- El PSOE dejará por el camino diez diputados: de los 28 escaños pasará a tener apenas 18.
- El Partido Popular obtuvo el 43,1%, que se traducen en sumar sólo una banca más de las que ya tenía en el Parlamento regional: pasó de 28 a 29 escaños. No alcanzó las 33 bancas que se hubieran traducido en la mayoría absoluta para gobernar en solitario.
Las elecciones regionales anticipadas en Extremadura de este domingo le dieron la victoria al Partido Popular (PP), aunque no es lo que María Guardiola, actual presidenta de la autonomía y candidata del PP, esperaba.
Obtuvo el 43,1 por ciento de los votos que se traducen en sumar sólo una banca más de las que ya tenía en el Parlamento regional: pasó de 28 a 29 escaños. No alcanzó, sin embargo, las 33 bancas que se hubieran traducido en la mayoría absoluta para gobernar en solitario.
El PSOE perdió la mitad de sus votantes y dejará por el camino diez diputados: de los 28 escaños pasará a 18.
Los votantes progresistas probablemente castigaron a los socialistas por la corrupción, las denuncias de acoso y el juicio que deberán afrontar en Extremadura el candidato del PSOE, Miguel Angel Gallardo, y el hermano del presidente Pedro Sánchez, David Sánchez, por presunta prevaricación y tráfico de influencias.
Guardiola anticipó los comicios, que originalmente hubieran debido celebrarse en junio de 2027, cuando afirmó que no contaba con los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos para 2026.
Su apuesta era intentar una mayoría que le permitiera gobernar sin tener que pactar con Vox, el partido de Santiago Abascal, tal como tuvo que hacer en 2023, cuando se convirtió en la primera mujer en presidir Extremadura.
Con el 16,8 por ciento de los votos, Vox es el partido que mejor capitalizó el resultado de estas elecciones. Pasó de 5 a 11 diputados en un resultado histórico.
El PP no podrá gobernar solo. Si vuelve a sumar los votos de Vox, como hizo en 2023, superaría la mayoría absoluta con 40 bancas parlamentarias.
La candidata del PP María Guardiola acude a votar a mediodía. Foto EFE
La fuerza a la izquierda del PSOE, Unidas por Extremadura, ganó tres bancas y pasó de 4 a 7 diputados en la Asamblea extremeña (el Parlamento regional).
Unos 890 mil vecinos de Extremadura estaban habilitados para votar en un país donde no es obligatorio hacerlo. La participación, esta vez, cayó ocho puntos respecto de los comicios de 2023. Votó el 62,7 por ciento de los extremeños.
El voto por correo disminuyó un 49,3 por ciento respecto de las últimas elecciones en esa región. Y se produjeron varios intentos de robo de votos en sedes de la comunidad autonómica.
Calendario electoral
Estos comicios en Extremadura inauguraron un calendario electoral que pondrá a prueba la resistencia del presidente Pedro Sánchez, castigado en este 2025 por casos de corrupción y denuncias de acoso que jaquean a su partido, el PSOE, y dejan en la cuerda floja la continuidad de su gobierno.
“Mi voluntad es firme. Vamos a acabar la Legislatura en 2027 y vamos a continuar con esta hoja de ruta”, insistió Sánchez a mediados de diciembre, cuando hizo balance del último año de gobierno.
El Partido Socialista, que ganó diez de las doce elecciones en Extremadura, esta vez se desmoronó: perdió 10 bancas en el Parlamento regional.
Gallardo, su candidato, está procesado e irá a juicio el año que viene por la presunta contratación del hermano del presidente del gobierno, David Sánchez, para un puesto en la Diputación de Badajoz que habría sido creado a su medida.
Gallardo, que es secretario general del PSOE de Extremadura y era presidente de la Diputación de Badajoz, dejó su cargo pero se sumó al Parlamento regional como diputado para no perder la inmunidad.
La Audiencia Provincial de Badajoz también sentará en el banquillo al hermano de Pedro Sánchez. El juicio está previsto para fines de mayo de 2026.
El candidato socialista Miguel Ángel Gallardo ejerce su derecho al voto. Foto EFE
“El resultado del Partido Socialista es muy malo. Lo destaco sin paliativos. Es una realidad que los resultados han sido muy adversos. La pregunta es para qué ha servido estas elecciones”, dijo Gallardo cuando el escrutinio superaba el 90 por ciento de las 1.400 mesas electorales.
