- Argelia, Austria y Jordania serán los adversarios de la Scaloneta en el Grupo J.
- Si termina primera o segunda enfrentará al segundo o al primero del H, donde están España, Uruguay y Arabia Saudita.
Empezó el Mundial 2026. Así quedó decretado este viernes en una gélida Washington DC, que a la nieve y temperatura bajo cero del exterior la combatió con una espectacular ceremonia en el Centro Kennedy para las Artes Escénicas, epicentro del fútbol por algunas horas para el sorteo de la fase de grupos de la próxima Copa del Mundo, en el que la Selección Argentina quedó encuadrada en la zona J, que se jugaría entre el oeste y el centro de Estados Unidos: Kansas City, Dallas y San Francisco.
El azar fue benévolo en lo deportivo para la Scaloneta, al menos en el arranque, ya que iniciará su camino a la defensa del título de Qatar 2022 contra Austria (24°), Argelia (35°) y el debutante Jordania (66°). Contra los tres, en un historial con pocos o nulos encuentros, no tiene derrotas. En las probabilidades de máxima y de mínima que entregaba este sorteo, —nadie puede decir que la Argentina no tuvo la suerte de su lado.
Con el ex futbolista Rio Ferdinand y Samantha Jackson como anfitriones de esa parte del show, el primer movimiento fue para la Albiceleste, al que le correspondía por orden el grupo I (donde finalmente quedó Francia), pero para cumplir con la nueva condición de la FIFA de solo enfrentarse a España (H) -el 1 del ranking- en una hipotética final, si ambos ganan su grupo, fue ubicado en el J, uno de los apenas cuatro en los que se mediría con un segundo y no con un mejor tercero en el primer cruce de eliminación directa.
Ojo, porque observar un poco más allá, al analizar la hoja de ruta, también se podría decir que el destino no ha sido tan generoso con Argentina. Ocurre que la Scaloneta, en caso de ser primero de su zona, se enfrentará por los 16avos de final el 3 de julio en Miami con el segundo del Grupo H, justo el que tiene a los españoles, Uruguay, Arabia Saudita y Cabo Verde. Así, si se da la lógica, podría producirse un clásico del Río de La Plata en el estadio Hard Rock. Sí, Lionel Scaloni cara a cara con Marcelo Bielsa. O, para peor, un cruce entre los dos mejores del mundo -según el ranking- que jugarían por no quedar eliminados en el cuarto partido.
Una tercera opción, menos probable en la lógica si es que existe, sería que Arabia Saudita dé la sorpresa y quede como escolta. Y el antecedente cercano no es positivo: los árabes dirigidos otra vez por Hervé Renard doblegaron a la Selección en el debut de Qatar.
Otra variante es que Argentina sea segunda en su grupo y se mida contra el primero del mismo Grupo H. De suceder, esos 16avos de final serían el 2 de julio en Los Ángeles. Si es tercera habrá que analizar más de 400 probabilidades según una tabla que está en el reglamento de la Copa del Mundo.
¿Más adelante? En octavos otro posible duelo sudamericano con la Paraguay de Gustavo Alfaro -si es el segundo del grupo que comparte con Estados Unidos, Australia y el ganador del repechaje entre Turquía, Rumania, Eslovaquia o Kosovo- o el segundo del G que tiene a Bélgica, Egipto, Irán y Nueva Zelanda.
Para cuartos de final, Argentina esperaría por Brasil / Marruecos (comparten zona) o Portugal, siempre en caso de que sean ganadores de sus respectivos grupos. En semis, con la misma condición de vencedores de sus zonas, el cruce sería Inglaterra, mientras que del otro lado quedarían España y Francia.
La logística, el otro factor siempre a tener en cuenta, se terminará de confirmar este sábado cuando la FIFA haga el anuncio oficial y pueda retocar no solo horarios sino quizás alguna ciudad. Será a partir de las 14:00 (hora argentina). A priori, si Argentina arma su búnker en Miami, un debut en San Francisco, totalmente del otro lado del mapa de los Estados Unidos, sería la mejor opción para luego enfocarse en la costa este.
Como sea, la Scaloneta sabe que para ser campeón del mundo hay que superar a todos los rivales que pongan en el camino. A Argentina le tocó un grupo sencillo, sí, pero también el cruce de la muerte.
Una ceremonia para todos los gustos
Durante los 146 minutos que duró la gala -muy larga, para quedar a tono con la ampliación del Mundial que tendrá 104 encuentros- hubo una fuerte dosis política donde Donald Trump se llevó todos los flashes y hasta un premio especial por la paz creado por la FIFA, que incluyó la entrega de una medalla.
Foto: EFE/EPA/WILL OLIVER
Sobre el escenario, Kevin Hart aportó su toque descontracturado y contrastó con Heidi Klum, que le puso glamour 20 años después de haber llevado adelante la gala del sorteo del Mundial de Alemania 2006.
Luego apareció Gianni Infantino, que como buen políglota dio la bienvenida en varios de los idiomas que estarán representados en este Mundial, y también saludó a los tres jefes de Estado de los países organizadores de esta Copa del Mundo, a la que catalogó como «la más mayor de la historia porque no se ha visto nunca».
«Habrá la cantidad de gente que asistiría a 104 Super Bowl’s en un único mes», pronosticó Infantino, que tuvo su momento «standapero» al agitar a la hinchada de cada uno de los organizadores que estaba presente en el Center Hall, con capacidad para unas 2000 personas.
A las 12:39 locales -39 minutos después del inicio oficial- apareció Scaloni, con guantes blancos portando el trofeo original y vestido con un traje negro más camisa blanca para charlar con Heidi Klum. «La recuerdo como una final inolvidable, donde pasaron un montón de cosas pero el equipo siguió creyendo porque nada iba a terminar mal. Intentaremos en la Copa del Mundo lo mismo, es lo que espera la gente de nosotros y lo volveremos a intentar», prometió el «Gringo».
Llegó el momento luego de las bolillas, del azar de las manos de cuatro leyendas del deporte como Wayne Gretzky (hockey sobre hielo), Aaron Jugde (béisbol), Shaquille O’Neal (básquet) y Tom Brady (fútbol americano) sobre el escenario, y de que el Mundial se empiece a jugar con un sinfín de especulaciones con los cruces y rivales que tendrá la primera fase de una edición ampliada e histórica.
Fuente Clarin

