¿Antes o después del desayuno?: cuál es el momento ideal para lavarse los dientes, según los expertos

¿Antes o después del desayuno?: cuál es el momento ideal para lavarse los dientes, según los expertos

Cepillarse los dientes es un hábito arraigado en la rutina cotidiana. Sin embargo, pese a su repetición diaria, muchas personas desconocen aspectos clave que pueden volver esta práctica más eficaz. El momento elegido para hacerlo, la calidad del cepillado, el tipo de pasta dental, la técnica aplicada y hasta la frecuencia con la que se consume azúcar inciden directamente en la aparición de caries y en el deterioro del esmalte.

Diversos estudios y recomendaciones profesionales coinciden en que la salud bucal no depende solamente del acto de lavarse los dientes, sino de una serie de factores combinados. Entre ellos, uno de los más debatidos es si conviene higienizar antes o después del desayuno, especialmente por el impacto que pueden tener ciertos alimentos en el pH bucal y en la acción del flúor. También intervienen otros elementos, como el tipo de bacterias presentes en la boca al despertar, la producción de saliva y los hábitos alimentarios.

Por qué importa el momento del cepillado

Durante la noche disminuye laDurante la noche disminuye la producción de saliva, lo que favorece la acumulación de bacterias en la boca al despertar (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante la noche, la producción de saliva disminuye y las bacterias se multiplican en la boca. Al despertar, el aliento matutino y la sensación de sequedad reflejan ese proceso. Esta acumulación bacteriana es un factor clave a la hora de decidir cuándo lavarse los dientes: antes o después del desayuno.

Una de las razones para optar por el cepillado al despertar es la activación de la saliva. En una entrevista con The New York TimesApoena de Aguiar Ribeiro, odontóloga pediátrica y microbióloga de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, afirmó: “La saliva ayuda a fortalecer los dientes al depositar minerales que las bacterias podrían haberse comido durante la noche. También contiene bicarbonato, el cual ayuda a neutralizar la acidez en la boca”.Expertos recomiendan esperar al menosExpertos recomiendan esperar al menos 30 minutos tras el desayuno antes de cepillarse (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde un punto de vista mecánico, cepillarse después del desayuno permite eliminar restos de comida. Sin embargo, si se consumen alimentos ácidos, hacerlo de forma inmediata puede afectar el esmalte. Según la Mayo Clinic, “alimentos y bebidas ácidas como jugos cítricos, café y pan pueden debilitar temporalmente el esmalte dental. Cepillarse inmediatamente después de consumir estos productos puede causar un desgaste microscópico en el esmalte, aumentando el riesgo de caries y sensibilidad dental”.

En el mismo sentido, el dentista y decano asociado de la Universidad de Míchigan, Carlos González-Cabezas, advirtió que “a la mayoría de las personas desayunar les lleva entre 10 y 15 minutos, un tiempo que es suficiente para causar demasiado daño” si se combinan bacterias acumuladas y alimentos azucarados.

En estos casos, se sugiere esperar entre 30 y 60 minutos para que la saliva ayude a restablecer el pH o, en su defecto, enjuagar la boca con agua antes del cepillado.

Flúor, técnica y frecuencia: lo que recomiendan los especialistas

El uso de pastas dentalesEl uso de pastas dentales con flúor es clave para prevenir caries y fortalecer el esmalte (Imagen Ilustrativa Infobae)

El uso de flúor es considerado un pilar central en la prevención de caries. Para el vicedecano de la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos AiresAldo Squassi, su incorporación en pastas dentales permite intervenir sobre el proceso de desmineralización: “El fluoruro que se encuentra en las pastas dentales permite disminuir la velocidad de progresión de las lesiones de caries debido a ciertas características químicas que posee”, dijo en una nota a Infobae.

Y agregó: “De esta forma, en momentos iniciales del proceso de caries, la presencia del ion fluoruro puede revertir la pérdida de contenido mineral de la estructura dentaria y favorecer la remineralización. De esta manera, a largo plazo vamos a tener menos nuevas lesiones de caries”.

