nivel que una posición geopolítica contribuye a esencializar a los judíos. Es deprimente”, ha expresado el diputado socialista Jérôme Guedj.

Los críticos del primer secretario también cuestionaron su decisión de involucrar al PS en cuestiones sensibles sin consultar previamente a las instancias del partido, especialmente cuando afectan a cargos electos locales.

En el trasfondo de esta crisis, la relación entre el PS y La Francia Insumisa (LFI) añade complejidad al panorama. El líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, ha instado a “resistir las provocaciones” y evitar “mezclar la religión con la política”. En realidad son dos asuntos que siempre han estado relacionados con el líder ultraizquierdista, objeto de acusaciones de antisemitismo desde los ataques del 7 de octubre de 2023 en Israel, que inicialmente se negó a calificar como terroristas.

Fuente Infobae