“Guardiola las convocó para tener una mayoría absoluta. Se inventó la cuestión presupuestaria, no quiso negociar los presupuestos y precipitó las elecciones para convertir a Extremadura en un experimento”, afirmó el candidato socialista. “Hoy Extremadura tiene mayor bloqueo e inestabilidad”, repitió.
“Se ha producido un engorde de la ultraderecha. Esa mayor dependencia de la ultraderecha va a significar mayor extremismo para la región -insistió Gallardo-. Es decir, el experimento que Feijóo mandó a Guardiola ha fallado estrepitosamente. No le hay servido para tener una mayoría que le permita gobernar y sí ha permitido engordar a Vox. Ahora no sabemos si en Extremadura habrá gobierno.”
La más extensa y la menos habitada
Extremadura es una de las regiones más extensas y menos pobladas de España. Ocupa el 8 por ciento del territorio, está habitada por poco más de un millón de vecinos y representa apenas el 1,7 por ciento del Producto Bruto Interno del país.
Casi el 80 por ciento de los pueblos extremeños cuenta con menos de 2.000 habitantes y la autonomía presenta la menor tasa de densidad de población de España: 25,3 habitantes por kilómetro cuadrado. La media es de 96,1 y la Comunidad de Madrid rompe el esquema: 873 vecinos por kilómetro cuadrado.
La térmica del PP
Para el PP, el principal partido de la oposición, fue también una térmica de cuáles pueden ser sus perspectivas reales de volver a gobernar España.
Luego de Extremadura, las próximas citas con las urnas contemplan comicios anticipados en Aragón, para febrero, y elecciones en Castilla y León y en Andalucía, todas regiones gobernadas por el partido de Alberto Núñez Feijóo.
En cada una de ellas, el PP medirá si logra o no deshacerse de Vox para poder gobernar sin la presión de los de Abascal.
A su vez, el partido a la derecha del PP apuesta a seguir creciendo en votos para condicionar, cada vez con mayor contundencia, la gobernabilidad en la mayor cantidad de regiones de España después de haberse retirado de las coaliciones que compartía con el PP en cinco comunidades autónomas.
En 2024 Vox rompió esas alianzas por el reparto de menores extranjeros no acompañados que llegan a España y todas las regiones deben aceptar. Vox lo rechaza.
La apuesta que no fue
María Guardiola apostaba a lograr 33 de las 65 bancas que integran el Parlamento de su comunidad autónoma. Quedó a cinco diputados de la cifra anhelada. Alcanzar esos 33 diputados, que al ser la mitad más uno de los escaños constituye la mayoría absoluta, la hubiera liberado de tener que volver a pactar con Vox una coalición de gobierno.
Por entonces, la candidata del PP prometía que no pactaría con Vox pero el ajustado resultado que obtuvo la obligó a aceptar los cinco votos de las bancas que consiguió Vox en las elecciones de hace dos años.
Porque en los comicios de junio de 2023, el PP y el PSOE empataron en cantidad de bancas -28, cada uno- aunque Guardiola obtuvo menos votos que el PSOE.
Acordó, sin embargo, sumar las bancas de Vox a las suyas y así consiguió ser investida presidenta de la Junta. Fue el debut del partido de Santiago Abascal en Extremadura y duró poco: en julio de 2024 Vox pasó a la oposición de las cinco comunidades autónomas en las que co-gobernaba con el PP. Extremadura era una de ellas.
“¿Y ahora qué?”
“Somos una luz de esperanza para la izquierda transformadora de nuestro país”, dijo Irene de Miguel, candidata de Unidas por Extremadura, la otra fuerza que hizo una muy buena elección.
“¿Y ahora qué, señora Guardiola? Nos ha llevado a unas elecciones para que suba un escaño y dependa de un partido como Vox. La gran perdedora hoy ha sido la señora Guardiola -afirmó De Miguel-. Si tuviera un mínimo de decencia, de respeto, estaría presentándose ante la ciudadanía diciendo que da un paso al costado.”
“Sin presupuestos, modificando los que tenía, se puede gobernar. Pero sin gobierno no se puede gobernar”, subrayó la candidata de Unidas por Extremadura.
Fuente Clarin