El especialista también advirtió que “enjuagarse con agua después del cepillado puede reducir la efectividad del flúor en la pasta dental, ya que elimina una parte del flúor residual”.“La calidad de la higiene“La calidad de la higiene no depende de cuántas veces se cepilla, sino de cómo se hace”, indicó Belén Barrego (Freepik)

Sobre la frecuencia del cepillado, señaló que “no existe evidencia que establezca un número de veces ideal para cepillarse los dientes”, pero que en general “se recomienda hacerlo dos veces por día para disminuir la acumulación de biofilm”.

Belén Barrego, médica de familia y docente en la Universidad Austral, coincidió en que la clave no está en la cantidad, sino en la técnica: “La calidad de la higiene bucal no depende de la cantidad de veces que se realice el cepillado, sino de la técnica aplicada y el tiempo que se le dedica”. Aun así, recomienda tres veces por día y subraya que “el cepillado nocturno es el más importante”.

Squassi destacó además que “la frecuencia de cepillado no está asociada con un daño a las estructuras dentarias o periodontales, pero la utilización de elementos de higiene poco apropiados puede producir desgaste o lastimar”. Entre esos errores mencionó el uso de “cepillos con cerda muy dura, elementos interdentales no aptos para la higiene o técnicas de cepillado incorrectas”.

Caries a pesar del cepillado: el rol de la dieta en la salud dental

La caries se produce porLa caries se produce por un desequilibrio bacteriano asociado al consumo frecuente de azúcares (Imagen Ilustrativa Infobae)

Pese a una rutina adecuada, muchas personas siguen desarrollando caries. Según Squassi, esto se debe a que “la caries dental es una enfermedad multifactorial compleja causada por un cambio ecológico en el microbioma de la boca, asociado con una exposición frecuente y por tiempo prolongado a bebidas o alimentos azucarados o que contienen carbohidratos”.

El cepillado, si bien es importante, “no es suficiente para compensar esos cambios asociados con la dieta”. Por eso, recomienda limitar el consumo de productos industrializados y mantener una higiene rigurosa. “El cepillado va a contribuir a disminuir los niveles de biofilm, que es fundamental para la salud de las encías, pero no evita esos cambios que se asocian con la ingesta de los carbohidratos y por consiguiente el riesgo de desarrollar caries va a persistir a menos que cambien los hábitos alimentarios”.

Barrego aportó una explicación complementaria: “Los productos industrializados pueden contribuir al desarrollo de caries, especialmente aquellos que son ricos en azúcares y carbohidratos refinados. La relación entre estos alimentos y la formación de caries se debe principalmente a la alta concentración de azúcares que contienen estos productos, como jugos y gaseosas, galletitas dulces, golosinas y snacks”.

Respecto del momento adecuado para higienizar tras ingerir estos productos, señaló: “Luego del consumo de productos con alto contenido de azúcares se recomienda la higiene dental en el corto plazo. Cuanto menos tiempo de exposición tenga la superficie dental a los azúcares, menos riesgo de fermentación y riesgo de caries”.

Educación y prevención desde la infancia

En niños, la cantidad yEn niños, la cantidad y concentración de flúor en la pasta debe ajustarse según la edad (Freepik)

Barrego enfatizó la necesidad de comenzar la higiene bucal en edades tempranas. “Desde el nacimiento se sugiere comenzar con las técnicas de higiene, aun sin la aparición de los primeros dientes. Se comienza con el lavado de encías en el momento del baño, puede ser con una gasa húmeda con agua únicamente o con cepillos adaptados para bebés y agua. Al momento en que comienzan a aparecer los primeros dientes se puede comenzar a utilizar pasta dental”.

También ofreció detalles sobre la dosis adecuada de flúor en la infancia: “En niños de 0 a 3 años se recomienda que tenga 1000 partes por millón (ppm) y la cantidad a utilizar en cada lavado debe ser equivalente al tamaño de un grano de arroz. En niños de 3 a 6 años debe contener de 1000 a 1450 ppm de flúor y la dosis debe ser el equivalente a una arveja”.

Además de fortalecer el esmalte, el flúor inhibe el crecimiento de bacterias que producen ácidos. Su aplicación tópica, a través de pastas o enjuagues, es una de las formas más eficaces de prevenir lesiones, aunque Barrego advierte que “el uso excesivo de flúor puede provocar fluorosis dental, una condición que causa manchas en los dientes”.

Fuente: infobae.com